Como educadora canina mi objetivo es proporcionar a mis clientes los conocimientos necesarios que les permitan crear un fuerte vínculo con sus perros, conociéndolos mejor, para educar desde la confianza y no desde el miedo, aprendiendo formas de comunicación eficaces, y obtener así un bienestar mutuo en la convivencia. Mi deseo también es generar en las personas criterios propios que les sirvan pa
ra ayudar a sus perros a manejar situaciones que se les van de las manos y que son una fuente de problemas para ellos y para nosotros (miedos, reactividad hacia perros/personas/etc, ansiedad, nerviosismo…)
También ofrezco mis servicios a aquellas personas con un cachorro en casa que desean atajar estos potenciales problemas de comportamiento desde el principio y criar a su cachorro de la mejor forma posible. Los perros hasta los dos años de edad más o menos, pasan por una serie de etapas de desarrollo, cada una con unas necesidades muy particulares. Y es necesario que estas etapas se respeten y puedan cumplirse porque tienen un objetivo muy importante: LA MADUREZ. Un perro maduro es un perro que tiende a la calma, que no busca problemas, un perro consciente de la importancia de cooperar con el grupo y por tanto más capacitado para asumir las normas en un mundo humano. La Educación temprana que planteo pretende conseguir esta madurez en el perro dando a los propietarios las claves para acompañar a su cachorro a través de todas las etapas de desarrollo adaptando a su entorno lo que debería ser la crianza natural de un cachorro.