15/10/2023
LA RAZA CAPRINA GUISANDERA
Por Silvestre de la Calle García, Técnico Forestal.
Desde tiempo inmemorial, Guisando fue un pueblo que basó su economía en la cabra por ser la especie que mejor se adapta a las condiciones de la zona. La cabra aprovechaba recursos que no servían para alimentar a otras especies ganaderas y los transformaba en leche y carne. Hasta que las repoblaciones de pinos no obligaron a los ganaderos a emigrar a otros lugares, Guisando fue uno de los pueblos españoles con mayor censo caprino. La inmensa mayoría de las cabras eran de raza Guisande-ra, autóctona del pueblo.
CARACTERÍSTICAS
Se trata de una raza caprina de formato medio a grande, con perfil cefálico recto y con cabeza mediana. Presenta cuernos en espiral, aunque también pueden presentar cuernos en forma de arco, existiendo también ejemplares genéticamente mochos. El macho tiene una poblada barba que en la cabra no aparece o se reduce a un pequeño mechón. El cuello es largo en la cabra y más corto y fuerte en el macho, presentando generalmente mamellas. Tronco compacto y con línea dorsal recta, presentando costillares arqueados y vientre abultado. Las extremidades son fuertes con pezuñas pequeñas y duras. La ubre es de tipo cónico, con grandes pezones.
El formato de la raza Guisandera es medio tirando a grande. Las cabras pesan entre 55 y 65 kilos mientras que los machos alcanzan los 80. Estos pesos pueden superarse ampliamente cuando los animales siguen un esmerado sistema de manejo.
La capa o coloración es roja, variando desde el rubio al retinto o caoba. Presenta degradaciones de color blanco en hocico y orejas (oriscano) considerándose que cuanto más claro y nítido sea el color blanco más puro es el animal.
También existían cabras de color negro con el mismo patrón de coloración pero siempre fueron minoritarias aunque había piaras enteras con este pelo.
La capa piñana siempre fue más rara pero en tiempos pasados fue mucho más numerosa que ahora. Esta capa se caracteriza por presentar mechones de pelo blanco sobre fondo rojo. En raras ocasiones aparecen ejemplares piñanos negros que presentan capa negra con mechones blancos. También pueden aparecer ejemplares con grandes manchas blancas.
ORIGEN E HISTORIA
Las razas caprinas ibéricas pueden dividirse en tres grupos principales: tipo prisca, tipo aegagrus y tipo nubiano. Muchas razas son fruto de antiquísimos cruza-mientos entre estos grupos. Es el caso de la cabra Guisandera, que procede del acoplamiento de caprinos del tipo aegagrus y del tipo prisca.
Es muy difícil saber el momento exacto en el que surge la raza tal y como la conocemos puesto que no existen referencias escritas de ella hasta tiempos recientes.
A lo largo de la historia han pasado por Guisando numerosos Pueblos y Culturas. Todos se dedicaron principalmente a la cría de cabras por ser la actividad económica más rentable. Mientras que algunos introdujeron nuevos caprinos que se cruzaron
con los ya existentes, otros se dedicaron a mejorar la explotación de los que ya se criaban en la zona. Este pueblo se encuentra entre importantes vías pecuarias por las que durante muchos siglos los rebaños trashumantes que cruzaban la Sierra de Gredos o que aprovechaban sus pastizales durante el verano, se fueron cruzando con las cabras locales.
Con el paso de los siglos los ganaderos irían seleccionando las cabras con mayor producción de leche o las que mejores cabritos criaban pero siempre criando cabras con la particular capa colorada oriscana que desde tiempo inmemorial ha distinguido a las cabras de Guisando.
Teniendo en cuenta la capa mayoritariamente colorada de la raza y sus características, podemos incluirla con total propiedad dentro del grupo denominado “cabras rojas ibéricas” junto con la Malagueña andaluza, la Retinta extremeña, la Charnequeira portuguesa, la Bravia que es una antiquísima raza del norte de Portugal, la Gallega y la Bermeya asturiana que parece ser el origen de este singular grupo de razas.
Durante mucho tiempo, todas las cabras del centro de España, estuvieron integradas dentro de la denominada Agrupación de las Mesetas o raza Serrana. En 1949 se separa de dicha agrupación la raza Verata y en 1973 la raza Retinta. Más tarde se segregaría de este grupo la raza Jurdana, considerada actualmente extinguida.
Hasta los años 90 no aparece la raza en la bibliografía científica siendo el doctor en veterinaria don Antonio Sánchez Belda quien propuso que se reconociese como raza independiente a la que él llamó cabra Guisandesa.
El primer trabajo realmente exhaustivo fue realizado en el año 2000 por la Jun-ta de Castilla y León y la Facultad Veterinaria de Lugo. En él se describe pormenorizadamente la raza y su situación de grave peligro de extinción. Quedaban ya tan sólo 1000 ejemplares frente a los aproximadamente 6000 que había en 1990 repartidos por diversos pueblos del sur de Ávila.
En 2008 Cayo Esteban, en su libro RAZAS GANADERAS ESPAÑOLAS CAPRINAS dedica un capítulo a la raza que, aunque sin estar oficialmente reconocida, presentaba características singulares que la hacían merecedora de tal status. La población en ese momento ya era muy inferior a las 1000 cabezas.
Actualmente, la raza sigue sin tener reconocimiento alguno y su situación es realmente crítica pues quedan menos de 200 ejemplares en una única ganadería.
CUALIDADES Y APTITUDES
Se trata de una raza muy rústica adaptada tanto a terrenos de dehesa como de sierra puesto que tradicionalmente fue una raza trashumante que invernaba en dehesas del sur de Ávila, norte de Toledo e incluso del Este de Cáceres, ascendiendo en verano a los pastos de la sierra de Gredos, principalmente a las poblaciones de la vertiente norte como Navarredonda de Gredos o Zapardiel de la Ribera.
Pasta en zonas de gran dureza con pastos pobres y poco nutritivos y terrenos de matorral muy abruptos en los que otros animales ni siquiera pueden sobrevivir.
REPRODUCCIÓN
La Guisandera es una raza poliéstrica permanente, es decir, que puede entrar en gestación en cualquier época del año. Tradicionalmente se realizaban dos parideras anuales: temprana (octubre-noviembre) y tardía (marzo-abril).
Es una raza precoz pues puede cubrirse por primera vez con 8-10 meses por lo que el primer parto se produce a los 13-15 meses.
La profilicidad o número de cabritos por parto se sitúa en torno a los 140 cabri-tos por cada 100 partos, cifra que puede aumentar de forma ostensible con un buen manejo.
PRODUCCIONES
Tradicionalmente, la cabra Guisandera ha sido una raza de doble aptitud carne y leche, destacando especialmente en la producción de carne.
El principal tipo comercial ha sido siempre el cabrito lechal, sacrificado a los 30-45 días con un peso vivo de 9 a 14 kilos que proporciona carne de color rosado, con es-caso contenido graso y gusto exquisito.
La carne de los individuos adultos es poco estimada fuera del área de cría. En otro tiempo se apreciaba para la elaboración de tasajos y embutidos.
Como productora de leche, siempre se consideró peor que la Verata. Realmente es una raza con excelentes cualidades para la producción de leche aunque quedan enmascaradas debido al duro sistema de explotación. En el sistema extensivo en el que tradicionalmente ha sido criada la raza, se estiman como aceptables producciones de unos 200 - 250 litros en un periodo de ordeño de 150 a 240 días aunque exis-ten individuos que con un buen manejo pueden superar incluso los 500 litros.
La leche destaca por su contenido en grasa y proteína lo que la hace ideal para la elaboración de quesos de gran calidad.
SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS DE FUTURO
La situación de la raza Guisandera es verdaderamente crítica. Sólo sobreviven en estado de pureza alrededor de 200 ejemplares en una única ganadería que es propiedad de don Fidel García Blázquez. Este ganadero heredó su explotación de su padre, don Fidel García Tiemblo quien junto a su esposa Benigna Blázquez se encargaron de conservar esta singular raza cuando otros ganaderos optaron por el cruzamiento con machos de razas de mayor producción lechera.
Sin embargo es necesario conseguir el reconocimiento oficial de la raza para que pueda recibir las ayudas económicas que los distintos estamentos oficiales conceden a las razas autóctonas en peligro de extinción.