01/09/2024
APA FAMILIA HUMANA, estoy viendo en mi cabeza el viaje a Mianmar, y tras el examen de conciencia de las botellas de agua partimos hacia la aldea y recuerdo que cuando llegamos a la aldea, nos paramos en la entrada de la senda y cómo no, salieron niños hasta de debajo de las piedras.
Mientras yo jugaba con los niños, haciendo magia con piedras que desaparecen y aparecen en la oreja de un niño y cosas de esas mientras el niño guía que llevábamos solicitó el permiso del chamán para que pudiéramos visitar su aldea. Alucinamos lo virgen que era esta comunidad porque había una niña de 16 años que nunca habia visto a un blanco. Y Amparo que es rubia, era una cosa rara para los bebés. Qué berridos, y se escondían detrás de su madre en el s**o canguro.
Como siempre, voy metiendo la pata por falta de conocimiento cultural y la más gorda, fue que nos invitó el chamán a su casa a tomar té y claro sentados en el suelo con las piernas cruzadas. Postura que es imposible para mí esqueleto. Y al rato, me veo al chamán a mi derecha con cara de diarrea mirándome. Me estaba bebiendo su te, el mío permanecía oculto bajo mi rodilla amorfa flotante.
Ni corto ni perezoso, suelto una carcajada, traspaso liquido del mio al suyo, le doy el vaso y digo CHIN CHIN. Brindando y le miró con cara de gato de Shrek. Pero no hizo falta, todos rompieron a reir sin control.
A saber que significa Chin Chin en su idioma.
Para romper el hielo, hago magia con cosas cotidianas, a los mayores el que más les gusta es la cuerda rota recompuesta. Tras algunos juegos, se relajan y el primer globo se lo regalé a su nieta, su orgullo, su princesa. Y todo cambió.
Repartimos globos a los niños y fue la guerra, todos como locos y las sonrisas, desaté la locura.
Siempre viajamos con todo a la espalda, somos vulnerables, pero nuestro amor por lo que estamos viviendo, nos hace integrarnos y las fotos las hacemos al final, y salen preciosas porque no posan, saludan.
Este día podría ser uno más de nuestra experiencia viajando por las comunidades indígenas, pero cuando nos estábamos despidiendo de nuestra nueva familia, el niño traductor me tradujo la despedida del chamán y fue:
"Al fin llegó Papá Noel a la aldea".
Para mí es como un premio Novel, y entregado por alguien que valoraré siempre. Un líder, un señor, un guerrero y la persona más tierna cuando ve a su nieta. Todo en el mismo pack.
Solo terminar diciendo que el camino de regreso, yo iba flotando y diciendo a Amparo; " me ha comparado con Papá Noel"
Y creo recordar que a la siesta vez que se lo dije, me dijo que sí, pesao, lo he oído.
APA FAMILIA HUMANA
Sao