04/12/2023
Técnica FAST y AFAST.
La técnica FAST (focused assesment with sonography for trauma) es un examen ecográfico del paciente que se realiza como complemento a la exploración física. Se trata de una técnica no invasiva, que puede realizarse sin mover al animal, en poco tiempo y con mínima experiencia en el uso de la ecografía.
Permite identificar, de forma inmediata, condiciones que requieran una actuación rápida. Es el método de elección para detectar líquido libre en el espacio peritoneal, pleural y pericárdico en situaciones de emergencia.
En el caso de la AFAST el objetivo es identificar la presencia de líquido libre en la cavidad abdominal de pacientes politraumatizados, pero también se emplea en animales en estado de shock, abdomen agudo, postquirurgicos con riesgo de complicaciones, en definitiva, cualquier animal en situación crítica y aquellos que acuden a urgencias con signos inespecíficos sin historial previo de trauma.
🔶Cómo realizarla
La técnica implica la visualización de diafragma, hígado, vesícula biliar, bazo, riñones, asas intestinales y vejiga. El tiempo medio realizarla es de 3-6 minutos empleando el protocolo de 4 ventanas. Se debe minimizar la manipulación del paciente, de forma que sea el equipo el que se mueva.
Se puede realizar en decúbito lateral derecho o izquierdo, empezando por la vista subxifoidea, a continuación, el flanco no dependiente de la gravedad, después la vesical y por último el flanco dependiente de la gravedad. En cada ventana es recomendable colocar la sonda transversal y longitudinal, moverla ligeramente en todas direcciones 2,5 cm y cambiar el ángulo 45º. Debemos llegar a una profundidad de 10-15 cm en la ventana subxifoidea, y de 5 – 10 cm en el resto de ventanas.
🟥VENTANA 1: Diafragmática-hepática o subxifoidea
Transductor situado caudal a apófisis xifoidea, presionando hacia la zona craneal, con angulación de 45 º para visualización de líquido libre entre hígado y diafragma, y entre lóbulos hepáticos. Además, permite valorar la integridad de la vesícula y la presencia de material mineral en su luz. En esta vista, aumentando la profundidad del examen, se puede valorar espacio pleural y pericárdico para identificar posibles efusiones.
🟥VENTANA 2: Esplénico – renal o paralumbar izquierdo
Transductor en flanco izquierdo de abdomen medio, caudal a ultima costilla y ventral a la musculatura paralumbar. El objetivo es visualizar riñón izquierdo, bazo y pared abdominal, para valorar su integridad y la presencia de líquido libre derivado del parénquima o de daño en grandes vasos. También permite identificar masas esplénicas y/o renales, hidronefrosis, cálculos renales/ureterales.
🟥VENTANA 3: Cisto-cólica
Transductor en línea media de abdomen caudal, craneal a la pelvis. El objetivo es la visualización de la vejiga y las áreas circundantes para valorar integridad de su pared y presencia de líquido libre. Además, permite detectar masas y/o cálculos vesicales.
🟥VENTANA 4: Hepato-renal
Transductor en flanco derecho de abdomen medio, caudal a última costilla y ventral a la musculatura paralumbar. Debemos visualizar riñón derecho, hígado, intestino delgado y pared abdominal.
Existe una quinta ventana, llamada “flash site”. Se obtiene colocando la sonda en línea media, craneal al ombligo, y angulando hacia la zona declive del paciente. No existen estructuras concretas que valorar, pero si debemos visualizar cola del bazo, lóbulos hepáticos caudales e intestino delgado
Los hallazgos más frecuentes son hemoabdomen o uroabdomen. Ambos fluidos tienen un aspecto ecográfico similar, por lo tanto, es necesario realizar una abdominocéntesis ecoguiada y un análisis del líquido para identificar su naturaleza. Otros fluidos que podemos encontrar son bilis o contenido intestinal, en caso de lesiones en vesícula biliar o tracto digestivo.
Es conveniente realizar exámenes seriados cada 4 horas, o menos, según los hallazgos encontrados. De esta forma podemos identificar la presencia de líquido libre que no se observaba en un principio, así como, documentar cambios en el volumen de líquido hallado en un primer momento.
Para ello nos servimos de un sistema de puntuación, el AFS (abdominal fluid score).
Los valores obtenidos varían de 0 a 4 según el número de cuadrantes que presenten líquido libre
(0 negativo, 1 positivo).
➖Diafragmática-hepática 0 o 1
➖Esplenorenal 0 o 1
➖Cistocólica 0 o 1
➖Hepatorenal 0 o 1
TOTAL: 0 – 4
Este sistema de puntuación se correlaciona bien con otros marcadores como el lactato, y con la necesidad de realizar transfusiones sanguíneas.
Se ha observado que perros sin anemia preexistente, con un AFS de 1-2, es poco probable que la desarrollen. Sin embargo, un AFS de 3-4 aumenta las probabilidades de desarrollarla (el 25% de estos animales alcanzan valores de hematocrito < 25%). No se han podido demostrar estos hallazgos en gatos.
Pacientes con resultado negativo que no se consiguen estabilizar, o tienen signos clínicos persistentes deben ser sometidos a exámenes seriados.
📚Fuente: Hospital Veterinario Tres Cantos.