07/11/2019
4 pasos para presentar tu bebé a tu perro
1 Sé previsor, acostumbra a tu mascota a las nuevas rutinas:
Antes de que el bebé llegue, acostumbra a tu perro a un horario que puedas mantener una vez esté el niño en casa, tanto en los paseos como en sus tomas de comida, así tu mascota no sufrirá todos los cambios a la vez .
En vuestros próximos paseos, seguramente salgas con el bebé y con tu perro al mismo tiempo, por lo que si tu mascota es un poco traviesa, es buena idea comprar un collar de adiestramiento o halti. Este tipo de collar para perro, es parecido a una cabezada para caballos y es el mejor método para enseñar a tu perro a comportarse durante el paseo, sin tener que hacer esfuerzos.
También es importante que se sienta querido así que dedícale 5 o 10 minutos de atención exclusiva para él: acaríciale, cepíllale, juega con sus juguetes, etc. Ha de ser un momento para los dos, que se deberá respetar cuando esté el bebé en casa también.
2 Los nuevos olores del bebé y sus juguetes:
Antes de que el bebé llegue, deja a tu perro entrar en su habitación y en la zona de cambiar pañales. Los olores nuevos le atraerán y debe acostumbrarse a ellos lo más rápido posible. Eso sí, si tu mascota intenta coger algo del bebé o tumbarse en los muebles del niño, corrígele con un firme “NO” o “MAL”. También es importante que cuando nazca el niño, le lleves ropa usada por el bebé para que tu perro se acostumbre a los nuevos olores. Déjalas por la casa esparcidas para que las pueda olisquear, pero no le permitas morderlas.
Si tu perro tiene juguetes de peluche o de goma, que son parecidos a los del bebé es posible que lleguen a quitárselos entre ellos así que lo mejor es comprar juguetes al perro diferentes y acostumbrarle a usar sólo los suyos.
3 La llegada del bebé a casa:
Cuando llegues a casa con el bebé, tu perro querrá saludar a todo el mundo, especialmente a la madre que ha estado fuera de casa unos días. Si es posible, intenta que alguien se quede con el niño unos minutos mientras la madre atiende al perro y hasta que éste se tranquilice. Entonces, podrás presentarles.
Siéntate con el niño sobre tus rodillas para poder controlar al perro y déjale que le huela, que se acerque e investigue al nuevo miembro de la familia. Si no estás seguro de cómo va a reaccionar tu perro o si es inquieto o brusco, puedes ponerle la correa.
Si el perro se muestra tímido o reacciona con miedo ante el bebé, acarícialo y háblale suavemente, aliéntale para que se acerque pero no le obligues ni le acerques tú al bebé. Si tu mascota gruñe al niño, ríñele y llévalo a otra habitación.
4 Las primeras semanas de convivencia:
Debes de saber que tu perro va a aprovechar cualquier descuido que tengas para acercarse al bebé e investigarle sin tu supervisión y cuando se tiene un niño esto ocurre varias veces al día sin que nosotros nos demos cuenta. Seguramente tu perro no sea agresivo, pero hay veces que un mero empujón puede hacer mucho daño al bebé. Por ello tienes que tener especial cuidado para que el perro y el bebé no estén solos en ningún momento. Lo mejor es dejar al perro atado con su correa o dejando al niño detrás de una puerta de bebés. Además, bajo ningún concepto has de dejar al perro dormir en la misma habitación que el bebé.
Si pasadas 3 semanas el perro acepta al niño sin miedo ni agresividad y es cariñoso y sociable, se le puede soltar de la correa. Si no, deberá permanecer más tiempo con ella puesta.
En caso de que tu perro siga mostrando miedo, o agresividad, debes exponerlo al bebé muy poco a poco como en su llegada al hogar y premiándole cuando esté tranquilo y alegre.
Las agresiones por depredación (que tu perro confunda a tu hijo con un animal cazable) son más frecuentes cuando los niños son muy pequeños, los primeros meses hasta el año o dos años, cuando comienzan a caminar. Preocúpate si ves a tu perro mirar al niño fijamente, muy quieto, y se le acerca muy en silencio o despacio. En ese caso, lo mejor es contactar con especialista en adiestramiento canino para que te ayude. La segunda causa más frecuente de problemas entre niños y perros es cuando el niño comienza a andar hasta que tiene unos cuatro o cinco años. En este periodo los niños andan con poca coordinación, se caen, se agarran a lo primero que pillan para no caerse… si esto es tu perro, puede que éste no lo aguante.
En general y para que el perro y el niño se conviertan en grandes compañeros:
nunca dejes al bebé/niño jugar con el perro sin supervisión
educa a tu hijo a tratar al perro: enséñele a acariciarlo, a mostrarse cariñoso y a cuidarlo
Ten mucho cuidado con los perros ancianos, con artrosis, otitis u otros dolores crónicos que pueden reaccionar con miedo o dolor al contacto.
Ten mucho cuidado también si tu hijo es muy activo o brusco.