11/03/2022
El pasado martes hizo tres años que me despedí de Thor. Son momentos que se te quedan grabados para siempre. Recuerdo todo lo bueno que compartimos, pero es inevitable que este día quede marcado en el calendario, y cada año, por más tiempo que pase, un pellizco en el corazón me lo recuerda.
Esa tarde salí a dar un paseo y los pies me llevaron a los sitios que tantas veces habíamos recorrido juntos. Todavía hoy, cuando pasó por allí, ellos son mi primer pensamiento, es un lugar que va unido a su recuerdo.
Aunque desde que tu perro llega a tu vida sabes que ese momento llegará, nunca se está preparado. Cuando se van dejan un vacío que nada va a suplir, y hay que atravesar ese duelo y aprender a vivir con ese pellizco que de vez en cuando te transporta a su recuerdo. Y entonces sonríes, porque su compañía, sus travesuras, su ingenio, su mirada, sus caricias, su amor… se queda en ti para siempre, y te recuerda porque decidiste compartir tu vida con un perro y porque volverás hacerlo.
Y cuando te sientes preparado aparece otro perro en tu vida, y lo acoges sin la expectativa de que se parezca "al otro", porque solo se parecerán en una cosa: el amor que te ofrecen a cambio de bien poco.
¡Disfruta con tu perro!