06/02/2023
Recuperamos una nota de hace 12 años que sigue siendo interesante.
𝙋𝙖𝙧𝙖 𝙪𝙣𝙖 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙫𝙞𝙫𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙪𝙣 𝙥𝙚𝙧𝙧𝙤 𝙖𝙙𝙤𝙥𝙩𝙖𝙙𝙤
Si decidimos que podemos compartir nuestra vida con un perro y nos decantamos por la adopción de uno ya adulto, es de vital importancia crear confianza y establecer un entorno lo más agradable posible desde el principio. Muchas cosas serán de sentido común para algunos, y completamente nuevas para otros, pero con un mínimo esfuerzo por nuestra parte y ganas de entender a los perros, desde su punto de vista de perros, obtendremos una muy buena relación por el resto de los días.
Siempre que le hablo a alguien sobre el apasionante mundo de los perros, y más en particular cuando hablo sobre adopciones de perros adultos, no puedo evitar intentar citar en la conversación un libro el cual me parece indispensable en cualquier biblioteca de propietario canino. El libro explica cómo se comunican los perros entre ellos, mediante señales y gestos.Atendiendo estas señales podemos interpretar al momento como se siente nuestro perro. Si nos pide a su manera que nos acerquemos de un modo más lento porque tiene miedo o inseguridad, o también nos permite saber entre muchísimas otras cosas si las caricias que le hacemos le gustan, cosa que la gente siempre cree pero si tenemos algún conocimiento de estas señales podemos ver que a veces los perros están muy incómodos con nuestras manipulaciones. Así que animo a todos los amantes de los perros que no hayan leído el libro de Turid Rugaas “El lenguaje de los perros, las señales de la calma” que hagan el pequeño esfuerzo de leerlo, y se llevaran una agradable sorpresa que les abrirá nuevas puertas de comunicación que serán de gran ayuda para mejores relaciones con los perros.
Lo más importante que hay que entender cuando adoptamos a un perro, es que normalmente viene de no pasarlo demasiado bien, a lo mínimo que viene de afrontar es del abandono de sus antiguos dueños y de un periodo de tiempo en alguna tipo de cárcel para perros. Pudiendo pasar por un sinfín de situaciones que por desgracia se ven obligados a pasar algunos perros que han tenido la mala suerte de pasar por manos de unos propietarios irresponsables.
Estas situaciones son completamente estresantes para los perros, al igual que lo serian para cualquiera de nosotros en una situación similar. Dependiendo de cómo se enfrente el perro a estas situaciones, y del tiempo a que esté expuesto a ellas tendremos un perro que sobrereacionará más o menos, y tendrá unos determinados comportamientos más marcados.
No hay que caer en la fácil tentación para algunos de empezar a corregir e imponer normas en casa desde el primer día. Los métodos tradicionales de enseñanza, y métodos basados en la fuerza, se ha demostrado que han quedado obsoletos y que no es la manera más eficaz de educar a un perro, y nada ya de que hablar de la manera más ética.
Hay que brindarle un periodo de adaptación de entre 15 días y un mes. En ese tiempo lo único que nos interesa es que coja confianza en su nuevo entorno, y que vea que nosotros le vamos a acompañar en su nueva vida de la mejor manera posible. Lo que pretendemos en este periodo es que el perro se muestre como el perro que sería normalmente sin unos niveles altos de estrés, para empezar después a trabajar en su educación, porque los perros no vienen educados de serie como algunos creen. Su nombre solo tiene que ser utilizado para cosas buenas para que lo asocie rápido y poder captar su atención.
Suelo compararlo como haber pasado un mal periodo en nuestra vida. Perdemos a todos los conocidos, pasamos por varias penurias y nos trasladan a Japón. Las costumbres son muy diferentes. Hablan otro idioma que no tiene nada que ver a lo que nosotros estamos acostumbrados, y encima venimos de pasarlo mal en nuestra vida en un estado grave de estrés. Para poder enseñarnos las normas de convivencia en nuestra nueva familia japonesa, será mucho mejor si nos dan un periodo de unos días para poder asimilar el cambio a la nueva situación. Alguna gente dependiendo de las malas experiencias vividas o al mal estado de salud en que se encuentre, necesitara algunos días extras para poder empezar a preocuparse de aprender las normas de la nueva casa. Al igual que el idioma, que se irá aprendiendo poco a poco a lo largo de unos meses.
¿Te imaginas que pasaras tú por esta situación? Pues ahora piensa que tal si desde el primer día que posiblemente estas en shock, o tienes algún tipo de enfermedad dolorosa, que quieren enseñarte las normas de casa y el idioma, y si no lo coges a la primera encima se enfadan y te chillan, versión light del castigo. Incluso te podrían llegar a manejar físicamente a empujones para que lo entendieras. Creo que si nos paramos a pensar con el perro, que lo tiene más difícil que nosotros ya que el está obligado a entenderse no con un perro japonés, sino con nosotros que no somos de su especie, se merece nuestros esfuerzos para tratar de facilitar esta situación.
Es muy frecuente que los primeros días el perro orine en sitios inadecuados. Hay que recordar que es un perro, y que está bajo unos niveles altos de estrés que afectan fisiológicamente en un aumento de la frecuencia de micción, y sobretodo que todavía no está educado a nuestros deseos o rutinas. Si tomamos la decisión de adoptar a un perro, va incluido el fregar sus necesidades hasta que se le enseñe un sitio donde hacerlo. Normalmente casi sin esfuerzo este problema desaparece por sí solo, ya que el perro suele preferir hacer sus necesidades fuera de casa.
El perro es un animal social. Encima normalmente enseguida crea un vínculo con la persona que lo adopta. Así que hay que entender que posiblemente alguna vez proteste o quiera llamar la atención cuando se quede solo. No debemos reforzar jamás ese comportamiento, sino aumentara y lo pasara mal el perro, nosotros, la casa y los vecinos. Hay que intentar ir dejándolo poco a poco solo, muy poco tiempo las primeras veces e ir subiendo paulatinamente el tiempo. Por eso suelo recomendar que la adopción se realice un viernes o antes de un día de fiesta, así podremos dedicarle más tiempo a nuestro nuevo compañero. Al igual que darle algún tipo de entretenimiento agradable mientras no estemos presente, tipo trocitos de comida esparcidos por la casa o algún juguete rellenable de comida.
Debemos darle unas buenas rutinas diarias, ya que en los perros las rutinas les hacen coger más confianza en su entorno. En cuanto a la alimentación es preferible darle 2 comidas diarias, cogiendo la base diaria y partiéndola en dos. Una buena marca de pienso nos será de gran ayuda para nuestro nuevo compañero, habiendo gran diferencia entre unas y otras. Cuanta mejor calidad de los alimentos será mucho más beneficioso para nuestro amigo. Afectándole entre otras cosas en calidad y perdida de pelo, salud, comportamiento...
Asegúrate de que escoges un pienso que le guste a tu perro, y que al mismo tiempo sea el más beneficioso para su salud, no te creas lo primero que te cuentan, investiga un poco que hoy en día es muy fácil y los beneficios de llevar una buena alimentación son muy notorios.
Tres paseos diarios son necesarios si no tiene donde hacer sus necesidades. Los paseos al principio deberán ser cosas relajantes para los dos. No podemos permitir que sea una cosa desagradable, porque así sus niveles de estrés seguirán por las nubes, y el perro no lo pasara bien. Se le debe permitir al perro olisquear todo lo que desee, ya que así cogerá información del entorno y se ira relajando.
Debemos evitar todas las situaciones en las cuales sabemos que el perro sobre reacciona durante los primeros días, como el cruzarse con perros con problemas, sitios donde los perros estén ladrando como locos cada vez que pasa alguien, sitios con muchos ruidos si el perro demuestra tener algún tipo de miedo o más bien fobia a ellos…
Es difícil para muchos no poder ir con el perro a hacer alguna actividad física que lo active demasiado, ya sea jugar de manera brusca y activarle, jugar a tirar la pelota, o incluso interacción demasiado brusca con otros perros. Estas cosas hay que aprender a gestionarlas para cuando el perro ya se haya acoplado bien y con confianza a su nueva familia. Así que en principio lo desaconsejaría para la mayoría de los casos en las primeras semanas, y en perros que tienen algún tipo de problema de comportamiento en general.
Es muy importante aparte de sus paseos que el perro se canse, hacerle pensar, ponerle algunos retos en su día a día. Cosa que va a favorecer su tranquilidad, su independencia y va a tener una vida menos aburrida. Podemos encontrar muchos tipos de juguetes de estimulación mental en tiendas especializadas. Solo debemos encargarnos de despertar la curiosidad del perro y utilizarlo de la manera correcta, poniéndoselo muy fácil al principio para que el perro entre en la dinámica del juego y así poder ir complicándolo cada vez mas. Es muy aconsejable jugar un ratito cada día. También los podemos fabricar nosotros mismos sin ningún tipo de gasto, solo con nuestro ingenio. Los ejercicios en que el perro se vea obligado a utilizar mucho la nariz son muy recomendables. Tienen la capacidad de hacer que el perro se tenga que concentrar mucho, y eso entre otras cosas les relaja muchísimo. Aparte de jugar a buscar objetos con el perro, es sumamente recomendable el ejercicio que llamamos olisqueo. Se esparcen trozos de comida pequeños por una superficie por la cual el perro los va buscando utilizando la nariz, complicándoselo en otro tipo de superficies en cuanto vaya aprendiendo. Animaos a probarlo veréis que maravilla. Es el ejercicio más básico que se puede practicar con un perro con unos beneficios que se ven en pocos días.
En cuanto a la salud de la mascota, nada como ir a un veterinario de confianza que se preocupe por nuestro perro, para que le haga un chequeo y así poder confirmar si goza de un buen estado de salud. Ponerle al día de las vacunas si lo necesita, al igual que el chip identificador, el cual es de vital importancia por si un día tenemos la mala suerte de extraviar a nuestro compañero. Si decidimos castrar al perro, es recomendable hacerlo desde el refugio antes de la adopción, si no hay la posibilidad entonces mejor dejar pasar un mes aproximadamente que el perro ya haya cogido confianza en su nuevo entorno. Pero si buscamos un poco de información sobre la castración nos podremos hacer una idea de la infinidad de beneficios que tiene y cómo podemos hacer mejorar muchísimo la calidad de vida de nuestro compañero.
Si surge algún tipo de problema en la convivencia con el nuevo integrante de la familia, en la isla contamos con muchos profesionales de la educación canina y con sentido común que encantados podrán asesorarnos , pero vale la pena buscar a un profesional con una trayectoria y unos estudios realizados sobre la materia, porque en este mundo como en todos hay gente que se le puede dar mejor o peor, pero lo que no hay, como algunas veces nos quieren hacer creer en programas de televisión, son ningún tipo de dones para dominar ni cambiar a los perros de la noche a la mañana.
Los perros son perros y no eligen pasar su vida con nosotros, somos nosotros lo que les escogemos a ellos para convivir con nosotros, así que está en nuestra mano querer aprender a comprender a nuestro compañero y no pretender que él nos comprenda solo a nosotros. También está bajo mi modo de ver la obligación moral de enseñarles de manera amigable lo que esperamos de ellos, y no dedicarnos y basar nuestra educación en castigos y correcciones que la mayoría de perros jamás llega a entender.
Borja Comas.
Educador canino.