24/01/2024
Mentiría si no dijera que han sido dos años muy duros.
Desde que Ares se fue yo no he levantado cabeza, no es ningún secreto que caí en el pozo de la depresión y este año acabó entre más lágrimas, rabia y mucho cansancio, entre médicos, palabras de aliento, apoyo y mucha paciencia, cambios en la decoración de casa con mil proyectos en mente, pero sin fuerzas, ni ganas, porque no soy capaz de avanzar, me estanco en mi tristeza, esta tristeza que se aferra a mí, la única amiga fiel que no me abandona.
Vilma trajo aires de alegría a casa y más paciencia, no la suficiente, lo reconozco; porque me está resultando muy difícil adiestrar a mi "Aresita" como yo quisiera, (es que encima se parecen).
También y lo reconozco, porque no he sabido llegar a ella, aún no, pero yo no me rindo, yo nunca lo hago, ¿verdad?
O eso me dicen.
Ares dejó una gran herida en mi alma, herida que no ha curado. Gracias a Gustavo Henrique Manhas, he aprendido a perdonar mi egoísmo y a seguir adelante o al menos intentarlo, solo que no me perdono y vivo con esta culpa que me está matando.
No voy a disculparme por haber estado ausente, al fin y al cabo, siempre lo he estado, pero acudo a la llamada y cumplo; o al menos lo intento, esto ya dice mucho de mí, sobre todo después de haber perdido a mi Ares de una forma tan cruel e injusta; me hundí.
Me suelen decir que yo soy fuerte, mentira, es más lo que aparento y lo aparento bien, en el fondo, solo quienes me conocen saben cómo estoy realmente, sois pocos, pero los suficientes para darme ánimos y estar pendientes de mí, gracias, aunque me moleste y me agobie, porque yo no soy de mostrar mis sentimientos, ni de coger el teléfono, no os estrañéis, lo descuelgo por muy poca gente y cuando no lo hago, no me pidan explicaciones, no soy de darlas tampoco, nunca lo he sido. Yo soy más de escribir y cuando lo haga, temblad, me queda mucho por decir, solo que no encuentro las palabras adecuadas.
Descansa en paz mi vida.
Hoy hace dos años sin ti, a esta hora mi vida quedó vacía, yo hecha añicos, quedaste ingresado desde por la mañana y yo me quedé con muchas preguntas en un mar de dudas, con mucha rabia, mucho miedo por perderte, esa noche yo no dormí nada pensando en ti y en volver a verte y abrazarte, no fue así, me despedí de ti con una gran pena y muchas lágrimas. No fue un hasta nunca, es un hasta siempre, porque sé que en mil vidas, en todas contaré contigo, porque eres mi todo, te convertiste sin quererlo en el amigo fiel, en mi hijo querido, en mi destino y prometí quererte toda tu vida y el resto de la mía, por siempre tú mi Ares, mi eterno guerrero. Te quiero y no te olvido.
Te veo tras el arcoíris.🖤🌈🐾