09/06/2023
𝟭𝟮 𝗖𝗢𝗦𝗔𝗦 𝗤𝗨𝗘 𝗡𝗢 𝗗𝗘𝗕𝗘𝗥𝗜𝗔𝗦 𝗛𝗔𝗖𝗘𝗥𝗟𝗘 𝗔 𝗧𝗨 𝗣𝗘𝗥𝗥𝗢
𝟏. 𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐭𝐚𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐢𝐞𝐧𝐬𝐞 𝐲 𝐚𝐜𝐭ú𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮𝐧𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚.
Tratar a nuestro perro como si fuera una persona o hablarle como a un niño pequeño puede parecer una forma más de tratarlo con cariño, pero realmente se trata de un gran error ya que, además de que no se sienten cómodos en esa situación, también estaremos ignorando las verdaderas necesidades de nuestro amigo peludo.
Debemos entender que nuestro perro es eso, precisamente un perro y no un bebé ni un niño pequeño. Por lo que debemos dejar que actúe, juegue, descanse y viva como cualquier otro perro, dándole cariño pero evitando vestirlo como una persona, evitando darle comida de nuestro plato, no sentándolo en la misma mesa que nosotros o incluso creyendo que entiende por sí mismo lo que puede o no puede hacer. Estos son algunos de los muchos ejemplos con los que tendemos a humanizar a nuestro perro y aunque sea un miembro más de nuestra familia, no debemos olvidar de que se trata de un animal con sus similitudes y diferencias de los seres humanos y con sus propias necesidades para el bienestar de su cuerpo y mente.
𝟐. 𝐏𝐞𝐫𝐦𝐢𝐭𝐢𝐫𝐥𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐨.
Cuando adoptamos a un perro no debemos olvidar que además de darle cariño, jugar con él y mimarlo, también tendremos que dedicar una gran parte de nuestro tiempo a educarlo. Una parte esencial que muchos dueños ignoran y que muy a menudo acaba provocando que los perros crezcan con problemas de conducta o una mala socialización con otros perros y personas, que desafortunadamente acaba derivando en el abandono del animal.
𝟑. 𝐍𝐨 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐥𝐞 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐫,
Aunque no a todos los humanos nos guste socializar de la misma manera, los perros por naturaleza son los animales más sociables y por eso durante su paseo seguro que querrán saludar a todo el mundo.
4. 𝗔𝗯𝗮𝗻𝗱𝗼𝗻𝗮𝗿𝗹𝗼 𝗼 𝗲𝗻𝗰𝗲𝗿𝗿𝗮𝗿𝗹𝗼.
Tener a un perro siempre encerrado o atado es el peor castigo que podemos hacerle a un perro. No hay que olvidar que un perro es un miembro más de nuestra familia y no un vigilante o una alarma.
𝟱. 𝗥𝗲𝗴𝗮ñ𝗮𝗿𝗹𝗼 𝗵𝗼𝗿𝗮𝘀 𝗱𝗲𝘀𝗽𝘂é𝘀 𝗱𝗲 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝗺𝗮𝗹.
En el mismo momento que veamos que nuestro perro hace algo mal es cuando tendremos que intentar corregir su conducta. De esta forma el perro asociará esa llamada de atención con que está haciendo algo que no queremos que haga. Algo que no ocurrirá si le regañamos horas después.
𝟔. 𝐁𝐚ñ𝐚𝐫𝐥𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐮 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐬𝐡𝐚𝐦𝐩𝐨𝐨.
Seguro que a más de uno se le ha pasado por la cabeza lavar a su perro con shampoo de humano por no tener a mano su propio shampoo, sin embargo esto sería un gran error. Y una de las razones es que, aunque tendemos a creer que todos los productos de limpieza funcionan igual en todas las pieles, esto no es así y en especial con la piel canina.
𝟳. 𝗗𝗮𝗿𝗹𝗲 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗿 𝗰𝗮𝗱𝗮 𝗱í𝗮 𝗮 𝗵𝗼𝗿𝗮𝘀 𝗱𝗶𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀.
Además de la importancia de proporcionar a tu perro un buen pienso de calidad, tampoco tenemos que olvidar lo importante que es respetar sus horas diarias para comer. No respetarlas es lo peor que podemos hacer a nuestro perro, sobre todo si queremos que coma y no juegue con la comida dejándola durante horas en el cuenco (en este caso lo recomendable es quitársela pasados 15 minutos).
𝟴. 𝗝𝗮𝗺á𝘀 𝗹𝗲 𝗱𝗲𝘀 𝗰𝗵𝗼𝗰𝗼𝗹𝗮𝘁𝗲.
El chocolate se encuentra en la lista de cosas que un perro no puede comer. ¿La razón? En el chocolate existen una serie de sustancias químicas (las metilxantinas) que podrían provocar vómitos, diarrea e incluso espasmos musculares en nuestro perro.
𝟵. 𝗟𝗹𝗲𝘃𝗮𝗿𝗹𝗼 𝗮𝗹 𝘃𝗲𝘁𝗲𝗿𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼 𝘀ó𝗹𝗼 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝘀𝘁á 𝗺𝗮𝗹.
Aunque los humanos sólo acudimos al médico cuando nos duele algo o nos encontramos mal, tenemos que ser conscientes de que los perros no pueden comunicarnos por sí mismos cuando se encuentran mal. Así que lo mejor para asegurar una buena salud y bienestar de nuestro amigo peludo es que le hagamos al menos dos revisiones veterinarias al año para verificar que todo va bien.
𝟭𝟬. 𝗗𝗲𝗷𝗮𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲 𝗹𝗮𝗺𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗿𝗮.
Lamentamos decirte que los lengüetazos de tu amigo peludo no son precisamente agua oxigenada, de hecho es habitual que en la boca de nuestro perro existan un gran número de bacterias, virus y hongos. Algunos de estos microorganismos consiguen suprimirse en el caso de los perros con la existencia de proteínas concretas en la saliva, pero esto no es igual en el caso de los humanos. Nosotros no estamos preparados para asimilarlos, por lo que podrían causarnos enfermedades graves en los intestinos o en el estómago, si nuestro perro nos los transmite al darnos esos lengüetazos en la cara.
𝟏𝟏. 𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐫𝐫𝐚𝐬 𝐚𝐥 𝐜𝐚𝐬𝐭𝐢𝐠𝐨 𝐟í𝐬𝐢𝐜𝐨 𝐨 𝐞𝐦𝐨𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥.
Lamentablemente a día de hoy siguen siendo muchas las personas que siguen pensando que los castigos físicos o emocionales pueden ayudar en algo en la educación. La realidad es que sólo la perjudican y son totalmente contraproducentes para el aprendizaje de todas las especies.
𝟏𝟐. 𝐋𝐥𝐞𝐧𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐝𝐚 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐫𝐞𝐛𝐨𝐬𝐞
Es importante que diariamente ofrezcamos a nuestros perros una alimentación saludable que cubra sus necesidades calóricas y nutricionales, pero que también se ajuste en cantidad a la complexión corporal de tu mascota, a la quema de calorías que pueda tener diarias y al tamaño de su estómago. Así que no te olvides de tener en cuenta todos estos aspectos y de preguntar a tu veterinario para saber cual es la cantidad más adecuada de pienso que debes proporcionar diariamente a tu amigo de cuatro patas.