19/02/2022
COMUNICADO
El viernes 18 de Febrero, el Consejo de Ministros del Gobierno de España aprobó el Anteproyecto de Ley de Bienestar y Derechos de los Animales, que inicia así el camino hacia una redacción y aprobación definitiva por parte del Congreso de los Diputados.
Es importante, antes que nada, recalcar el momento legislativo en el que estamos. A pesar de lo que se pueda leer en diferentes noticias de diversos medios de comunicación, NO SE HA APROBADO LEY ALGUNA, tan sólo un Anteproyecto que, ahora, deberá pasar por distintas fases hasta poder llegar al Congreso y hasta ser definitivamente aprobada.
Entre esas fases está, por supuesto, la de exposición pública y alegaciones, que podrán ser enviadas por cualquier interesado.
Dicho esto, queremos precisar la postura de la Real Sociedad Canina de España ante este Anteproyecto de Ley.
La RSCE es favorable a la aprobación de una Ley de carácter nacional que ampare y vele, de forma real, efectiva y consensuada, por los derechos y el bienestar de nuestros perros y de todos los que tenemos relación con ellos, especialmente de los criadores y propietarios de los mismos. Necesitamos una norma que armonice las múltiples, cambiantes y en ocasiones contradictorias legislaciones y normativas autonómicas, locales y nacionales, un marco o paraguas uniforme capaz de darnos la seguridad de que nuestros perros y nuestra actividad serán reguladas de igual forma con independencia del lugar de España en el que vivamos. Necesitamos, además, una normativa efectiva que ayude a terminar con el maltrato animal, el abandono y cualquier tipo de abuso, porque todo ello es absolutamente contrario a la filosofía de la RSCE y de todas las personas que la componen o que participan de sus actividades.
El texto presentado el Viernes 18 de Febrero no es perfecto, no nos satisface plenamente, pero supone un evidente avance para todos los que estamos preocupados por el bienestar animal.
Desde hace dos años hemos mantenido diferentes reuniones de trabajo con la Dirección General de Derechos de los Animales, intentando transmitir nuestra forma de entender lo que debe ser la tenencia y la cría responsable, así como la importancia de los perros de raza y todo lo que les rodea (asociaciones, criadores, propietarios, profesionales, actividades…) como estrategia más consolidada y firme por un verdadero bienestar.
En todo este tiempo hemos comprobado, no sólo la receptividad a muchas de nuestras propuestas, traducida en importantes modificaciones sobre planteamientos iniciales, sino también el desconocimiento que hasta ahora ha existido, a todos los niveles, del trabajo y la labor diaria de todo nuestro colectivo, incluyendo a la Real Sociedad Canina de España.
Hemos tenido la oportunidad de compartir reuniones y conversaciones con todo tipo de entidades, muchas de ellas dedicadas desde hace años a la protección animal y que, igualmente, desconocían la verdadera labor de los criadores responsables o se quedaban en tópicos establecidos a lo largo del tiempo.
Y si muchas de estas entidades desconocían nuestro día a día, nuestra dedicación y amor a los perros, nuestra razón de ser, también es cierto que algo parecido ha ocurrido desde nuestro lado hacia el suyo.
Han sido muchos años de dar la espalda a lo que ocurría en otros ámbitos de la sociedad, de dejar que otros hicieran y vendieran el relato de las cosas pensando que eran pocos, estaban locos o eran unos ignorantes. Y no es así.
Una parte de nuestro esfuerzo en estos últimos dos años ha sido el poder acercarnos a esos que o no nos conocían o no querían conocernos, al punto de ahora ser capaces de compartir reuniones, conversaciones e incluso llegar a puntos de encuentro.
Otra parte importante ha sido y es llamar a la puerta y sentarnos a hablar con partidos de cualquier signo (nuestra única ideología en esto son los perros), con administraciones de todo tipo, con medios de comunicación y con entidades afines a la nuestra pero con las que no existía o se había roto cualquier lazo.
El objetivo de todo esto era, es y seguirá siendo uno solo: el bienestar y el futuro de nuestros perros.
Por eso queremos dejar claro que, en este momento, la dirección de la RSCE seguirá manteniendo la postura de dialogar y negociar con la Dirección General de Derechos de los Animales, mientras sea posible, presentando todas aquellas propuestas, iniciativas y mejoras que estimemos oportunas para tratar de conseguir un texto satisfactorio para nuestros intereses, los de nuestros socios y los de cualquier aficionado y amante de los perros de raza en España.
No vamos a renunciar a ninguna de las opciones que el proceso de elaboración de una ley nos ofrece, incluyendo la posibilidad de presentar alegaciones y llevando nuestro punto de vista y nuestras preocupaciones en torno a la ley a toda aquella persona o entidad que se interese por ello.
A día de hoy, algunos de los temas más importantes que nos preocupan y en los que vamos a intentar influir para que se regulen de manera favorable son, por un lado, el reconocimiento de los criadores responsables de nuestro ámbito, incluidos ya en nuestros registros, así como su habilitación para la actividad que realizan desde hace años. Los criadores responsables, reconocidos y registrados, deben estar protegidos por una ley que persiga el verdadero bienestar animal y se les debe dotar, por ley o por vía reglamentaria, de las herramientas legales y fiscales que les permitan desarrollar su actividad, con independencia de que esta sea o no su medio de vida. Hemos conseguido que desaparezca la alusión únicamente a “criadores profesionales” y se sustituya por, simplemente, “criadores”, o en ocasiones, criadores registrados, como lo son todos los nuestros. Por otro lado, urge la necesidad de establecer de manera muy clara que la esterilización debe ser un recurso excepcional para los casos que se determine, más allá de los meramente sanitarios, y no una obligación generalizada. Nos preocupa mucho la situación de los criadores familiares, urbanos, de pequeña escala y como quedarán contemplados en una normativa sobre núcleos zoológicos, y estamos luchando para tener una regulación justa sobre la materia, no sólo a nivel nacional, sino también en distintos ámbitos autonómicos.
Además, desde la RSCE somos conscientes de la importancia que la formación va a tener en el futuro de nuestra actividad y por eso queremos estar en cualquier proceso que implique a los perros, a sus dueños o a sus criadores.
Todos estos puntos los seguiremos llevando a las reuniones y conversaciones que mantengamos en adelante con la Dirección General de los Derechos de los Animales, con dos ideas muy claras: defender aquello que nos parece justo para nuestro mundo, siempre desde un punto de vista de preocupación por el bienestar de nuestros perros y con lealtad hacia quien se brinda a hablar con nosotros, a escuchar nuestras propuestas y a llegar a acuerdos reales, tangibles y beneficiosos para el mundo del perro, que ya hemos podido ir viendo en el proceso de elaboración de este Anteproyecto.
Dicho todo esto, y en el escrupuloso respeto al derecho que todos tenemos a manifestarnos o a mostrar nuestro desacuerdo con cualquier situación o medida, debemos señalar que:
- NO ES CIERTO que el texto del Anteproyecto de Ley exija que se castre a todos los cachorros, entre otras cosas porque habla de esterilización (no es exactamente lo mismo) y además SÓLO EN LOS CASOS QUE SE ESTABLEZCA REGLAMENTARIAMENTE (Artº67.5)
- NO ES CIERTO que se obligue a los criadores a realizar un curso de 480 horas ya que dicha formación aún no está desarrollada reglamentariamente, así como el reconocimiento o la habilitación para quienes ya vienen desempeñando una actividad antes de que entre en vigor cualquier normativa.
- NO ES CIERTO que el criador deba exigir al futuro propietario la prueba de haber superado un curso sobre tenencia responsable. Dicha formación es responsabilidad personal de quien posea un perro y además aún no está reglamentada.
Lo que sí es cierto es que tenemos una iniciativa legislativa ambiciosa, única en la historia de nuestro país y, sí, problemática por todo lo que engloba y todo lo que supone. El Anteproyecto de Ley contiene muchas cosas buenas y os recomendamos una lectura sosegada y meticulosa del mismo, para poder apreciar lo que en él hay de positivo y también para poder fundamentar todas aquellas carencias que detectemos. Porque sabiendo que es mejorable, desde la dirección de la RSCE vamos a seguir trabajando para ayudar, proponer y contribuir a que tengamos una Ley, si no perfecta, al menos justa y razonable.