30/10/2024
🐾EN MEMORIA DE GARY🐾
Naciste un 16 de Junio del 2012, en una bonita casa terrera, ubicada en la zona de Las Arenas, en el Puerto de La Cruz.
Por aquellos días, yo acababa de perder a otro perro, también de raza Pastor Alemán, que tan solo tenía 1,3 años y que había fallecido, a causa de un golpe de calor.
Aquella muerte prematura, me afectó mucho, puesto que se produjo por un descuido mío, por falta de experiencia y exceso de confianza, pero varias semanas después, decidí darme una segunda oportunidad, de poder ser un buen dueño de perro.
Mirando por internet, vi un anuncio de una familia que vendía cachorros de Pastor Alemán, que tenían su pedigree y de una buena línea, puesto que ambos progenitores, habían sido campeones en concursos de belleza.
Sin pensarlo dos veces, contacté con ellos y les pedí una cita para ir a ver y elegir a un cachorro, por lo que, la primera vez que te vi, tan solo tenías unos 40 días de nacido.
De toda tu camada, solo quedabas tú y dos hermanos más. Otro macho y una hembrita, que no dejaban de acosarte y que te perseguían por todo el jardín para mordisquearte. En una de esas trifulcas con tus hermanos, corriste hacia tu caseta y te plantaste en la puerta, con una postura firme y segura, mirándolos fijamente puesto que no paraban de ladrarte, mientras tú, con esa capacidad innata de gestionar situaciones peligrosas, que siempre tuviste, los mantuviste a raya, sin dar un solo ladrido y solo enseñándoles tus pequeños dientitos de leche.
Fue justo en ese mismo instante, en el que me enamoré perdidamente de ti y, sobre la marcha, te elegí para que fueras mi compañero de vida y para que ocuparas el vacío que me había dejado KAISSER, tu predecesor.
Por esos años, yo vivía en Tacoronte, en un edificio de 3 plantas, sin ascensor y nuestro p*so, era el tercero. Cuando te dejé en el suelo y te puse frente a las escaleras, me miraste como diciendo, ¿en serio tengo que subir por ahí? Claro, en ese momento eras un bebé muy chiquitín y todo te parecía gigante, pero no tardaste mucho tiempo, en subir y bajar aquellas escaleras, a toda velocidad.
Recuerdo que durante el trayecto, desde el Puerto de La Cruz, hasta Tacoronte, yo venía pensando en que nombre te iba a poner, en como iba a llamar a ese compañero especial con el que pretendía pasar muchos años.
Uno de los nombres que había barajado en un principio, era el de ROCCO, pero recordé que uno de mis músicos favoritos había fallecido poco tiempo antes de tu nacer y en su honor, te puse su nombre. Ese músico, era el gran e irrepetible Gary Moore y cuando se te puso el microchip, te registramos en Zoocan bajo el nombre de, GARY VON MOORE.
Desde el primer momento que empecé a llamarte GARY, respondías y entendías que me dirigía a ti. La verdad es que, de todos los perros que he tenido, (10 en total) tu fuiste el que más rápido entendió su nombre.
En aquella casa, viviste tus 2 primeros años y después de separarme de tu primera “mami”, nos mudamos para Santa Cruz, donde ya pasarías el resto de tu vida. Una vida llena de momentos irrepetibles, de miles de aventuras, anécdotas, viajes, de muchas alegrías, fiestas, pero también nos tocó vivir algunos momentos duros, escasez económica y, algunos sustos. Pero así es la vida, no todo puede ser un camino de rosas, aunque 12 años, dan para mucho.
Instalados en la capital, en casa de la abuela Panchita, empezaste a explorar todo el barrio y sus alrededores, especialmente los parques y fuiste dejando tu olor/marcaje en cada jardinera, en cada tronco de árbol, esquinas y por todos los sitios que quisiste hacerlo, para dejar claro a los demás peludos de la zona, que había llegado un nuevo chico a “la oficina”. Ese solo sería el comienzo, de tu largo legado.
Cómo buen Pastor Alemán que eras, joven, abnegado, curioso y revoltoso, también hiciste algunas trastadas, en casa, en el coche y, por supuesto, en la calle. Trastadas que solo quedaron en eso, trastadas de cachorro.
En fin, los años fueron pasando y mi vida también fue cambiando, teniendo que trabajar muchas horas fuera de casa, casi todos los días. A veces te dejaba solo 12 horas y sin ni siquiera poder salir unos minutos para hacer p*s. Aun así, aguantabas como un campeón hasta que yo te sacara, para hacer tus cosas y, por supuesto, siempre me esperabas echado detrás de la puerta, para recibirme con una buena estirada de patitas delanteras y unos cuantos lengüetazos, acompañados de ese movimiento de rabo, tan alegre que tenías. Sólo Dios sabe, cuanto hecho de menos esos momentos..🥹
Durante varios años estuve trabajando de un lado para otro y buscando la forma de encontrar algún trabajo que me permitiera pasar mas tiempo contigo y con la abuela, ya que, ella cada vez se iba haciendo más mayor y necesitaba de más ayuda.
Finalmente, un día se me encendió la luz de las buenas ideas y me propuse ser adiestrador canino, animado por ese nivel de obediencia y ese saber estar que tenías. Si había conseguido tener un perro tan bien educado, sin tener conocimientos de adiestramiento, que no podría conseguir con otros perros, si estudiaba y practicaba lo suficiente, pero lo que está claro es que, si no te hubiera tenido, nunca me habría animado a dedicarme a esta profesión, por lo que, lo menos que pude hacer, unos años después, fue ponerle tu nombre al proyecto que emprendí y de lo que he vivido estos últimos 11 años.
El tiempo siguió pasando y, con él, las aventuras, el trabajo, los buenos y los malos momentos, hasta que llegamos al año 2021-22 y tu veterinario me dice que tienes artrosis y que va a afectar, principalmente, a tus patitas traseras, lo cual ya veníamos notando tiempo atrás.
Por suerte para ti, había un nuevo fármaco inyectable, que se administraba una vez al mes y estaba ayudando a muchos perretes con problemas de movilidad, y aunque no era barato, decidimos ponértelo para ver si mejorabas. Y así fue. El cambio, a mejor, fue notable y en cuestión de días ya pudiste seguir moviéndote con más facilidad. Pero lo que no sabíamos, es que ese mismo fármaco que te ayudaba a moverte, por otro lado, te estaba generando un horrible tumor. Un tumor maligno y silencioso que cuando lo vinieron a detectar, ya no se podía hacer nada.
Y no solo fue ese fármaco inyectable, sino que otro que también tomabas para los picores, (vía oral y que tampoco es barato) por un lado te aliviaba el picor, pero por otro, también estaba ayudando a la formación de ese terrible tumor. Un tumor llamado Hemangiosarcoma y que en la mayoría de los casos, se reproduce en el bazo y suele ser mortal para los que lo padecen, si no se coge a tiempo.
Durante varios años, estuviste acudiendo todos los meses al veterinario para pincharte, pero también para revisiones y hacerte analíticas de control y siempre nos decían que todo estaba bien.
En julio de este año 2024, te volvimos a llevar porque estabas con fiebre alta y te hicieron una radiografía y otro análisis de sangre, pero tampoco reflejaron nada fuera de lo normal, por lo que tu veterinaria, achacó esa fiebre a una, “gripe de verano” y no cayó, en que algo terrible se estaba germinando en tu interior y que debería haberte hecho una ecografía.
Miles de euros invertidos en tu salud y bienestar en esa clínica, (más de 12.000) decenas de visitas con ambos veterinarios, muchas pruebas realizadas y a ninguno se le ocurrió, en ningún momento, hacerte una puñetera ecografía de abdomen, por si podías tener algo mas serio o para descartar males mayores. Cuando te vinieron a hacer la eco, ya era demasiado tarde y lo único que pudimos hacer, fue tomarnos una semana, para asimilar lo que te estaba pasando y que muy pronto, te íbamos a perder para siempre.
Un jueves 17 de octubre, nos confirmaron la terrible noticia de que tenias ese tumor y el siguiente jueves 24, te dejamos descansar en paz, para que dejaras de sufrir y para que pudieras volver a correr libre y a jugar como un cachorro en el cielo de los perretes, porque desde luego, que si existe un cielo para perros, o si es el mismo que el de los humanos, tu tienes que estar allí, por derecho y por mérito propio.
Para tu último viaje hasta la incineradora, decidí llevarte en TU COCHE, porque ese coche lo compré por ti y para ti, para que fueras cómodo y con espacio suficiente para que te pudieras mover y, desde luego que, NO iba a permitir, que ese último viaje por carretera, lo hicieras en una furgoneta fría y desconocida y sin tus pap*s humanos, acompañándote.
Fue muy duro dejar tu cuerpo allí y volver a casa sin ti, pero pronto volverás a estar con nosotros, porque he solicitado quedarme con tus restos, restos que siempre irán a donde yo vaya, mientras viva.
Me queda el consuelo de que parte de ese enorme legado que dejaste, seguirá perdurando (espero que también muchos años más) en tu hermano GLENN. Sin duda, tuvo el mejor maestro que un cachorro puede tener y sin duda, que será un gran reflejo de ti, cuando sea mayor. En cierto modo, ya lo es.
Aun así, el entrar a casa y saber que no vas a estar, físicamente y en vida, me encoje el corazón y me produce un tremendo vacío que no se si el tiempo y la presencia de tu hermano, podrán llenar algún día, porque perros hay muchos, pastores alemanes también, pero GARY, solo hubo uno y es irrepetible e irremplazable.
Descansa en paz MI AMOR, descansa en paz mi FIEL AMIGO. Fue un inmenso placer y un honor, compartir 12 años de mi vida contigo. Siempre estarás en nuestros corazones y, por supuesto, que nunca jamás te olvidaremos..🙏🫶
Un millón de gracias por todo y hasta siempre, PERRO JEFE.. 🐾🐕🦺💖💖