02/09/2022
Agresividad por miedo del perro hacia las personas
El miedo hacia las personas puede desencadenar conductas agresivas en los perros. Este tipo patológico de agresividad es el más importante después de la agresividad por dominancia, y se manifiesta en respuesta a estímulos que son una amenaza para el animal cuando éste no puede huir. La agresividad por miedo hacia las personas tiene la misma frecuencia en machos que en hembras -no es una conducta sexualmente dimórfica-; es la segunda forma más importante de agresividad después de la agresividad por dominancia; y depende mucho de factores genéticos.
🔺Miedo
Según Álvarez (2007), el miedo es la respuesta normal de autoprotección que muestra un animal frente a situaciones que son percibidas como una amenaza para él. El dolor, el miedo y otras formas de sufrimiento no ocurren en la naturaleza por azar o por capricho, sino que son producidas por la selección natural como mecanismos adaptativos, para evitar heridas y escapar a los peligros y representan una ventaja evolutiva tanto para el hombre como para otros animales.
Sabemos que para el carácter miedo, la heredabilidad en el perro doméstico es de 0,4-0,5, es decir, que si un perro es miedoso y tiene descendencia, tendrá una probabilidad del 40-50% de que sus hijos hereden el mismo carácter. Si el carácter miedo lo posee la madre, las crías se verán bastante influenciadas ya que las enseñanzas de ésta irán encaminadas a formar hijos miedosos.
Partiendo de la base que el comportamiento es una interacción compleja entre genes y medio ambiente, lo que podemos hacer para disminuir la intensidad de la respuesta de miedo en la edad adulta sería la manipulación del cachorro durante la fase neonatal y, por otro lado, durante el periodo de socialización sería muy importante que tuviera contacto con todos los estímulos posibles -sobre todo con niños- lo que nos aseguraría que el perro no mostrara después miedo frente a dichos estímulos.
🔺Agresividad
Sabemos que la agresividad en el perro doméstico no es hereditaria, a excepción dada del carácter miedo. Este es el responsable de una agresividad muy peligrosa cuando el perro “cree o entiende” que su supervivencia está en peligro. La agresividad es una respuesta que cualquier ser vivo ofrece en situaciones que suponen una amenaza -o que son percibidas como tal- o ataque como consecuencia de un estímulo que lo desencadena.
🔺Aprendizaje de la agresividad
Es muy importante tener presente que los perros siempre están aprendiendo. Si el perro reacciona con agresividad ante una persona y tiene éxito -consigue aumentar el área crítica o bien la persona sale huyendo por miedo-, ese comportamiento se repetirá porque ha sido reforzado. Si es reforzado en muchas ocasiones -por condicionamiento instrumental u operante- será muy difícil de modificar ese comportamiento.
Un perro que tiene miedo a una persona actuará con una estrategia pasiva -conductas de evitación y huida- y si el mismo ve que estos comportamientos no dan buenos resultados pasará a otra estrategia activa a la hora de incrementar la distancia social.
La agresión o conductas agresivas permiten al perro conseguir el control de la situación, reforzando la conducta y aumentando la probabilidad de que el perro escoja este modelo de conducta en situaciones comparables en el futuro. Hay que tener presente que la conducta seleccionada en última instancia en un evento de miedo es probable que se seleccione de nuevo, dado que esa conducta fue satisfactoria resolviendo la respuesta emocional negativa y la respuesta de estrés asociada en esa ocasión. Cada vez que el perro no consigue alivio, las estrategias de agresividad se hacen más y más activas.
Hay que tener muy en cuenta los diagnósticos diferenciales:
Hipotiroidismo. Puede ser un factor agravante de la agresividad, por lo que resulta conveniente realizar una determinación de los niveles de T4 y TSH, con objeto de saber si efectivamente la conducta del perro obedece a una combinación de miedo e hipotiroidismo (Manteca, 2003).
🔺Agresividad por dominancia. Algunos perros muestran posturas de agresividad defensiva, en vez de ofensiva, pero en contextos de agresividad competitiva. Esto puede resultar contradictorio, pero se explica en la no consistencia del propietario en su relación jerárquica con el animal, es decir, en algunas ocasiones se muestra como dominante y otras como subordinado en un mismo contexto, consiguiendo confundir al perro, que no sabe cómo tiene que comportarse y reacciona al mismo tiempo con posturas de sumisión y dominancia. Incluso puede mostrarse como dominante unas veces y subordinado otras, ya que las relaciones de dominancia no son absolutas.
🔺Agresividad territorial. Esta agresividad se da hacia personas desconocidas que entran en el territorio del animal -la casa en la que viven, el coche en el que van, etc.- y la postura del animal es ofensiva. Pero si estamos ante un perro estresado, miedoso, inseguro y que no esté equilibrado, lo anterior no se cumplirá ya que defendiendo el territorio el perro mostrará un lenguaje corporal defensivo.
Para diagnóstico y tratamiento siempre será derivar los casos con un Medico Veterinario especialista en Etologia, para un adecuado manejo de los pacientes.
Autor: Miguel Ángel Signes Llopis.
Información vía: Argos, Portal Veterinaria.