Dos son los principales retos a los que hoy se enfrenta la profesión veterinaria en su relación con la sociedad. De una parte, la necesidad de divulgar el trascendental papel que los veterinarios ejercen en el mundo moderno, muy distinto de la romántica figura del prácticamente desaparecido veterinario de pueblo. El veterinario de hoy es un profesional altamente cualificado que atiende a necesidad
es sociales de muy distinta naturaleza. Desde la atención y cuidado de mascotas al exigente control de la industria alimenticia, la producción ganadera, la protección medioambiental, etc…las tareas que desempeñamos los profesionales veterinarios, muy vinculadas siempre a la innovación tecnológica, abarcan un amplio campo de disciplinas al servicio tanto del mundo rural como del urbano. Asimismo, los veterinarios tenemos el compromiso de hacer valer una historia que se remonta a cientos de años antes de Cristo y a la que se refieren, ya entonces, personajes como Aristóteles, Xenophon o Virgilio. cuando el código de Hammurabi estableció en la antigua Babilonia los deberes de los veterinarios a modo de código ético. Código que sustenta el ejercicio de la Ciencia Veterinaria desde entonces y que fue compilado, junto a otros textos de la época, en la Hippiatrika por el emperador Constantino. El Colegio de Veterinarios de Santa Cruz de Tenerife se reconoce heredero de esa historia, reflejo de un compromiso con el bienestar y el progreso de la humanidad que se concreta en el servicio que, hoy en día, presta, como institución y a través de sus colegiados, a la sociedad canaria. La mejora continua y la aplicación de los más exigentes conceptos de calidad en el ejercicio profesional son sus premisas