24/06/2024
Este pequeño articulo generará polémica, cientos son los métodos de aprendizaje y cientos de interpretaciones, si eres de ese tipo de personas que te gusta aprender de todos, este posiblemente sea una aportación importante, para tener una visión distinta si algún día se te plantea un problema. Pero si por el contrario eres una persona que no quieres aprender y que todo te parece mal, y lo tuyo es lo mejor, es mejor que no sigas leyendo este artículo, nos ahorraremos discusiones infructuosas, y preguntas sin sentido, y lo mejor de todo te ahorraras un disgusto, y seguirás en tu desconocimiento, aún así gracias por haber leído hasta aquí.
Mi gran preocupación siempre han sido los miedos en los perros. Sin duda el miedo hace comportarnos y comportarse a cada animal muchas veces de forma diferente, pero todos tienen algo en común, lo que ahora todo el mundo llama desconfianza y que hasta en algunas razas se habla con naturalidad, es que la raza es así, sin el más mínimo atisbo científico.
Bien cuando escucho a la gente decir: “ no es miedo, es que es desconfiado”. Lo siento pero no comparto esa opinión la cantidad de señales, posturas corporales, situación en la que se encuentra un animal, hace que tenga miedo de lo desconocido, se llama miedo, llamen a las cosas por su nombre, “MIEDO”.
El miedo podríamos medirlos en niveles de estrés que aumentan con distintos factores ya sea ambientales, o necesidad que da lugar a las pulsiones que llevan a las conductas que consideramos miedosas. El miedo es una herramienta útil, para ellos porque va unido al instinto de supervivencia. (Recordar dos instintos, supervivencia y reproducción, todas las demás habilidades que le concedemos en el lenguaje como instintos en este caso a los perros, son conductas complejas que se engloban dentro de estos dos instintos. Ejemplo: Instinto de caza… la caza es una conducta compleja dentro del instinto de supervivencia. Un individuo puede ser seleccionado para la caza por una anatomía propicia y por unas cualidades que se le intentan fomentar y que son individuos con esa habilidad más desarrollada que otros, pero no deja de ser una conducta compleja).
Bueno volvamos a los miedos, un miedo puede provocar varios resultados, una agresión, una huida, una sumisión, o una indefensión aprendida entre otras. Bien todas estas formas que tiene el individuo de afrontar el problema tiene una cosa en común, y es que todas desarrollan una respuesta condicionada.
Si hay una respuesta condicionada, podemos crear otras respuestas condicionadas, que sean una habilidad para el individuo en cuestión. No evitaremos en muchos casos crónicos que la respuesta cambien siempre, pero podremos darle a nuestro compañero una mejor calidad de vida y en muchos casos una solución a un conflicto interno que nunca antes han podido solucionar de otra manera por su incapacidad de hacerlo. La pregunta que te plantearás al leer esto, “¿y eso como se hace?”.
Vamos a empezar por todo aquello que no debo de hacer, exponiendo un caso. Imaginemos un perro que entra en un zoo sanitario, venga para que de más pena diremos perrera. Entra con miedo, a todo y a nada, tiene miedo a los ruidos tiene miedo a los perros a los cuidadores, a los voluntarios al ruido de la puerta a la manguera, al ruido de la comida a todo y a nada. Todo el mundo dice, hay un periodo de adaptación. No hay un periodo de adaptación, sino de institucionalización el llamado síndrome de prisionalización, y dentro de esto aparecen distintos tipos de conductas. Algunos tienen una dependencia tal que su rutina, se convierte en un comportamiento que le hace muy difícil la adopción, otros se estresan al estar enjaulados y tiene patrones repetitivos, y generan ladridos excesivos, miedos y estereotipias en sus movimiento.
Todos ellos tienen unos miedos que no somos capaces de interpretar, porque no estamos con ellos , no los olemos a diario, no nos sentamos en sus jaulas, no empatizamos con ellos.
Bien cambiemos esto, tengamos perros sin miedos.
Lo primero que tenemos que hacer es trabajar con nosotros sino estamos preparados para hacerlo,para que vamos a hacerlo no tendremos éxito. Nuestro perro no confiara en nosotros, no seremos más que otro problema que no van a saber gestionar.
Imaginemos que tenemos un perro sacado de una protectora, perrera…, con todo lo que ello conlleva. Todos estaréis pensando en lo mal que lo ha pasado, si queréis tener éxito eso no puede suceder. Da igual todo, lo que importa es lo que creemos y lo que aportemos.
No podéis estar todo el día acariciando al perro, porque no entenderá absolutamente nada. Solo entenderá: tengo miedo caricias, tengo hambre caricias, tengo ansiedad caricias…. Que condiciona el humano, todas las cosas malas y buenas sin discriminación sin aportarle nada al perro, solo agravar su problema. Expongamos un caso y veamos vuestras opiniones: