Vicente Franch - De la Relación a la Equitación

16/09/2024

Me gustaría agradecer y felicitar al equipo de Equnexion (Sandra, Sonia, Juan Ramón y Adriano) por la organización del tercer Congreso Internacional Ecuestre de Gijón. Ha sido un placer colaborar tanto con la organización como con el resto de ponentes para conseguir esta conexión que hemos vivido y que creo que va a trascender de alguna u otra forma. Gracias.

04/09/2024

18/09/2023

Introducción del libro "De la relación a la equitación. ¿Arte o ciencia?"

Hoy día vivimos en una sociedad alejada de la tierra. Hemos perdido los valores y las formas de hacer que nos permitirían habitar el planeta sin desequilibrarlo. Hemos antepuesto ciertas «aparentes» necesidades a otras que nos posibilitarían vivir en paz y armonía. El hombre sigue considerándose el centro, y como tal trata a los demás seres. Emocionalmente estamos confusos y desorientados. No somos conscientes de lo que sentimos y no queremos escucharnos. Así, cada vez nos sentimos más ajenos a la naturaleza: le tenemos miedo y, al mismo tiempo, nos sentimos por encima de ella. Este distanciamiento, alimentado con emociones falsas y apoyado por valores sobre todo materiales, nos cubre la capacidad de sentir la realidad.
La vida en compañía de caballos es una forma de vivir, de aprender y de sentir. Compartir con ellos el día a día puede significar, en algunos casos, aprender sobre ellos y, por lo tanto, acerca de nosotros mismos. En general, las relaciones con otros seres nos pueden enseñar a conocernos mejor, siempre que estemos dispuestos a escuchar lo que nos muestran en su relación con nosotros.
En el mundo de los caballos, como en el resto, los valores sociales absurdos y las motivaciones económicas empañan nuestras relaciones con ellos. Somos egocéntricos y antropocéntricos. Extrapolamos nuestro punto de vista a cualquier ser con el que tengamos relación, ya sean animales o simplemente otras personas. Esto, sumado a la ignorancia y a la falta de sentido común al que nos ha llevado olvidar
las leyes naturales, nos lleva a suponer que los caballos tienen necesidades parecidas a las nuestras y que pueden pensar como nosotros.
Con una visión limitada nunca se puede llegar a comprender la
verdadera naturaleza de cualquier animal, ni tan siquiera la nuestra. Para comprenderlos, seguramente deberemos desprendernos de muchas ideas que han regido nuestra vida desde que éramos niños y de las que a veces ni somos conscientes de cómo de absurdas pueden ser ni cómo nos han limitado la existencia.
Las emociones que sentimos sí que son similares a las que sienten los caballos. Una relación creada desde lo emocional les resulta totalmente comprensible y les genera confianza para formar parte de nuestro mundo y compartir nuestras, a veces, absurdas ideas. Compartiendo emociones podemos empatizar con ellos e incluso simpatizar, con el fin de trabajar juntos. Contrariamente y hasta la fecha, la mayoría de las cosas que solemos hacer con ellos provienen de nuestra razón y de nuestros deseos. La mayoría de las situaciones a las que los llevamos están hechas desde las motivaciones humanas. Cualquier técnica que utilicemos para manejarlos o m***arlos es para nosotros, para conforme a nuestras habilidades y capacidades tener un caballo más o menos en la mano. Cuantas más razones y motivaciones personales pongamos en nuestra relación con ellos y menos consideremos las suyas, más lejos estaremos de llegar a la compenetración.
Parece que la razón no nos ha llevado a ser especialmente más felices que hace cientos de años. Seguimos utilizándola en nuestras relaciones con los animales, y por lo que estamos viendo, no parece mejorarles la existencia.
Si podemos olvidarnos un poco de nosotros mismos y abrir las miras para vivir el aquí y ahora a fin de dejar que fluya la empatía, quizás podamos llegar a tener una relación con un caballo. El camino puede convertirse en una forma de aprendizaje que, entre otras muchas cosas, puede llegar a mejorar nuestras relaciones con los otros seres con los que convivimos en este planeta de emociones.

18/09/2023

¿Quieres empezar a m***ar a tu potro con una buena base? ¿Quieres mejorar la relación con tu caballo pié a tierra o m***ado? ¿Tienes problemas en el manejo pié a tierra (muerde, cocea, tira cuando lo llevas del ramal, no da los pies o las manos cuando se las pides...) o en la equitación (se pone de manos, se bota, está rígido y resulta imposible ordenarlo, se escapa, es difícil de parar, no quiere salir de su espacio habitual...) ¿Has descubierto el bitless y te gustaría poder quitar el hierro de la boca de tu caballo y m***arlo con total confianza?
Si es así, este curso te puede ayudar o por lo menos, darte las herramientas necesarias para poder mejorar o cambiar tu equitación y sobre todo, la relación.
Otra forma de ver y entender a los caballos desde la que podrás crear una verdadera relación con ellos.

23/08/2023

Por circunstancias de intendencia nos vemos obligados a retrasar el curso hasta el 21 y 22 de octubre.
Este será un curso en el que podremos ver el por qué de la importancia de la buena relación con un caballo ya que desde ahí llegaremos a la equitación, al juego o a lo que cada cual pretenda hacer con su caballo. Se puede asistir con caballo propio, tanto con un potro para que tenga su primera experiencia de m***a como con un caballo con problemas ya sean pié a tierra o m***ado, así como con un caballo con el que queremos llegar un poco más allá.

01/08/2023

Mas que en maestros, creo en alumnos que se han hecho viejos aprendiendo.
Trabajando en el picadero redondo el control del espacio pié a tierra. Esta vez le tocó al Cura recibir las clases y como siempre, ha sido un alumno atento y aplicado y como no, como sucede con él, terminas recibiendo mucho más de lo que das.

18/07/2023

En la continuación de "Relacionarse con Caballos" usaremos la relación para llegar a la equitación o a cualquier tipo de trabajo o juego con un caballo que confía en nosotros y que predisponemos para trabajar juntos.

04/07/2023

Un bonito fin de semana con una gente muy especial. Ha sido un placer poder transmitir mis conocimientos a personas con tanto interés por aprender. Gracias por vuestra asistencia.

"Aprendimos y nos relacionamos"

20/06/2023

¿Quieres saber cómo son los caballos?, ¿mejorar la relación con el tuyo?, ¿saber cuál es la mejor forma de cuidarlo y relacionarte con él? En este curso vamos a hablar de la naturaleza de los caballos. Para ello, vamos a usar la etología para entender el espíritu del caballo salvaje y desde ahí, entender a nuestros caballos "humanizados".

19/06/2023

Extraido de "Los Caballos Maestros y el Domador Asilvestrado"

Dejad de buscar cómo haceros entender mejor por vuestros caballos, o, en el peor de los casos, de buscar trucos para conseguir un sirviente más eficaz, e intentad escucharlos y entenderlos. A mí, entre otras cosas, me contaron que la paz nace de dentro y que no necesita porteadores.

11/06/2023

En memória de Flámulo. Extraído del libro "Los Caballos Maestros y el Domador Asilvestrado"

Si no estás aquí con todo tu ser, no
me acercaré a ti, porque te tengo
miedo y tengo que verte entero para
saber que eres bueno, que no vas a
matarme sino todo lo contrario, que
me ayudarás a entender. Entonces
querré no solo acercarme, sino ir
contigo, te ofreceré mi confianza y
amistad. Pero tienes que estar aquí y
ahora con todo tu ser.

07/06/2023

Extraido del libro "Los Caballos Maestros y el Domador Asilvestrado"

Con los caballos, la inteligencia nos ayuda a controlarlos o manipularlos tanto a ellos como a las situaciones y lugares, creando realidades más o menos creíbles, más o menos justas.La comunicación con los caballos es siempre desde lo emocional,cuando podemos hacerlo de tu a tu, pues es en esa parte donde más nos parecemos. Los caballos tienen valores diferentes a los humanos pero sin embargo tienen emociones similares, y es aquí donde de verdad podemos interactuar y empezar a entendernos, siempre, claro está, que seamos capaces de entendernos a nosotros mismos. Cuanto más nos conocemos, más podremos conocerlos. Cuanto más los conozcamos, mejor nos conoceremos.

05/06/2023

En este curso vamos a aprender a ver a los caballos desde sus valores y sin antropomorfizar. Para esto, usaremos la etología equina y mi experiencia en estas últimas décadas aplicándola en el desbrave de potros y trabajo con caballos "resabiados". El fin último será conocerlos para entendernos.

04/06/2023

Una mañana con caballos, Jose Manuel Sales "El Cura", Jose Bort y Vicente Meliá, con la pasión que sólo algunos hombres de a caballo tienen. El placer de aprender sin importar la edad.

He tenido que volver a hacer la publicación porque alguien o algo la había eliminado. Lo siento por todos los que me habíais dado me gusta y dejado vuestros comentarios.

21/05/2023

09/03/2023

Cuando la equitación empieza con la relación, tenemos caballos tranquilos y confiados. Aquí os dejo un video de Torero que para los que me seguís, igual lo recordáis como pequeño caballo perla invertido. No trabaja mucho pero te puedes comunicar con él sin ningún tipo de problemas y pasar un buen rato en ese diálogo que debería ser la equitación.

18/06/2022

Cuando quiero ser uno con mi caballo, nunca voy hacia él, espero que él venga hacia mí. Cuando está a mi lado, nos miramos a los ojos y comprendemos que no entendemos, sabemos que es muy difícil nuestra relación pero vemos muy claro que tenemos un mismo principio, una misma esencia, un futuro compartido y un fin igual, tanto él como yo. Entonces me quedo quieto a su lado, sin moverme, sin hablar, sin pensar, sólo sintiendo, y es en ese momento cuando los dos, cuando yo me siento uno con mi caballo, cuando me siento uno con todo.
Esta es mi mayor experiencia de aproximación a otro ser. Este es el placer del reencuentro con la paz primigenia y este es el camino que los caballos me han ofrecido.
Gracias maestros

Fragmento del libro "Los caballos maestros y el domador asilvestrado".

16/06/2022

Una buena relación.

Te deseo lo mejor, estés donde estés, Barcup.

22/05/2022

De Los Caballos Maestros y el Domador Asilvestrado, "Adictos a la Paz".

"Cómo entender esto cuando nosotros somos una especie que busca problemas y raramente sentimos breves momentos de paz en toda una vida. No tener prisa en llegar, estar aquí y ahora, y el amor, son puertas que conducen a los humanos por los senderos de los caballos, los caminos de la paz: la harmonía, donde todo fluye, donde no hay atascos, donde sentirte una parte del todo y todo a la vez. Pero nuestra cabeza habla y habla, mientras colapsamos una a una nuestras emociones. Entonces, la falta de armonía, el desconocimiento de uno mismo, la inseguridad, nos provocan un estado de ansiedad permanente al que parece que nos acostumbramos, pero queda ineludiblemente reflejado en nuestro cuerpo cuando estamos quietos, en cada movimiento, incluso cuando queremos acariciar dulcemente a otro ser.
Los caballos ven muy claro cómo nos encontramos, de eso depende su vida, de la capacidad de distinguir entre un ser que come caballos y además tiene hambre, de la de uno que no.
El trabajo con ellos es tanto más fácil cuanto más en paz nos encontramos con nosotros mismos, y esto está por encima del carácter de cada persona. Se puede ser áspero o rudo y hacerte entender y tranquilizar a los caballos. Se puede ser blando y permisivo y confundir e incluso poner nervioso a un caballo. Los caballos son jueces sin juzgar, dejando que nos acerquemos, invitándonos a entrar en su espacio individual, incluso permitiéndonos jugar con ellos, tanto a su lado como encima de ellos. Y no es que crea que les guste especialmente vivir o hacer cosas con nosotros, pero sé que es seguro que no les molesta.
Cuando un caballo quiere estar con nosotros, lo muestra con movimientos alegres y decididos, tanto arriba como abajo. Nos está diciendo “buen chico, hoy formas parte del mundo”.
Ellos son los maestros".

28/03/2022

Después de dos años de mi accidente, y ya casi recuperado, empiezo de nuevo.

Nervioso y Tranquilo, frisones enteros y Duque y Bronco, cruzados castrados. Por circunstancias han estado un tiempo inactivos. Hay que volver a ponerse en marcha y como siempre, desde la relación y, en este caso, a recuperar la equitación.

Empiezo a m***ar a los cuatro, que siempre han usado hierro, en bitless. Perfectos desde el primer día, cada cual con su trabajo a hacer.

24/12/2021

Curso NEC en Castellon de la plana! Para mas informacion (lugar, horarios, etc) contactad en el telefono o email, o por mensaje privado.
PLAZAS LIMITADAS A SOLO 4 PARTICIPANTES!!

12/12/2021

Agradecido y contento por poder colaborar con Ana y su proyecto NEC.

07/08/2021

Ya a la venta, distribuidora Alfaomega, editorial Kaicron. Aquí os dejo el primer capítulo.

Mano, técnica y actitud.

No todas las personas tienen habilidad o capacidad para trabajar con caballos: ser capaz de parar los pensamientos para observar y escuchar, tener capacidad de reacción y rapidez para hacerlo, poder equilibrarse encima de otro ser que se mueve y estar en cierta buena forma física, ser consistente y claro en la información que se transmite al caballo… El hecho de tener mano comporta una forma de hacer con los caballos que implica determinadas habilidades acompañadas de una actitud concreta. Y como todos los dones, este no está al alcance de cualquiera.
Las habilidades se pueden mejorar y trabajar, pero hay personas que aprenden deprisa, que comprenden mejor, que no deben razonar sus reacciones porque las tienen de forma natural, que pueden sentir lo que otros apenas notan. Estos tienen mano.
Es fácil perderse en esto, porque ocurre a menudo que dentro de nuestras ilusiones y fantasías cuando tratamos con caballos está la creencia de que tenemos algo especial para conectar con ellos. Si echamos un ojo a determinados ambientes ecuestres, encontramos muchas personas que carecen de mano, y algunas de ellas, por mucho que se lo trabajen, jamás la tendrán.
La técnica, desarrollada por diferentes caballistas a lo largo de la historia suele malinterpretarse o ponerse en práctica sin tener en cuenta la mano del que la usa. Por otra parte, la falta de mano se contrarresta con la técnica que, de alguna forma, nos aporta trucos y artimañas para que los que carecen de sensibilidad o son algo torpes puedan apañarse o avanzar. La técnica está hecha desde el punto de vista del humano. Considera nuestras capacidades, nuestra razón y nuestra forma de ver el mundo, pero no nos abre las puertas para afrontar todas las situaciones y caballos que nos podemos encontrar.
Muchas veces olvida el punto de vista del caballo. La técnica
utilizada para alcanzar cualquier objetivo que nos propongamos debería crearse buscando la forma más fácil, tanto para ellos como para nosotros. La imaginación a la hora de encontrar soluciones en el trabajo o en la relación es imprescindible.
La técnica sin actitud no funciona. Podemos haber sido capaces de aprender mil modos de hacer algo con un caballo, pero si no ponemos en práctica nuestras técnicas con la actitud adecuada no obtendremos resultados. La relación que pretendemos establecer con un caballo debe ser de confianza, de modo que nuestra actitud debe ser segura, clara y consistente. Los miedos, la indecisión, la insensibilidad y la incapacidad de estar aquí y ahora no tienen cabida en este entorno. Estas actitudes crean caballos peligrosos o confundidos y son fuente de accidentes. Las relaciones humano-caballo vienen marcadas por el carácter y el temperamento de cada uno (del caballo y del hombre), pero lo que la determina es nuestra actitud.
Si nos acercamos o los m***amos con miedo, desconfiarán de nosotros. Si pretendemos dominarlos por la fuerza, si hay vanidad y prepotencia, huirán de nosotros. Lo que es imperdonable es «humanizar» al caballo. Esta actitud rompe su naturaleza y su espíritu.
Las técnicas utilizadas puede que no funcionen igual con caballos diferentes, pero la actitud sí. Los caballos no comprenden las razones de nuestras técnicas, pero sí entienden perfectamente la actitud o la energía con la que estamos con ellos. Con ellos, la emoción está por encima de la razón.
El que tiene mano es el que reúne la mayor cantidad de habilidades para manejarse con caballos, el que es capaz de hacer las cosas sencillas y es conocedor de la naturaleza de los caballos. El que tiene mano es capaz de probar, errar, y aprender de los errores, es capaz de sentirlos. Cuanta más mano se tiene, más fácil y rápido se puede llegar a hacer cualquier cosa con ellos.
Nunca hay que olvidar que ellos no han decidido establecer una relación con los humanos. Si les dejamos elegir, prefieren estar con los suyos, de modo que tener en cuenta sus necesidades nos puede ayudar a que se sientan a gusto con nosotros. Y de nuevo no nos olvidemos que las diferentes formas de domar un caballo o de relacionarse con él son solo modos de engañar a estos seres para que acepten, en más o menos grado, satisfacer nuestras necesidades.

06/08/2021

23/05/2021

Después de más de un año sin editorial y gracias a Julio Fernandez y su editorial Kaicron, podemos ofrecer el libro "De la relación a la equitación. ¿Arte o ciencia?" de nuevo. La distribuidora en España es Alfaomega. Para los que no estáis en España o tenéis problemas para encontrarlo, podéis pedirlo directamente a la editorial.

Introducción del libro "De la relación a la equitación. ¿Arte o ciencia?"
Hoy día vivimos en una sociedad alejada de la tierra. Hemos perdido los valores y las formas de hacer que nos permitirían habitar el planeta sin desequilibrarlo. Hemos antepuesto ciertas «aparentes» necesidades a otras que nos posibilitarían vivir en paz y armonía. El hombre sigue considerándose el centro, y como tal trata a los demás seres. Emocionalmente estamos confusos y desorientados. No somos conscientes de lo que sentimos y no queremos escucharnos. Así, cada vez nos sentimos más ajenos a la naturaleza: le tenemos miedo y, al mismo tiempo, nos sentimos por encima de ella. Este distanciamiento, alimentado con emociones falsas y apoyado por valores sobre todo materiales, nos cubre la capacidad de sentir la realidad.
La vida en compañía de caballos es una forma de vivir, de aprender y de sentir. Compartir con ellos el día a día puede significar, en algunos casos, aprender sobre ellos y, por lo tanto, acerca de nosotros mismos. En general, las relaciones con otros seres nos pueden enseñar a conocernos mejor, siempre que estemos dispuestos a escuchar lo que nos muestran en su relación con nosotros.
En el mundo de los caballos, como en el resto, los valores sociales absurdos y las motivaciones económicas empañan nuestras relaciones con ellos. Somos egocéntricos y antropocéntricos. Extrapolamos nuestro punto de vista a cualquier ser con el que tengamos relación, ya sean animales o simplemente otras personas. Esto, sumado a la ignorancia y a la falta de sentido común al que nos ha llevado olvidar
las leyes naturales, nos lleva a suponer que los caballos tienen necesidades parecidas a las nuestras y que pueden pensar como nosotros.
Con una visión limitada nunca se puede llegar a comprender la
verdadera naturaleza de cualquier animal, ni tan siquiera la nuestra. Para comprenderlos, seguramente deberemos desprendernos de muchas ideas que han regido nuestra vida desde que éramos niños y de las que a veces ni somos conscientes de cómo de absurdas pueden ser ni cómo nos han limitado la existencia.
Las emociones que sentimos sí que son similares a las que sienten los caballos. Una relación creada desde lo emocional les resulta totalmente comprensible y les genera confianza para formar parte de nuestro mundo y compartir nuestras, a veces, absurdas ideas. Compartiendo emociones podemos empatizar con ellos e incluso simpatizar, con el fin de trabajar juntos. Contrariamente y hasta la fecha, la mayoría de las cosas que solemos hacer con ellos provienen de nuestra razón y de nuestros deseos. La mayoría de las situaciones a las que los llevamos están hechas desde las motivaciones humanas. Cualquier técnica que utilicemos para manejarlos o m***arlos es para nosotros, para conforme a nuestras habilidades y capacidades tener un caballo más o menos en la mano. Cuantas más razones y motivaciones personales pongamos en nuestra relación con ellos y menos consideremos las suyas, más lejos estaremos de llegar a la compenetración.
Parece que la razón no nos ha llevado a ser especialmente más felices que hace cientos de años. Seguimos utilizándola en nuestras relaciones con los animales, y por lo que estamos viendo, no parece mejorarles la existencia.
Si podemos olvidarnos un poco de nosotros mismos y abrir las miras para vivir el aquí y ahora a fin de dejar que fluya la empatía, quizás podamos llegar a tener una relación con un caballo. El camino puede convertirse en una forma de aprendizaje que, entre otras muchas cosas, puede llegar a mejorar nuestras relaciones con los otros seres con los que convivimos en este planeta de emociones.