29/04/2022
La desparasitación de nuestros animales, tanto interna (cestodos, nematodos, protozoos), como externa (mosquitos, pulgas, garrapatas, ácaros) ha de realizarse durante toda la vida del animal, tanto para proteger su salud como la nuestra (ya que la mayoría de parásitos y otros microorganismos que estos transmiten como vectores, pueden afectar al ser humano).
En cuanto a los parásitos externos (y lo que transmiten: Leishmania, Filaria, Ehrlichia, Anaplasma…), no debemos “relajarnos” en los meses más fríos ya que, aunque es cierto que con muy bajas temperaturas disminuye su actividad, las garrapatas, por ejemplo, pueden volver a estar activas a partir de los 6ºC de temperatura ambiental, por lo que debemos proteger a nuestras mascotas con antiparasitarios externos durante todo el año (siempre teniendo en cuenta la especie, edad, tamaño y actividad/ forma de vida).
- Los cachorros son especialmente vulnerables a los parásitos, por lo que los desparasitaremos internamente a las 3-4 semanas de nacer y, pasados unos meses, aplicaremos pipetas externas (respetando la edad mínima pautada por cada tipo de antiparasitario).
- Los animales adultos sanos han de desparasitarse, como medida general, cada 3 meses internamente y, según tipo de antiparasitario externo: cada mes (pipeta), cada 6-8 meses (collares), y cada 3 meses (antiparasitarios externos administrados oralmente), pudiéndose combinar los 3 tipos, en los meses más calurosos del año.