21/11/2020
Carta a Firulais :
Hola Firi, es día 21 de noviembre y son las 3:oo de la mañana. Estamos a A 6 días de que se cumplan 4 meses de tu fallecimiento. Tengo un enorme cuadro tuyo colgado tras de mi ( me costó pero al final lo puse) tu chapita colgada en algo que pronto será un collar, y dos retratos pedidos. Uno de mi foto favorita juntos, otro tuyo con Nymeria. Seguro que para tí esto sería una locura total, y no me extraña porque en buena parte lo es, porque siento que necesito estar rodeada de tí en la medida que pueda. Pero la verdad pequeño mío, es que estoy pasando por los meses más duros de mi vida. Tu muerte, me ha dejado un vacío imposible de llenar u olvidar, un dolor que no se va ni por un segundo, la ruptura con parte de mi pasado de estos últimos 12 años, tener que afrontar tu muerte sóola. Me gustaría poder decir que los chicos me ayudan en tu pérdida, que llenan un poquito esa hueco enorme que crea tu falta pero no, esa es la verdad. Les quiero muchísimo, a todos ellos, ya sabes que llegaría a donde fuera por cada uno de ellos, pero no son tú, nunca ninguno lo será. Te echo demasiado en falta Firi, demasiado. Cada vez que me siento al ordenador echo de menos tenerte en mi regazo, cantarte, darnos besos y arrumacos. Cada vez que entro en casa echo de menos el sonido de tus patitas al tocar el suelo y esos ladridos mirando a la nada llamándome para que te cogiera y poder descansar estando conmigo, ya que tu ceguera te volvió mucho más dependiente y sólo te sentías tranquilo descansando pegado a mí. Echo de menos que llegue la noche y tenerte arropado en tus mantas favoritas, y que empieces a reñir para ir a la cama porque no son horas.
Me arrepiento de cada segundo que no te tuve en mis brazos cuando tu lo pedías, de todos y cada uno de ellos, de cada vez que he estado ocupada para estar contigo, pendiente de ti. Suena triste y lo sé, pero eras casi toda mi vida Firulais, cubrías una parte de mi ser y unas necesidades que no sabía que tenía, y en este mismo momento estoy llorando a lágrima viva. Cómo podría nadie entender, que tu me dabas todo el apoyo que necesitaba para levantarme cada día, más que cualquier ser humano. Despertarme contigo al lado, lamiéndome y “Firuleando”, rebozándote feliz en la cama mientras gruñías de felicidad y me provocabas para jugar un ratito, el poco que aguantabas,. Mi chico, mi pequeño, te vi morir sin saberlo, te veía morir día a día y no quería creérlo, luché hasta el final, quizás demasiado, quizás me quedé corta, depende del día pienso una cosa u otra, la cuestión es que te pienso y nunca dejaré de hacerlo. Descansa, donde quiera que estés, y a pesar de que no creo en nada, quiero creer que algún día podré verte o sentirte de nuevo.