22/10/2023
Gracias al proyecto Vidas Líricas por esta entrevista. Deseo que os guste 🙏
La Sabia que entendió a los perros
Hoy estoy con Arantxa Gómez Plaza, nació en Valencia ahora mismo instalada en Ibiza con su gran proyecto G.E.C. Ella es actualmente Guía Emocional Canina. Ella no me deja indiferente con su precisión , información y pasión por lo que se dedica. Ojalá leerla también te informe y comprometa al amor con estos bondadosos representantes del mundo animal : los perros. Abro micro...
1: Zazu, por qué los perros?
Pues… solía costarme responder a esta pregunta ¿no?… como que me enredaba al concretar la respuesta y al final me he dado cuenta de que es muy simple, y es: por el amor que les tengo.
Es un animal que me ha acompañado desde que tengo uso de razón, y eso que en mi casa, a pesar de que he tenido pollitos, peces, tortugas, hamsters…. ni los perros ni los gatos fueron una opción admisible por parte de mis padres.
Y a pesar de ello desde siempre he sentido, tanto de mi hacia ellos como de ellos hacia mi, una comunicación que, puedo decir, es lo más puro y lo más instintivo que llevo dentro de mi.
2: El mejor amigo del ser humano o el único domador del ser humano ?
Uy… difícil respuesta e interesante pregunta al mismo tiempo. Tal y como, en general, se trata a los perros, tanto a nivel personal como a nivel social; las conductas que se tienen con ellos y las medidas que se toman hacia su bienestar, etc… el hecho de llamarles “nuestro mejor amigo” diría que es digno revisar. Primero habría que revisar qué entendemos por amistad y después extrapolarlo al vínc**o que podemos tener con nuestros perros . Bufff…eso nos da para horas de charla…
Por otro lado, el único domador del ser human te diría que tampoco pero al mismo tiempo hay algo de eso en el método que empleo. El Método G.E.C.
Mi método consiste en utilizar en beneficio del humano el amor inmenso que sentimos hacia ellos, mas siempre en pro del bienestar canino como objetivo primordial. Así que no serían ellos domadores directos, pero sí indirectamente.
3: Hay muchas formas de ver la domesticación crees que nosotr@s privamos a los perros del mundo salvaje , propiamente animal sin ellos realmente necesitarnos?
Sí y no, me explico.
Siento que si decimos sólo eso y nos quedamos ahí corremos el riesgo de estancarnos en una visión superficial, y ojo, hablo de la misma visión que tenía yo hasta que decidí que además de contar con mi capacidad natural e intuitiva de comunicar con ellos, debía formarme y estudiar realmente cómo funciona su sistema cognitivo y cómo fue esa evolución en el vínc**o desde los inicios .
Realmente ambos, humanos y lobos, iniciamos una relación basada en intereses. Al principio no les utilizábamos, ni nos hacía compañía, nuestros deshechos de comida servían de alimento para ellos. Su necesidad de cazar y luchar por la comida disminuía y eso a nosotros nos beneficiaba, porque mantenía alejados al resto de depredadores y carroñeros.
Nuestra relación inicial se puede comparar de cierta forma con la del pájaro africano y el cocodrilo.
Esa imagen que conocemos todos de un pajarito alimentándose tranquilamente de los restos de las fauces de un cocodrilo, que mantiene la boca abierta de forma totalmente paciente y voluntaria mientras le hacen una limpieza bucodental.
Esto existe en el mundo de la biología y tiene un nombre es : el “ mutualismo”. El mutualismo es una interacción biológica entre individuos de diferentes especies en donde ambos se benefician. Creo que es importante recalcar y recordar que los humanos pertenecemos al mismo reino, el reino animal, ya que es algo que se nos olvida.
Dicho esto, después de tantos siglos de mutualismo que más tarde derivó a la domesticación, ellos sí nos necesitan, de hecho dependen 100% de nosotros.
Y ahí es donde nace nuestra responsabilidad porque a día de hoy sí siento- y la siento porque la hay -mucha falta de empatía de verdad hacia los perros y este es otro término a revisar: la empatía.
Lo que hay es un error de comprensión de este concepto.
Empatizar con nuestros perros no es tratarles como a nosotros nos gustaría que nos traten como humanos que somos.
Empatizar de verdad con nuestros perros es conocer su naturaleza canina, informarnos de sus necesidades como raza, revisar cómo sus emociones se ven afectadas por vivir en un entorno concreto, entender cómo funciona su sistema cognitivo, cómo funciona su cerebro (que no es humano ni nunca lo será) y cómo perciben el mundo humano en el que viven desde sus ojos puramente caninos.
Esto es algo que yo misma he transformado en mi porque me di cuenta de que no basta con amarlos. Yo misma tenía una percepción errónea de lo que era tratar a mis perros como se merecen hasta que profundicé en el tema y por eso hoy en día me dedico a transmitir ese mensaje para tratar de concienciar.
Hemos de tener en cuenta que son perros, que viven en una sociedad puramente humana, con unas normas, unas reglas y unos códigos muy propios que un perro jamás comprenderá porque jamás será humano. Por lo tanto, si les tratamos como a humanos pequeños, o como a niños, lo único que hacemos es ir en contra de su naturaleza y se merecen simplemente SER.
Ahí es donde veo que sí les privamos , y no de su mundo salvaje, porque ellos dejaron de ser salvajes hace mucho tiempo, pero sí les privamos de su naturaleza y necesitan que en sus rutinas diarias haya un espacio para que puedan conectar con esa naturaleza que le pertenece de forma inherente.
4: Consideras que la compañía terapéutica de una mascota es clave para la salud afectiva actual de las personas, tan evidentemente, por general, desconectadas de la naturaleza y con gran perturbación emocional ...
Primero parto de la base de que en esta pregunta dejamos a un lado a los perros de terapia oficiales, empleados en programas destinados a personas con capacidades especiales. Primero porque no es mi campo y segundo porque detrás de esto sí hay profesionales que durante todo el proceso tienen en cuenta tanto el bienestar de la persona como del propio perro.
A partir de ahí enfocaré mi respuesta en las necesidades afectivas, en general, de las más de 9 millones de personas a día de hoy en España (datos reales y comprobables en https://www.reiac.es/ Red Española de Identificación de Animales de Compañía) que comparten sus vidas con uno o más perros.
Voy a empezar diciendo que la clave para la salud afectiva de un ser humano está en el interior de ese ser humano y su entorno humano. La salud afectiva de alguien no debería recaer o depender de un animal.
Considero que la compañía de cualquier animal puede ser terapéutica y clave dependiendo de cómo se dé esa compañía.
Siempre, detrás de la decisión de compartir la vida con un animal hay un interés, a menudo inconsciente, y a veces una carga emocional muy pesada por parte del humano; lo que tú has nombrado como “perturbación emocional”.
Con esto no quiero decir que esa perturbación sea negativa.
Sin embargo, algo que no se tiene tan en cuenta y que fue lo que me motivó a mi a crear la figura de “la Guía Emocional Canina” que soy hoy, es que esa perturbación emocional del humano pasa a ser parte del entorno del perro y por lo tanto, también entra en juego su salud emocional.
Si esto no se tiene en cuenta, si el foco únicamente se tiene en obtener de él un beneficio de cualquier manera de forma más o menos despierta, el perro sí o sí va a terminar mostrando o problemas de conducta, o problemas emocionales o, cuando lo anterior se cronifica, problemas fisiólógicos por somatización, ya sea de sus propias emociones o por somatización de las emociones del humano.
Los problemas de conducta que pueden surgir en estas relaciones por no considerar la salud emocional de ambas partes, suelen degenerar en una convivencia cuanto menos molesta que puede complicar la situación emocional del humano en cuestión. En estos casos es el perro quien termina mal parado, abandonado o en muchos casos, por horrible que parezca, sacrificado.
Por lo que respecta a los problemas emocionales, muchas veces pasan desapercibidos ante los ojos de su entorno o terminan tratándose directamente con fármacos. Es más habitual de lo que me gustaría escuchar “mi perro es un santo, se puede pasar el día entero durmiendo” y cuando acudo al domicilio la realidad es que el perro está en un estado avanzado de apatía y depresión.
O muchos casos de perros medicados por alergias, cuando los problemas de piel tienen el origen en al trato diario que recibe el perro; a veces excesivamente humanizado y otras porque vive únicamente con lo básico que es alimentación, paseos y cariño, y no recibe una estimulación mental, olfativa y neurológica adecuados a su raza, edad y temperamento.
Y con esto no quiero que nadie se sienta culpable, porque yo misma me sentí así cuando al empezar mi formación me di cuenta de todo lo que me quedaba por aprender.
Yo animo a las personas a que se den el permiso de transformar el vínc**o con sus perros
5: Cómo trabajas la terapia emocional de una mascota ?
Trabajo aplicando el método que yo misma he diseñado en los últimos 10 años, aunque realmente es un método que tiene vida propia, y se reinventa constantemente.
Le fui dando forma durante el cuidado de mis propios perros y de los de otras personas que, aun sabiendo que no era profesional de forma oficial como lo soy hoy, acudían a mi para pedirme ayuda.
Este método, el Método G.E.C, se basa en la fusión de la pirámide de maslow con el sistema de chakras, dando como resultado 3 niveles de trabajo: conductal, emocional y energético.
Primero estudio tanto las conductas del perro a la hora de interactuar con su entorno como las conductas del humano a la hora de interactuar con el perro en el día a día. El siguiente paso es trabajar la comunicación interesencia. Siempre entre el perro y yo, y según el servicio que elija la persona también entre el perro y el humano.
Este trabajo conductual inicial genera movimientos emocionales en el perro, a veces positivos y a veces negativos. En este punto fusiono tanto técnicas de educación canina como técnicas alternativas como la modificación de conducta a través de aceites esenciales, terapias florales y digitopuntura en masajes antiestrés.
Y el trabajo energético, dependiendo de cómo sea el trabajo a realizar y de cómo se de mi conexión inicial con el perro puedo emplearlo al principio a mitad o al final del tratamiento.
Consiste en comunicación animal a través de la técnica Thetahealing.
6: Desde tu visión ese paralelo entre emociones de humano y mascota, o ese espejo entre humano y mascota es realmente mejorable como cualquier vínc**o? Darías 4 tips para tod@s los que te estamos leyendo para ser más amables con nuestro amigo animal...
Me gusta mucho esta pregunta porque casualmente doy una conferencia que se llama “Tu perro -Tu espejo” y sí, es realmente mejorable y uno no es consciente de cuánto hasta que lo experimenta. Por eso me dedico a ello. Es hermoso y gratificante a la vez acompañar en esa transformación en el vínc**o.
Más que compartir 4 tips me gustaría invitar a que todas las personas a quien llegue esta información se den el permiso de reconocer y activar en sí mismos 4 virtudes, inherentes a todo ser humano:
La primera es la virtud de ser una persona HUMANA;
benévola, compasiva y generosa consigo misma y merecedora de experimentar su más pura esencia.
Sólo cuando la persona es capaz de reconocerse eso, está preparada para reconocer y activar la siguiente virtud; el RESPETO. El respeto por su perro,
que igualmente merece ser lo que ha venido a ser.
La tercera virtud es la virtud de la HUMILDAD; para ser consciente de sus propias limitaciones, reconocer que no lo sabe todo y obrar en consecuencia activando su capacidad de aprender pidiendo ayuda, guía o consejo.
Y por último el AMOR. Que sustituya al juicio, la crítica y la culpa y le haga tomar responsabilidad. El amor incondicional que los perros entregan con inocencia. El amor consciente que sólo los humanos podemos construir.
7: Además tienes en cuenta a la astrología para abordar los casos complejos de domesticación que te llegan, cómo es tu planteo desde este encuadre ?
La astrología ha atravesado muchas fases desde un punto de vista histórico. A día de hoy y por suerte, se ha liberado en gran medida de esa visión puramente mística y predictiva de la pitonisa frente a la bola de cristal.
Una gran parte de la población ya comprende que la astrología es algo que va más allá de eso.
La astrología que yo estudio es la astrología evolutiva que propuso el médico, psicólogo y psiquiatra Carl Gustav Jung. Esta línea interpreta la carta como un manual de instrucciones que muestra patrones arquetípicos conductuales y emocionales de la persona con la finalidad de identificarlos, comprenderlos y trascenderlos.
Todas las personas tenemos tendencias emocionales, cada uno la nuestra. Algunas personas tienden a racionalizarlo todo y no sentir y eso hace que ante ciertos comportamientos del perro haya una falta de empatía.
Otras sienten demasiado y sus emociones se desbordan con facilidad por lo que un problema de conducta del perro puede hacerle sentir frustración, rabia o tristeza en exceso.
Otras personas viven con pensamientos negativos y tendencias depresivas y otras con sobreexcitación e intensidad, lo cual puede deprimir o estresar al perro según su nivel de energía, temperamento o sensibilidad.
Quiero aclarar que nada de eso es negativo o malo, pero sí es algo con lo que nuestro perro convive, que absorbe y que no tiene la capacidad de razonar o comprender. Simplemente percibe esas emociones y por “efecto jauría” las siente sin poder cuestionarlas ni procesarlas o canalizarlas. En muchos casos las personas vienen a mi en busca de ayuda para conseguir tener un perro equilibrado y se vuelve azaroso el proceso porque el cambio significativo ha de hacerlo el humano a nivel personal, no tiene tanto que ver con el perro.
Por eso vi necesario formarme en astrología, y sigo haciéndolo a día de hoy, para emplearlo como vía de autoconocimiento de la persona.
Eso también me ayuda a la hora de establecer las rutinas que el perro necesita para que resulten compatibles con el patrón emocional del humano porque sí, hemos de adaptarnos al perro y sus necesidades pero teniendo en cuenta siempre a las dos partes por igual.
8: Tu hiciste un peregrinaje con tu amiga Momo, qué ha sido lo más mágico de esa aventura juntas?
Sin duda el estar presente 24/7 con ella. En ese camino de más de 1000km que duró 4 meses, en los que ninguna mañana sabíamos dónde dormiríamos la noche siguiente, conecté con mi parte más nómada. Dormir en tienda de campaña despertó mi parte más primitiva y animal, y pude sentirme plenamente de igual a igual con ella en muchas ocasiones. Descubrí que se comunicaba conmigo más de lo que percibía en la vida “normal” , en la que mi cabeza estaba pendiente de muchas otras distracciones.
Nos encontramos en situaciones en las que ella se comunicó conmigo de una forma muy tajante teniendo muy claro lo que tenía que hacer y dejándomelo muy claro a mi también. Situaciones como estar durmiendo en una playa, escuchar un ruido y cuando me incorporé y pretendía dirigirme hacia el lugar desde donde escuché el ruido se me adelantó, me miró, me sacó los dientes gruñendo y se adelantó a mi arrancando a correr y ladrar. Yo me quedé quieta y escuché como un animal más grande echaba a correr alejándose…era un jabalí.
9: Cuéntanos del proyecto que te traes entre manos con la guía emocional canina que ejerces como profesión?
El proyecto ya está en marcha y es el Retiro G.E.C. Las personas tenemos la oportunidad de asistir a retiros en los que conectar con nuestra esencia, dejándonos guiar por personas que ofrecen dinámicas en las que experimentamos la libre expresión de nuestra naturaleza más humana: creatividad, meditaciones, ta**ra, masajes, talleres, danza, yoga…Yo siempre he sentido la necesidad de ofrecer lo mismo a los perros. Por eso, he creado en mi casa un espacio muy especial: el Retiro G.E.C
Allí ofrezco dos tipos de experiencia. El primer tipo de experiencia es para aquellas personas que deban viajar fuera de la isla unos días, o simplemente quieran complementar la vida de sus perros ofreciéndoles algo diferente. En estos casos el retiro está abierto a acoger a sus perros.
Durante su estancia conmigo, los perros viven un proceso de adaptación al entorno nuevo que me proporciona información sobre sus niveles emocionales y sobre su capacidad de adaptación a espacios nuevos. En ese proceso voy asistiendo a los perros empleando todas mis técnicas según lo que precise en cada momento. Les doy una atención súper “perronalizada” y adaptada a cada caso, la edad del perro, su genética, su temperamento, sus tendencias conductuales y sus condiciones físicas. Los perros disfrutan de paseos didácticos, juegos de estimulación mental y olfativa, conectan con su naturaleza gregaria y depredadora, socializan con otros perros de forma controlada, ya que el cupo máximo es de cinco perros, y cuentan con sesiones de aromaterapia, tratamientos florales o masajes antiestrés de digitopuntura. Además, cuento con la asistencia de Momo que es quien me ayuda y enseña a mantener la armonía en la manada.
Como segunda experiencia, ofrezco a la persona la oportunidad de disfrutar con su perro de una estancia de 3 noches y 4 días en el retiro, en los que poder seguir mis pautas de aplicación del Método G.E.C. Durante esta estancia, el humano aprende a comunicarse con su perro, a comprender sus emociones, a cubrir sus necesidades como realmente precisa y merece en función del nivel de energía del perro, de su configuración genética y de su cuadro comportamental.
Todo esto en un entorno idílico, una finca payesa de más de 300 años rodeada de 70000 m de bosque en el norte de la isla.
10: Nos contarías alguna perla de aprendizaje que te ha dejado un perr@?
Sin dudarlo; una de las ayudas que ofrezco en el retiro son las ceremonias de acompañamiento en el duelo. Fue mi perra Duna, en su proceso de enfermedad y fallecimiento, quien me enseñó todo lo que sé y de la forma en la que sé transmitirlo.
Ella fue quien, siendo ella misma, inició todo lo que soy ahora. Le estaré eternamente agradecida.