12/03/2020
Una vida controlada al detalle: ¿Es realmente VIVIR?
Los Caballos domésticos dependen de nosotros para absolutamente todo. Somos nosotros quienes decidimos cuándo comen, qué, cuánto, dónde. Con quiénes interactúan, durante cuánto tiempo y bajo qué circunstancias. Cuánto se mueven, por dónde, a qué velocidad, durante cuánto tiempo... Y la lista continúa.
Para mí es aterrador pensar en una vida en la que dependiese de otro ser, sin poder decidir nunca por mí misma, esperando y apoyándome constantemente en alguien.
He estado reflexionando sobre ello; ¿qué me pasaría si me encontrase en esta posición? Probablemente perdería toda la motivación y curiosidad, dejaría de cuidarme a mí misma, de intentar resolver problemas, de encontrar nuevas ideas, me volvería incapaz de pensar por mí misma... porque, ¿para qué? Si otra persona lo va a hacer por mí de todas maneras 🤷🏼♀️.
Vaya, espera, ¿suena familiar? Resulta que muchos Caballos se encuentran en esta situación.
Es cierto que hagamos lo que hagamos, los Caballos domésticos siempre dependerán de los humanos hasta cierto punto porque no son Caballos ferales y es prácticamente imposible garantizarles un entorno 100% natural. No obstante, eso no significa que no podamos ofrecerles el tiempo, espacio, herramientas y condiciones necesarias para que puedan recobrar el control sobre sus propias vidas.
De hecho, no es un favor que les deberíamos hacer, es un *deber*.
Hemos de recordar que los Caballos no eligieron ser domesticados. Se les impone una vida que no han elegido. Lo menos que podemos hacer es tomar responsabilidad de ello y asegurarnos de causar el menor impacto posible en su relación con ellos mismos y con la Naturaleza.
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¿Qué pensáis al respecto? Me encantaría saber vuestra opinión.
¿Os gustaría una continuación sobre qué podemos hacer para reducir este impacto negativo que tenemos en la vida del Caballo? 🐴