Unos minutos antes de que llegara la alumna de la tarde, entré al circular para probar que el pulsómetro equino iba bien y acabamos así... las cosas a veces improvisadas son las más divertidas.
Caso de caballo peligroso resuelto 🥰
En mis viajes, a menudo me entristezco al escuchar las historias que me cuentan propietarios y caballos.
Esta concretamente me conmovió porque muchos nos podemos identificar con Rocío.
Se enamoró del caballo que montaba en clases. Soñaba con tenerle consigo e intentó comprarlo, pero no querían desprenderse de un caballo que se dejaba usar sin poner límites ni quejas . Pasaban los años y aquel caballo seguía trabajando horas y horas diariamente bajo la mirada de Rocío.
Finalmente tras varias negativas para intentar comprarlo, Rocío adquiere otro caballo, intentando convencerse de que Fusilero, no estaba en su destino.
Pasa el tiempo, y se entera de que estan sucediendo cambios de la hípica... ve entonces la oportunidad y vuelve a ofrecer comprar a su querido amigo. Esta vez, acceden.
Delgado, dolorido, con el dorso caído como un puente viejo y su mente aplanada Fusilero llega a la temprana edad de 13 años aunque con aspecto de 25 al prado donde por fin le aguardaba su nueva vida.
Pero las historias no siempre son bonitas ni acaban bien. Cuando el caballo se puso en su peso, y se sintió libre de poder decir una palabra, la tuvo clara: ❌"¡¡NO!!"❌
Rocío me contacta para decirme que, el caballo se había puesto peligroso y que había hecho correr a varias personas incluidos ellos. Me describe sentir miedo del manejo del caballo, al intentar pedirle algo parecido al trabajo el animal había aprendido a atacar. No quería saber nada de todo aquello que había tenido en su vida pasada.
En el vídeo os compartimos cómo acaba esta historia. Rocío y Fusilero juntos, en calma, pudiendo trabajar.
Recuerdo haber amado a mis 13 años a la yegua de tanda que montaba. Yo también soñé con sacarla de allí y llevarla conmigo y no pude hacerlo. Muchos hemos pasado por eso, por suerte para ellos, lo consiguieron. Me entristece recordar a aquella yegua que no pude salvar de la muerte (evitable)
Acompáñame en la sesión de hoy para "Frida" esta potra de 6 años en su quinta clase.
Ahora que has visto el vídeo... Te cuento que la yegua tenía miedo y reacciones al contacto de la cuerda, al verla arrastrar o al manipularla. Ahora que ya hemos trabajado en ello lo acepta, tenemos un resultado ✅
Frida presentaba reacciones eléctricas y temerosas al sentir contacto con la cuerda sobre la grupa y patas principalmente. También temía al ver una cuerda arrastrando tras ella o al recogerla del suelo.
Son cosas que solemos encontrar al domar potros... pero con ella teníamos un añadido extra: le han pegado y presionado antes de llegar a manos de su propietaria.
Es decir, la potra sabe que las cuerdas y las trallas provocan dolor. Fue una de las primeras cosas que contó cuando empecé a tocarla (por sí, si estás atento, el caballo te cuenta lo que ha vivido antes de pasar por tus manos, y te detalla cada cosa que le preocupa o tensiona).
La sesión de hoy ha sido muy gratificante para su propietaria Vicenta y para mi, ya que la yegua en sesiones anteriores tuvo que enfrentar los miedos y llegó a pasar del verde al amarillo e incluso al rojo en algún momento, cuando al sentir la cuerda tras las patas corría cañas y coceaba.
Como Lucy Rees - Horse Logic enseña, el "semáforo" del caballo tiene 3 colores. En verde el caballo puede explorar, pensar, entender. En amarillo, está en tensión y preparado para huir, inseguro. Aquí su psique empieza a estar menos accesible. El rojo, es el color en el que el caballo ya no puede pensar, está duro y tenso, huyendo y teniendo reacciones de terror, su cara y cuerpo son un bloque. Su mente también.
En rojo no podemos educar un caballo, a pesar de que es bastante común ver que los entrenadores frecuentan en potros entre el amarillo y el rojo, hasta que el animal se doma, por inundación.
Las técnicas que hemos utilizado con Frida son desensibilización por repetición progresiva, habituándol