29/11/2023
La llegada de una mascota al hogar debe ser una decisión muy meditada ya que nos va a cambiar la vida durante muchos años. Una mascota es una gran responsabilidad y no es un objeto del que nos podamos deshacer cuando nuestras circunstancias cambian, o si no es lo que esperábamos (por comportamiento, salud, etc). Podría parecer innecesario escribir estas palabras, por obvias, pero debemos insistir, ya que todos los días vemos gente regalando cachorros recién acogidos (por no tener tiempo para atenderlos, etc) o la alta tasa de abandono, etc. Quizá alguno de estos casos se hubiera evitando planteándose como mínimo las siguientes preguntas.
-¿Tienes suficiente tiempo? ¿Y paciencia?
La paciencia es imprescindible, ya que tendrás que educar a tu cachorro/adulto a su llegada a casa. Puede que aprender a hacer sus necesidades en la calle le lleve tiempo, que tengas que pasar muchas fregonas, que destroce algún mueble, que ladre, etc. Recuerda que deben salir varias veces al día y los paseos deben ser de suficiente duración y estimulantes. En casa también debemos jugar con ellos y no esperar que se entretengan siempre solos.
-¿Es compatible tenerlo con tu estilo de vida?
Si trabajas todo el día, nunca hay nadie en casa y va a estar siempre solo piensa que no va a ser muy buena vida para él. También has de considerar cómo te arreglarás si tienes que mudarte, qué harás en vacaciones, etc.
-¿Conoces los gastos que puede suponer?
Además de los gastos de comida, vacunas y desparasitaciones, que es posible que ya contemplaras, tu mascota podría tener algún problema de salud, puntual o crónico, que requiriera seguimiento y tratamiento de por vida. Debes tenerlo en cuenta, así como la necesidad de tener ahorros para seguir cuidando de él ante imprevistos, como perder el empleo etc.
-¿Conoces tus responsabilidades?
Es obligatorio que tu mascota tenga microchip y seguro de responsabilidad civil (en el caso de perros) y con las vacunas y desparasitaciones que marque la ley. Suele ser obligatorio que las mascotas vayan atadas por la calle, (salvo zonas habilitadas) y recoger sus deposiciones. En muchos sitios hay que llevar una botella para lavar los orines.