09/03/2024
Lego llegó a Bluevet, como muchos otros casos desesperados, a ver si se nos ocurría algo para evitarle una Eutanasia más que justificada.
Hace cuatro años y medio fue adoptado de una perrera de Barcelona por guapo y por bueno. Pero sus adoptantes se dieron cuenta rápidamente de por qué lo habían dejado allí, y lo intentaron devolver, pero ya no se quisieron hacer cargo de él.
El caso es que el pobre Lego tenía unos problemas de piel y sobre todo en los oídos que no le dejaban vivir. Dedicaba todo el tiempo que estaba despierto a rascarse desesperadamente.
Como no lo aceptaron de vuelta, la asociación se hizo cargo de él, y comenzaron una Odisea de cuatro años y medio de clínica en clínica, intentando controlar su terrible alergia. Desde tratamientos carísimos, cultivos, pasando por autovacunas, champúes, acupuntura… más de 4000€ gastados a base de donaciones y ayudas, para no conseguir que el pobre pueda estar ni cinco minutos sin darse golpes y sacudidas para intentar arrancarse la desazón que siente en los oídos.
Así que me lo trajeron, más para eutanasiarlo pues no podían seguir viéndolo sufrir que otra cosa.
Yo le hice una citología por IA con nuestro maravilloso en la que en 10 minutos vimos como en sus oídos vivían una multitud de Bacterias, seguramente resistentes a todo, y de Malassezzias, que son unas levaduras oportunistas a las que les gusta colonizar los conductos auditivos con inflamación crónica, y que pican una barbaridad.
Así que además de un tratamiento médico planteado más a largo plazo para terminar definitivamente con todos esos microorganismos, les propuse realizarle una técnica quirúrgica que se llama Ablación del Conducto Auditivo Vertical, que consiste en extirparle de forma radical todo el conducto, excepto el último tramo horizontal que termina en la membrana timpánica para que pueda oír por un pequeño orificio.
Cuando esto cicatrice, el manejo médico de un conducto de 1 cm, que además va a estar “ventilado”, será al menos posible.
Por cierto… Lego está en adopción.