31/12/2024
Despedimos el año con otro triste adiós... Milanito, no tenemos palabras para describir el dolor... 💔💔
Con 2 días de diferencia hemos perdido a los 2 perros que llevaban más tiempo en la prote, Fango y Milano.
Milano llegó en enero de 2013, a falta de unos días, 12 años acompañándonos, y siendo un capullín, al que todas queríamos.
Llegó siendo ya adulto, absolutamente intocable. Tardamos más de un año en poder castrarlo, e hicieron falta 5 voluntarios para acorralarlo y que el veterinario lo sedara.
En 2014 llegó Copérnico, un cachorrón miedoso, que él acogió, amó y protegió hasta el último día de su vida, en mayo de este año. Era un amor sin igual, los mejores amigos, siempre juntos. Hace unos años Cope empezó a tener ataques epilépticos. Si el ataque le daba por la mañana, que todos los perros están sueltos, Milano se ponía delante suya y no dejaba que ningún perro se le acercara (cuando a un perro le da un ataque, el resto de perros le muerden), y se quedaba a su lado hasta que se recuperaba.
Aunque se llevaba bien con todos los perros, nunca llegó a fiarse de las personas y jamás pudimos tocarlo. Con los años aprendió que no queríamos hacerle daño. Antes, para salir de su jaula, había que hacerlo mirándolo de frente, porque si te dabas la vuelta, te mordía por detrás. Nunca hirió a nadie, pero si partió alguna camiseta por detrás... 🤣
A pesar de esto, fue un perro feliz, disfrutaba de su rutina, sus amigos, su Cope, y tomar el sol. Le encantaban las chuches y las salchichas. Cope y él dormían en el patio de la entrada, fueron los mimados por excelencia, tooodo el que venía o se iba les daban chuches al pasar por delante de su patio, absolutamente todos los días. Sabían si pasabas por delante para irte o no, porque si no te ibas estaban tranquilos, pero si sabían que te ibas, corría a la esquina a ladrar reclamando su premio.
Siempre fue un perro sano, ninguna recordamos que se pusiera malo ni desde que llegó... Pero todo cambió el 24 de diciembre, que andaba con postura de dolor, y al día siguiente parecía que empezaba a tener tos. Hablamos con la veterinaria y nos mandó tratamiento para 3 posibles afecciones.
Pasaron los días, pero no mejoraba, al revés, parecía que le costaba comer, estaba perdiendo peso y la tos no se iba. Hablamos con una veterinaria, que iba a venir ayer a dormirlo con una cervatana, para poder llevarlo y hacerle pruebas, pero el sábado ya no quiso comer su lata, y una compañera consiguió darle salchichas, que era lo único que quería, pero por la tarde lo había vomitado todo. Decidimos no esperar más. Conseguimos arrinconarlo y que entrara en un transportín. Lo llevamos de urgencia a la clínica Las flores. Al cogerlo para hacerle radiografías, la veterinario notó un bulto enorme en el cuello (foto 3), pero eso no era todo. Nos demostraste lo realmente duro que eras.
Estaba fatal, tumor gigante en la zona de la garganta, en el corazón, el pulmón, lo que parecía metástasis por el estómago, el tórax lleno de líquido... Es increíble cómo había podido llegar hasta ese punto sin mostrar síntomas, hasta sólo unos días antes. Lo mejor que podíamos hacer por él era dejarlo ir en paz tranquilo, sin más sufrimiento... 💔
Ese día, por primera vez, descubriste lo que es una caricia, y nosotras, que el corazón se puede romper cada día un poco más...
Ahora eres libre, y esperamos que estés con tu amado Cope, juntos para siempre 🤍🤍