05/10/2016
CACHORRO Y PERRO ADOLESCENTE
Teníamos muchas ganas de realizar este escrito, y de compartirlo y dedicárselo a Kenzo, el nuevo miembro de la familia de solo 5 meses. Ya hace unas semanas llegó a nuestras vidas, y poco a poco ha ido encontrando su sitio en nuestro hogar y corazones, ayudado por Baloo y Tai, a los que les estamos muy agradecidos por su labor e implicación, pues Kenzo llegó como todo un loquillo que no paraba de correr, morder, jugar, ladrar.. (una joyita jiji). Entre todos lo hemos calmado, empieza a saber cómo debe comportarse, todavía queda un gran camino a recorrer con Kenzo, pero los primeros pasos que hacemos en el camino han sido inmejorables y nos dan la fuerza necesaria para seguir recorriendo este largo camino juntos. Nos encanta toda esa energía que regala al mundo sin más, esas ganas de explorar y saber del mundo, por no decir lo travieso que llega a ser. Así que bienvenido a nuestros corazones Kenzo!
La etapa de cachorro, es la más importante en la vida de cualquier especie, pues es en esta, donde se implantan las bases del ser que será. Ciñéndonos al mundo perruno, es en esta etapa, donde en estado natural, la madre le transmite paulatinamente toda la información necesaria al cachorro para ser un perro educado, seguro e íntegro.
La madre empieza la educación casi desde el primer día, dando amor, contacto y afecto. Una vez los cachorros comienzan a andar, ella les comunica (poniendo limites) que no deben alejarse del “hogar”. Y así se tirará unos meses marcando limites necesarios para educación y la convivencia de la manada, les enseñara a comunicarse (señales de calma), les advertirá de peligros a tener en cuenta y otras tantas lecciones.
En Baloo Calma Canina, entendemos que el cachorro debería estar al menos los 3 primeros meses de vida con su madre (siempre que no sea un peligro, en casos puntuales las madres no están muy bien y se recomienda que la educación no la imparta ella). Pues estos 3 meses son si cabe, los más importantes y en estos, les da una gran información esencial para la vida. Esta información como casi toda, es mucho más sencilla de transmitir de can a can, que no de persona a can, lo que entre ellos se trasmiten en una semana, podemos tirarnos tal vez meses, es por eso que ellos son realmente profesores entre sí, siempre que tengas un perro educado. Es por eso que recomendamos que los 3 primeros meses de vida los pase con la madre.
La llegada de un cachorro a casa siempre alegra y llena de felicidad el hogar y nuestros corazones, pero en muchos casos todo se ve truncado por los comportamientos del peque o nuestra falta de previsión. La llegada del cachorro, aparte de lo mencionado anteriormente, también es la llegada de un ser vivo, que empieza a descubrir el mundo, y ellos descubren entre otras formas por la boca (mordiendo), dependiendo la genética que tenga, puede morder más tejidos, o más muebles… Es normal y lógico, pensar que hacen los bebés? Todo lo que se encuentran va a parar a su boca.
Cuando el cachorro empieza hacer de las suyas, es cuando debemos tomar una elección. Tenemos varias alterativas, encerrarlo y/o encadenarlo fuera de casa, llamar a un adiestrador tradicional, llamar a un educador o sacándolo de nuestras vidas (protectora). Si elegimos la primera opción, es muy dudoso que el can llegue a poder convivir con nosotros y con otros canes de forma respetuosa. Si elegimos la segunda opción, tendremos un soldado a nuestras ordenes, pero no un perro que será seguro de sí mismo, tampoco tendrá autocontrol, será un perrete con una educación tradicional infundida desde el miedo, el cual haga o deshaga por miedo a castigos, golpes, tirones de correa… Si elegimos la tercera opción (la nuestra), podremos tener un compañero de vida, tranquilo, educado y con autocontrol de sus emociones y actos, un ser independiente, capaz de resolver problemas de forma adecuada. La base del educador es trabajar con la empatía y amor hacia el can. El educador analiza tanto al can como la familia, el entorno de vida, observa si padece un dolor, diagnostica unas rutinas de trabajo, y trasmite toda la información necesaria al dueño del perro, para que sea él, el referente para su perro. A todos los educadores nos gustaría que todos los propietarios acudieran en estas etapas tan tempranas a vernos para hacer educación preventiva. Todo sería mucho más fácil.
En la etapa de cachorro, hay que pensar que todo es nuevo, y la concepción que se hagan de cada experiencia, cosas, ser vivo… es la que marcará el carácter con el que se enfrente a eso desde entonces. Es por tanto que las primeras asociaciones son las más importantes de todas, si las hacemos en momentos controlados poco a poco, con calma y una a una, todo fluirá bien. En cambio si no realizamos buenas asociaciones, podemos padecer un perro reactivo y con miedos, al cual deberemos trabajar, para hacerle entender que esos miedos no son malos y puede vivir tranquilamente ante ese y cualquier estimulo. Por lo tanto, recomendamos que en esta etapa todo sea progresivo y tranquilo, sin estrés ni agobios, y respetando los niveles de estrés que le crearemos enfrentándolo a un océano de experiencias nuevas.
Los primeros paseos deben de ser muy cortos. Fuera de casa hay un mundo entero! y lo deben de concebir de forma que no les asuste ni estrese. Deben de conocerlo poco a poco, en estado natural, los cachorros, avanzan en “abanico” dejando atrás todo lo conocido y por lo tanto, no dan un paso si hay algo que dejan sin conocer detrás de él. De esta manera asocian paulatinamente todo el mundo como bueno y con seguridad.
Las primeras relaciones ante personas y perros, deben de ser supervisadas por nosotros. Deberemos marcar unas pautas de conductas tranquilas a las personas, para que el pequeño asocie bien a las personas (ni las asocie con miedo, ni con excitación).Deberemos también elegir perros idóneos (si los juntamos con perros loquillos, el nuestro aprenderá de él y será un loquillo más, y si le asustan les puede tener miedo y más adelante tendremos un perro reactivo a perros). Es por eso, que es interesante saber la comunicación que tienen entre ellos (señales de calma) y pararnos a observar que tipo de comportamientos tienen los perros que hay en el vecindario, como juegan y se relacionan entre sí, así podremos discernir buenas y malas compañías.
Concluimos con una reflexión, es muy bonito la llegada a casa de un nuevo miembro a la manada, pero un cachorro por contra tiene mucho trabajo, el cual si no se realiza de forma correcta, pagaremos en sufrimiento tener un animal inadaptado, en vez de ganar a un compañero de vida, que nos regalará amor y muchos buenos momentos.
Sawabona Can:
Yo te respeto,
yo te valoro,
y eres importante para mí.