Lucy Rees

Lucy Rees En el pensamiento indígena americano, uno conoce algo solo cuando se conoce desde los 4 aspectos del ser humano: mente, cuerpo, corazón y espíritu.

Saben que no estoy en redes. Este año he estado en investigaciones importantes sobre el comportamiento de los caballos, ...
10/08/2024

Saben que no estoy en redes. Este año he estado en investigaciones importantes sobre el comportamiento de los caballos, tanto con otros de su especie y como eso se relaciona con los humanos. Sus emociones, entre otras cosas. Ya saben que estaré en México en el mes de noviembre. Mi amiga y profesional Paola Arreola y el Instituto Internacional de Aprendizaje y Crecimiento Asistido con Equinos están organizando esta visita. Pueden escribirles y os dejo aquí la publicidad que me han compartido.

10/07/2024

Mis fechas en México 2024 serán:

16 y 17 de noviembre en la Marquesa
23 y 24 de noviembre en GDL
30 de noviembre y 1 de diciembre en Puebla

Pueden ponerse en contacto con mi amiga Paola Arreola o al número del Instituto Internacional de Aprendizaje y Crecimiento Asistido con Equinos

Os espero.

El miedo, el trauma y el entorno La brutalidad de la doma que vi en Tuva este año – la misma que he visto en Venezuela, ...
13/11/2023

El miedo, el trauma y el entorno

La brutalidad de la doma que vi en Tuva este año – la misma que he visto en Venezuela, Argentina, Arizona y otros países – me hizo reflexionar sobre el miedo y el trauma del caballo.
El miedo es una emoción adaptiva y necesaria. Si un animal no teme una experiencia que amenaza su vida y aprende evitar su repetición, no sobrevivirá. Es lógico. El trauma es otra cosa. No es simplemente un miedo exagerado y duradero, es la invasión del miedo en todos los aspectos de la vida del animal o la persona. No hay evidencia de que los animales lo complican avergonzándose por no conseguir superarlo como hacen los humanos, pero muchos de los síntomas básicas coinciden en los dos: el pánico al encontrar cualquier cosa que haga acordarse de la situación traumática; la incapacidad de controlar este terror; las reacciones exageradas a cualquier pequeño susto; la depresión y la retirada de la vida social; los periodos de “ausencia” cuando la mente se disocia del cuerpo dejándolo abandonado; las pesadillas, los disturbios del sueño y los perjuicios a la memoria. Mientras estos síntomas son normales durante un mes o dos después de una experiencia traumática, es su persistencia lo que marca el PTSD o desorden del estrés postraumático, el cual pueden sufrir los animales tanto como nosotros. Habitualmente el caballo traumatizado nunca se echa al suelo ni se revuelca. Nuestros intentos de habituarle a los elementos que formaron parte de su desgracia fracasan e incluso empeoran sus reacciones.

Esto es parte de lo que estaré compartiendo con ustedes en las fechas que os veré en México gracias a mi amiga Paola Arreola, su Instituto y a las personas que le han apoyado a que esto suceda.

Espero veros en noviembre.No soy amante de la tecnología. Estar en la vida real me es más grato.Os espero para veros en ...
03/10/2023

Espero veros en noviembre.

No soy amante de la tecnología. Estar en la vida real me es más grato.
Os espero para veros en persona y no solo aquí.

Me compartieron esta publicidad, aquí la cuelgo para que os vayáis enterando.

Pintxo y su compañera leal de muchos años, Indar, tenían una potra, la guapa Itaia. Como normal, cuando Itaia entró en s...
08/09/2023

Pintxo y su compañera leal de muchos años, Indar, tenían una potra, la guapa Itaia. Como normal, cuando Itaia entró en su primer celo, Pintxo la echó de la banda. Se emparejó con el joven soltero Zabal y produjeron una potra, Birka. Con solo un año, Birka se empeñó en un soltero de paso, pero se quedó con Zabal e Itaia, algo poco común, pero era muy joven. Zabal pareció contento con su familia hasta marzo, cuando Itaia y Birka daban luz a sus potrillos durante la misma noche.

Las yeguas siempre se apartan de su banda para el parto, pero Birka tardó dos días al reencontrarse con Zabal e Itaia. Supongo que Zabal no se preocupó en buscarla porque es su hija y no debía ser con el como sea. Aunque no protestó cuando reaparecía, ya que tampoco le hizo mucho caso.

Un día, hace casi dos meses, Zabal, las dos yeguas y sus dos potrillos iban al charco, que está rodeado de mata densa y alta, al mismo tiempo que Pintxo e Indar. Había bastante confusión en la mata y al final salieron Indar, Itaia y su potrita seguidas por Pintxo. Zabal se olvidó de Birka y los persiguió ansioso (no sé si fue más por la preocupación de la seguridad de su hija o por la pérdida de la yegua). Pintxo se giró y sin examinar a Zabal, le embistió con rabia. Zabal huyó. Hay que ver que Pintxo es nuestro semental más mayor, con 14 años, mientras Zabal, con 7 años, está empezando su carrera como semental y fue una decisión sabia. Pero siguió por detrás de ellos. Cada vez que Pintxo podía verlo, le atacaba.

Esta situación incómoda se mantuvo durante dos o tres semanas. Cada cinco minutos, Pintxo atacaba a Zabal, pero nunca consiguió tocarle ni convencerle de desistir en perseguirlos. Zabal aprendió a quedarse a una distancia diplomática escondido en la mata mientras mantuvo la banda en vista. Pintxo perdió peso, Zabal no. Poco a poco, más por la conducta de Zabal que de Pintxo, los ataques disminuyeron hasta que Zabal podía estar en plena vista de Pintxo, pero con su distancia (unos 30 metros). Era más bien la situación que describe Linklater, un conflicto continuo e incómodo.

A los caballos no les gusta el conflicto y menos el conflicto continuo, buscan soluciones. Las cosas cambian, las emociones se calman. Vimos que el antagonismo de Pintxo llegó a una tolerancia de Zabal, pero Pintxo no había llegado a verle como aliado en la banda.

La primera indicación ocurría hace una semana. Estaba observando la banda de Pintxo cuando llegó la banda de Txito. Ahora Txito es un gran semental, en su mejor etapa de vida, y no tiene miedo de nadie, incluido Pintxo. Hay una potrita muy atrevida e independente en su banda, que al ver la de Itaia, iba a investigarla. Las dos empezaron de jugar como locas, galopando a tope entre las dos bandas hasta agotarse. Ambos se quedaron examinándose al lado de Itaia y Pintxo. Txito no estaba para perder a su hija, iba a recuperarla como el buen padre que es, preparado al invadir la banda de Pintxo. Pero quien intervino no fue Pintxo sino Zabal, que salió de su mata a enfrentarle. Había un encuentro ruidoso, con manos en el aire. La potrita decidió volver a la seguridad de su madre y en un momento todo se calmó. Txito volvió a su banda y Zabal a su mata. Pintxo, que no se había movido de las yeguas, iba tranquilo a Zabal, frotó su cuello contra el de Zabal y volvió a las yeguas.

Me interesó mucho este cambio en sus relaciones, pues pareció que Pintxo había dicho a Zabal “buen trabajo, amigo, gracias”. Había visto que los ataques habían disminuido y que Pintxo había, por fin, aceptado la posición de Zabal como satélite visible y constante de su banda. Pero no había visto ninguna señal de colaboración hasta esta.

En días pasados tuvimos más evidencias. Allí estaban Pintxo, las dos yeguas y la potrita, con Zabal a 30 metros de ellos. Vino un relincho alto. Pintxo no le hizo caso, pero Zabal iba a investigar. Salió de la mata con una potra, Cuacos, de un año y vagando de un lado a otro en la dispersión natal. La potrita de Itaia vino a ellos y los tres quedaron aparte comunicándose con mucho gusto. Cuando la potrita de Itaia se aburrió de esta conferencia, volvió a su madre y Cuacos se giró atrás. Zabal la siguió cabeza abajo recogiéndola mientras intentaba escapar. Zabal se calentó asustándola más y los dos galoparon arriba y abajo. Nos costó unos minutos para darnos cuenta de que no estaba recogiéndola para sí mismo sino para incorporarla a la banda de Pintxo. Creo que ella tampoco tenía claro dónde irse, pues le costó a Zabal un buen trabajo. Al final consiguió entregarla a Pintxo, que en su torno bajó su cabeza al suelo para recogerla con las demás. Zabal lo miró contento. Hoy Cuacos no está con ellos, tampoco está con Zabal, que ha resumido su rol del Ministro de Extranjería de la banda. Hemos visto un par de veces cuando Pintxo le encuentra en la mata (están en la parte alta, que es todo brezo) y se saludan amigablemente.

He visto cómo esta relación negativa ha evolucionado a una positiva. La persistencia de Zabal es impresionante y me parece que no está ocasionada por un amor infinito de Itaia, sino por la preocupación hacia la seguridad de su hija tan pequeña.

Claro, no tengo ni idea si esta es la manera normal en la que se forman estas bandas: que una yegua decide irse a otra banda con un potrito pequeño y el padre los sigue. Lo que sí que sé es que, por norma, un semental no está tan persistente si pierde solo una yegua a otro semental. Parece que se enfadan un momento y luego aceptan que ella puede escoger a quién quiera, sin rencor. Una hija es diferente, por lo menos cuando es pequeña. Es el deber del padre cuidarla. Pero lo que me ha impresionado es cómo los dos sementales llegaron primero a una tregua cómoda para los dos y luego a una colaboración amistosa. O sea, al final es Claudia Feh la que gana mi voto.

Lo que sigue pareciendo un poco raro es que Itaia, que ya tiene siete años, ha decidido volver a vivir con su madre. Espero que la próxima primavera vuelva a Zabal, ya que Pintxo no la va a cubrir. Por cierto, la persistencia de Zabal merita alguna recompensa.

Lo que impresiona a la gente, que tiene la suerte de ver estos episodios, es la sabiduría, la y la inteligencia emocional que demuestran los sementales a pesar de su tendencia de calentarse en los primeros momentos y cuando su paz se disturba. Se dan cuenta también por qué el semental doméstico, tan a menudo deprimido de cualquier educación social y de cualquier posibilidad de completar el rol que le dicta su naturaleza genética, no puede llegar a esta inteligencia emocional. Le queda solo la depresión (que sirve bien a la gente, no da guerra) o la frustración que le lleva a las explosiones emocionales que no saben gestionar.

Os comparto la información de mi visita a México.Más información con el organizador Instituto de Coaching Profesional As...
06/09/2023

Os comparto la información de mi visita a México.

Más información con el organizador Instituto de Coaching Profesional Asistido con Caballos México ICPAC y Paola Arreola

Os compartiré mis investigaciones con Caballos en libertad en Mongolia, Rusia, Noruega, España, Tuva y os compartiré el cortometraje sobre mi investigación sobre la relación filial de los caballos con el humano.

Seguimos con CarameloLa flexibilidadEl cambio de la musculatura y la aceptación de la embocadura me abren dos puertas: l...
01/07/2023

Seguimos con Caramelo

La flexibilidad

El cambio de la musculatura y la aceptación de la embocadura me abren dos puertas: la primera, la mencionada arriba, la buena parada; y la segunda, la de la pierna interna y la flexibilidad.

En Inglaterra me enseñaron que la pierna interna actúa como un pilar alrededor del cual se incurva el caballo usando las riendas y la pierna exterior. En Portugal aprendí a tocar el lado del caballo con la rodilla y la parte de arriba del gemelo moviéndolos hacia adentro y adelante, en el momento que el caballo está moviendo su pierna interna hacia delante. Por la sincronía, el caballo pisa más adelante y adentro, flexionándose alrededor de la pierna como hace un niño cuando le hacemos cosquillas en las costillas por debajo de la axila. Confieso que me costó una barbaridad conseguir usar la pierna así sin tensarla, pero los resultados merecían la diligencia: puedo flexionar al caballo con delicadeza sin usar la rienda o la pierna externa, aunque con ciertos caballos, al inicio tengo que usarlas un poco para ayudar al caballo a entender lo que significa la pierna interna. Cuando este capta la idea, el caballo estira el cuello, flexiona la nuca, crece la cruz y cambia su equilibrio. Creo que es porque estimulamos el músculo serratus ventralis, que forma parte del corsé que suspende y levanta el tren anterior. De todas formas, para mí es imprescindible tener esta reacción a la pierna interna antes de intentar la espalda adentro, esta aspirina de la doma que abre las puertas de la flexibilidad, el equilibrio y así las habilidades gimnásticas del caballo.

La subida fortalece los músculos de la línea dorsal de manera natural y voluntaria

Releyendo esto, parece muy técnico y quizás los es, aunque es posible que, como yo misma, no pertenezca a una escuela determinada de doma. Mi meta no es competir ni pasar mi tiempo en pistas sino tener un caballo que coopere conmigo por voluntad, porque ha descubierto placer al hacerlo; un caballo que no pesa en mi mano y suele responder antes de sentir mis ayudas, porque reconoce el movimiento de mi cuerpo antes de aplicarlas; un caballo que confía en sus habilidades físicas y mentales para solucionar los problemas que encontramos, porque le he dejado el espacio para experimentar y concluir por sí mismo. Lo que he aprendido, es que para conseguir un caballo así, sobre todo cuando empezamos con uno que no tiene ninguna intención de cooperar, necesitamos m***ar de forma más bien cooperando con él: no impedimos ni corregimos sus malos hábitos al moverse sino que le ponemos en sitios donde le es imposible repetirlos.

El primer ejemplo, hace meses ya, fue poner a Caramelo en caminos pedrosos donde no pudo andar invertido porque se tropezaba, por eso, bajó la cabeza para ver dónde estaba pisando y se encontró más cómodo. De la misma manera, cuando quise pedirle el giro agachado sobre los traseros, empecé a pararlo en un sendero estrecho cuesta arriba donde no pudo avanzar más, así que tuve que indicarle con la mirada y el cuerpo que teníamos que volver. Naturalmente lo hizo girando sobre los traseros. Al ver que lo pudo hacer, empecé poco a poco a pedirle en senderos menos inclinados. Su galope más corto y los cambios de mano, le vinieron por salir del camino y galopar evitando árboles: algo emocionante al inicio, pero le enseñó a templar su galope sin tirar a las riendas.

Después de unos meses, su dorso y su cuello han cambiado por completo

Cuando ponemos las ayudas para pedir un movimiento que ya sabemos que está dentro de las capacidades físicas del caballo (fuerza, equilibrio, coordinación), necesitamos exactitud, delicadeza y el momento justo. Empezar en los sitios donde es inevitable que haga este movimiento sin ayudas si tiene estas capacidades es su solución natural al problema, podemos ponerle las ayudas con esta delicadeza, nunca forzando, hasta que las reconozca y responda a ellas en cualquier lado.

Necesitamos también saber que nuestro asiento y equilibrio no están impidiendo lo que pretendemos. El caballo tiene mucha más consciencia del equilibrio y la fluidez de nuestro cuerpo que nosotros mismos. Veo esto como gran problema para los que m***an solo en pista plana, que suelen acabar usando las ayudas con demasiada presión porque su cuerpo está impidiendo el movimiento que quieren; tampoco el caballo está acostumbrado a ajustar su equilibrio. En los terrenos complicados donde los caballos se mejoran de forma natural, ambos tenemos que ajustarnos a cada paso para llegar al equilibrio y coordinación que es la m***a fluida; la llave es evitar la presión de las riendas.

Así continuamos, Caramelo cada vez más fuerte, bello y atlético, pero quizás lo más marcado de los cambios que ha hecho es lo de su vida interior. Ha adquirido el aspecto de un caballo confiado en sí mismo, que sabe gestionar el mundo, que se enfrenta a los desafíos con gusto y ánimo, un caballo que disfruta de su vida. Sus ojos brillan, se siente chulo, un señor caballo. Restaurar al caballo su derecho de ser caballo, sus ganas hereditarias de ser un atleta feliz, es para mí el gran placer de la doma natural.

La bocaDespués de varios meses, Caramelo sabe que mi pelham de goma no le puede dañar ni darle miedo. No obstante, su re...
29/06/2023

La boca

Después de varios meses, Caramelo sabe que mi pelham de goma no le puede dañar ni darle miedo. No obstante, su reacción automática al sentirme mover una mano es la de subir la cabeza, pues le he guiado entre los laberintos de brezo y escoba con mi cuerpo y la pierna externa para evitar esta eventualidad. Ahora, en las curvas empiezo a levantar y adelantar mucho la mano externa; por respuesta, Caramelo baja y flexiona el cuello, pues viendo esto empiezo a usar la mano interna abierta y obtengo buenos resultados. No es una manera muy elegante de m***ar, pero consigo curvas elegantes sin ponerle ninguna presión y puedo reducir la exageración de las ayudas cada vez más.

Normalmente, monto con los dedos relajados y abiertos: mi idea de contacto es el peso de la rienda. Cuando veo que en estas curvas Caramelo está relajando la mandíbula (no tiene muserola ni cierra bocas para impedirle), experimento cerrando el pulgar brevemente por encima de la rienda, deteniéndola, y encuentro que sí, fue el momento justo de pedírselo porque hace lo que espero: flexiona la nuca con facilidad, como si fuera impensable reaccionar de otra manera. Practicamos esto en las curvas hasta que estoy convencida y al primer intento en línea recta, ¡vaya! la parada perfecta.

La parada está fatal y hasta que no fortalezca el dorso no mejorará

Os vemos en noviembre en México, os volveré a verlos

Cómo conseguir un caballo confiado en sí mismo, que se enfrenta a los desafíos con gusto y ánimoAprende cómo Caramelo co...
27/06/2023

Cómo conseguir un caballo confiado en sí mismo, que se enfrenta a los desafíos con gusto y ánimo

Aprende cómo Caramelo consigue esta confianza de la manera más eficiente, gimnástica y cómoda
Mi método de trabajo con Caramelo es la de enfrentarle a sitios donde, la más fácil, o mejor, la única opción para salir será usando su cuerpo de la manera más eficiente, gimnástica y por eso cómoda; dejar que la descubra sin impedirle ni obligarle; felicitarle (¡cómo ha aprendido guiado por un “¡muy bien!”!); dejar que se convenza de que puede encontrarla de una manera cada vez más fácil; por repetición cambiar su musculatura y al final, cuando su nueva manera de coordinar sus movimientos es habitual y fácil para él, pedirle cosas en situaciones que no le son favorables. Esta es la 2ª parte de mi historia con Caramelo, la primera parte ya os la conté anteriormente en las publicaciones pasadas.

Caramelo, 2ª Parte. Avanzamos

Veo que es relativamente fácil para un caballo en pista plana moverse de manera ineficiente e insostenible (invertida, rígida, desequilibrada o muchas otras), por lo que le imponemos la educación que queremos darle. Sin embargo, en el campo sí sabemos cómo afrontar los retos a los que nos enfrentamos, puede aprender a recuperar su agilidad con nuestro peso encima descubriéndolo por sí mismo. Así gana confianza, lo que demuestra con su actitud.

Después de un par de meses andando con la cabeza más abajo, el cuello y dorso estirados, tranqueando bien, Caramelo lo tiene como su modo habitual de caminar. Pero el trote es un desastre, como también la parada y cualquier toque de la rienda: levanta la cabeza, hunde el dorso y está invertido de nuevo. La falta de músculo en su dorso hace que sea imposible redondearlo y meter los pies. Entonces, no intento corregirle, sería molestarle sin posibilidad de éxito: evito pedirle. Si empieza a trotar, acelera enseguida hasta un galope que ambos disfrutamos: abierto, cubriendo terreno, con la rienda suelta, porque después de sus primeros ensayos, Caramelo descubrió que no estaba intentando pararle y por eso no necesitó huir. Hay pocos sitios aptos, pero tenemos varios caminos de tierra de un par de kilómetros donde puedo dejarle encontrar el placer de moverse con ritmo y soltura, y estirarse hasta que el cuerpo agradezca. Me parece que esta sensación la ha disfrutado poco en su vida confinada y controlada, y es la primera señal de que estar m***ado puede ser un placer para él.

Empezar a fortalecer el dorso

Sin abdominales no hay dorso, y lo que hacen los abdominales (y cuartos traseros) es propulsarle cuesta arriba. Cuanto tenemos subidas pronunciadas, tenemos que m***ar en suspensión para liberarle el dorso y que lo redondee. Las subidas inesperadas, cuando lo giro de repente para saltar por encima de un bancal bordeando el camino, le obligan a agacharse usando el psoas y iliopsoas, los músculos que le ayudarán – lejos todavía – a reunirse. Son las subidas largas y menos inclinadas las que solucionan el trote, sobre todo las que tienen inclinación de 500m en 3km. Se lanza a ella invertido, se agota muy rápido y cuando pido que siga trotando, no encuentra más remedio que bajar la cabeza y empujar desde atrás, mientras canto felicitaciones. Cuando ha captado esta idea, le dejo caer al paso y de inmediato pido trote de nuevo: así consigo buenas transiciones. Después de un mes, podemos hacer la transición y el trote de buena manera en cualquier lado.

Al saltar hacia abajo se reúne

En la siguiente os platicaré de la boca.

Recuerda que os veré en México en noviembre. Información con mi amiga Paola Arreola

Por desgracia, muchos caballos no disfrutan de estas condiciones. El mundo ecuestre ha normalizado prácticas hoy día no ...
25/06/2023

Por desgracia, muchos caballos no disfrutan de estas condiciones. El mundo ecuestre ha normalizado prácticas hoy día no aceptables según estos criterios ni a la “creciente sensibilización de la ciudadanía”. Sin ser animalistas exagerados, ¿estamos de verdad cómodos con lo que vemos diariamente? Los caballos ¿tienen “experiencia afectiva positiva” en nuestras manos? Nos toca examinar nuestras prácticas y enseñanzas con un ojo autocritico y ver cómo aproximarnos a las en que sus necesidades fisiológicos y etológicos sean cumplidas. Vamos por partes, con unas sugerencias mínimas para abrir los ojos a cómo podemos mejorar.

De verdad ¿consideramos que estas condiciones son aceptables para un animal que siente y es consciente?

El bienestar mental. El caballo está adaptado a una vida dirigida por sí mismo, lleno de elecciones y decisiones, invest...
24/06/2023

El bienestar mental. El caballo está adaptado a una vida dirigida por sí mismo, lleno de elecciones y decisiones, investigaciones y hallazgos que le aportan la sabiduría y la confianza. En cambio, se encuentra deprimido. Se controla cuándo come, donde vive, con quien, cuándo se mueve y cómo. La obsesión por el control (y el miedo de perderlo) excluye la cooperación voluntaria: se somete para no entrar en conflicto, o sufrir más presión. Esta imposición continua le aplasta el alma, produciendo los zombis mecanizados que satisfacen algunos egos; pero no es bienestar (ni arte ecuestre, dice Nuno Oliveira). El caballo quiere estar ágil y fuerte, para escapar los depredadores; entonces ¿por qué no le damos su ejercicio en sitios interesantes que exigen su agilidad y fuerza así como dejarle descubrir cómo usarlas? Quiere investigar y aprender por sí mismo y tiene placer por hacerlo ¿Por qué no inventamos las situaciones en que pueda hacerlo? En fin, ¿por qué no nos dedicamos a ayudarle a ser caballo que desfrute de su vida usando sus capacidades? Eso es el verdadero bienestar.

En las hípicas debemos enseñarles a exigir sin arte ni empatía

La ley promueve la educación de los dueños de los animales y los profesionales que trabajan con ellos, sobre todo los que enseñan a otros. La formación hípica, formulada en tiempos muy distintos que el presente, necesita actualizarse, con énfasis en las necesidades fisiológicos y etológicos del caballo, la teoría del aprendizaje y el reconocimiento del dolor y los estados anímicos negativos. Las clases deben de empezar con la introducción del principiante al caballo y su etología, la observación de sus expresiones y las actividades interesantes pie a tierra antes de enseñar la m***a, usando métodos que no perjudican el caballo como hacen las clases hoy día: el buen asiento y el acoplamiento fluido del jinete al caballo antes de intentar controlarlo. Más que todo, las hípicas deben de ser donde uno aprende los modelos del bienestar equino, tal y como los concursos deben de ser donde admiramos los atletas felices.

Nuestra segunda meta con esta investigación es la de tener una base de datos que podemos comparar con la obtenida entre ...
22/06/2023

Nuestra segunda meta con esta investigación es la de tener una base de datos que podemos comparar con la obtenida entre los caballos domésticos. Ya sabemos que hay muchos que no saben relacionarse bien con otros, pero ¿por qué? Tenemos la pista de que un caballo no criado con otros incluso caballos adultos, le falta esta sabiduría, lo que afecta de manera profunda su bienestar. Por estudiar cómo las relaciones amistosas se desarrollan de manera natural, tenemos más idea y otras medidas para evaluar las condiciones de los jóvenes para asegurar su bienestar futuro. Nos lleva al re-evaluar los efectos sociales duraderos del destete abrupto.

El tercer paso será el que casi tiene más interés para los que interaccionan con los caballos: ¿demuestran las mismas señales de afición a nosotros? ¿Cómo podemos ofrecerles nuestra amistad o reconocer las ofertas que hacen a nosotros? Los que han trabajado con los potros enteros, sobre todo los aislados, saben que sus mordisquitos no son agresivos, son su manera normal de expresar su afición y confianza, aunque, como las potras, no disfrutamos de ellos. Sin embargo, deberemos reconocerlos por lo que son. Un hecho que encuentro triste es que poquísimos caballos domésticos se atreven a oler nuestra cara, aunque esta es la primera cosa que hacen para investigar a otro o al rencontrar con un amigo. Para el caballo salvaje, cuando quiere conocernos, oler nuestra cara es primordial antes de contemplar una relación más íntima; lo hacen los inocentes que no se han castigado para hacerlo. Pero la gran mayoría de los caballos domésticos han recibido una palmada por parte de la gente desconfiada, que teme que la muerda la cara. Así se los deprime del paso para ellos imprescindible en el inicio de la relación que queremos, la amistad y la sincronía voluntaria.

El semental expresa su afición con su familia al vigilar mientras los demás descansan. Como os muestro en la imagen.

Hablaremos mucho sobre esto en la visita que tendré en México en Noviembre. Pregunta en la página www.cmpintegral.com/icpac-digital fechas y lugares donde estaré.

La nutrición. Muchos caballos son malnutridos incluso aunque no lo parecen. Su comida natural es una variedad amplia de ...
21/06/2023

La nutrición. Muchos caballos son malnutridos incluso aunque no lo parecen. Su comida natural es una variedad amplia de plantas. Estas mantienen la microbiota o flora intestinal rica y equilibrada, la llave a su salud física como mental. En cambio, se suele darles paja, que no es digerible ni nutritiva, añadiendo los cereales para darles más energía, un camino tramposo: el caballo tiene una necesidad vital para ciertos nutrientes que faltan a los cereales si no están equilibrados, dando la impresión de que necesita grandes cuantidades para mantenerle en buena forma. Esta sobrealimentación desequilibrada perjudica la digestión y la microbiota, dando lugar a la obesidad, la laminitis, la intolerancia a la insulina, los cólicos, los problemas articulares, las alergias, la deficiencia inmunológica, la depresión y el mal humor: es decir, su salud en general. Los probióticos no compensan para la nutrición inadecuada; cuando son útiles es después del uso de antibióticos. Tampoco podemos añadir los suplementos a azar, los que pueden incluso causar más desequilibrio. El caballo es más sano en pasto permanente bien cuidado, sobre todo donde hay setos ricos, y con heno de tal pasto. Donde es imposible, podemos por lo menos cultivar hierbas medicinales y plantas nativas o pasear el caballo del ramal en los caminos y bosques, viendo lo que escoge. Pero deberemos considerar si estamos justificados al mantenerles en condiciones inadecuadas solo porque nos conviene.

El caballo tiene una necesidad fisiológica de evitar las ayunas, ya que su producción del ácido gástrico es continua; no es como la nuestra, que se inicia cuando hay comida. Muchos caballos en cuadra o corral comen su ración y heno en 2 horas, pasando la noche generando úlceras por el ácido atacando su estómago. De los caballos de deporte entre 60 y 90%, según su disciplina, tienen úlceras. El problema disminuye por el uso de los “slow feeders” incluso en la cuadra.

Los slow feeders consiguen que el caballo coma de manera adecuada y no genera úlceras

Hablaremos mucho sobre esto en la visita que tendré en México en Noviembre. Pregunta en la página www.cmpintegral.com/icpac-digital fechas y lugares donde estaré.

La falta de conocimiento básico impactó a Dr. Emily Kieson durante sus investigaciones sobre la relación humano-caballo ...
19/06/2023

La falta de conocimiento básico impactó a Dr. Emily Kieson durante sus investigaciones sobre la relación humano-caballo en las terapias personales, ya que las interacciones entre los dos son el vehículo principal de la terapia. Entonces estamos trabajando juntos para conseguir el primer paso: un etograma del comportamiento afiliativo equino. Estamos estudiando los vínculos y su expresión en mi manada de pottokas para tener la base natural. Nuestra intención es la de catalogar las conductas que se ve en los vínculos diferentes mencionados arriba: la expresión de amistad entre dos machos jóvenes, que se mordisquean a menudo, es muy distinta que aquella sutilísima entre dos yeguas, por ejemplo. Cada relación tiene sus matices. Me fascina la experimentación que el potrillo tiene que hacer para llegar a formar una amistad con otro, ya que la única relación que ha conocido hasta entonces es la con su madre. Pero no me detengo con las revelaciones que pienso haber detectado, la ciencia es un proceso de acumular impresiones hasta formar una hipótesis que, cuando se la pone a la prueba, se sostiene o no. Vamos aprendiendo.

Disfrutan cuando respiran el aliento de su amigo. Como os muestro en las fotos.

Otra razón para la agresión a menudo vista en los grupos domésticos es el hábito común de poner la comida en montes o cu...
18/06/2023

Otra razón para la agresión a menudo vista en los grupos domésticos es el hábito común de poner la comida en montes o cubos que fomentan la competencia, cosa que el caballo salvaje no experimenta. Los agresivos se premian con la comida, convenciéndose que la agresión es una manera ganadora de tratar con otros. Con el forraje puesto en varios comideros lentos, la agresión disminuye. El problema es de nuestra creación. La mejor manera de eliminarlo es la de no dejarlo surgir para nunca crear la competencia antinatural.

Nuestra interacción con el caballo necesita una revisión seria. No es una competición para el control a base de ponerle incómodo cuando no coopera sino una conversación respetuosa entre dos seres igualmente sentientes y conscientes para entenderse durante las actividades juntos. En cambio:

se acostumbra a ver los caballos sometidos a la prohibida (Art. 25 a) práctica que les pueda producir sufrimientos, daños físicos o psicológicos u ocasionar su muerte:
daños y sufrimientos como las estereotipias, las lesiones por trabajo y los cólicos.

se utilizan cada día (Art. 25 b) métodos y herramientas invasivas que causen daños y sufrimientos:
como la embocadura metálica en las manos inexpertas, la serreta, la fusta, la espuela, la muserola apretada; las posiciones forzadas, la rienda alemana…una lista interminable de las maneras en que se impone las exigencias humanas por la coerción, impulsado por la ignorancia de la naturaleza del caballo.

Los caballos no se imponen unos en otros. A veces protestan a la falta de respeto del otro y le alejan, pero nunca obligan al otro a hacer algo. Se acercan con respeto, se huelen y se tocan con respeto, experimentando al ver lo que el otro encuentra aceptable o placentero. Una vez amigos, se sincronizan sus movimientos y actividades juntos con voluntad.

En cambio, “¿Cómo se obliga al caballo a…”? es una pregunta frecuente. Mientras el caballo no quiere estar con nosotros, ir de A a B juntos implica la obligación.

Entender la naturaleza del caballo, que quiere sentirse seguro con nosotros y no presionado, dolido o confuso; hacerle amigo y no intentar comprarle con chuches; seducirle recordando que Solo Sí es Sí; entender que le gusta aprender y que quiere quitarse de su miedo, pero tenemos que aprender cómo ayudarle: tenemos trabajo aquí.

Algunos crecen siendo torturados, como el que os dejo en la foto.

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