03/12/2024
¿TU PERRO ESTA EN ZONA ROJA Y NO SABES QUE HACER? Aquí te entiendo y sé cómo ayudarte
Si estás leyendo esto, es porque probablemente ya lo has intentado todo. Has acudido a diferentes You tuvers, libros, amigos o incluso profesionales, te han dado pautas y consejos, pero nada de lo que te han dicho ha funcionado. Sientes que el problema persiste, que tu perro sigue siendo agresivo, y tú sigues buscando la forma de solucionarlo, pero no logras encontrar la respuesta. A veces, te dan las instrucciones, pero lo que te dicen no tiene el impacto que necesitas. Es como si los consejos fueran genéricos, y no tienen en cuenta la realidad única de tu perro. Además, te han señalado como responsable, acusándote incluso de maltratarlo. Y todo lo que has hecho es tratar de ayudarlo. Te entiendo, esa sensación de impotencia es devastadora.
Lo cierto es que muy pocos profesionales tienen la capacidad de adentrarse en el verdadero problema de la agresividad canina. Muchos pueden ofrecerte soluciones teóricas o pautas que suenan bien, pero no todos saben cómo manejar realmente a un perro agresivo. Hablar de técnicas y consejos es sencillo, pero trabajar con perros agresivos, tocarlos con las propias manos y entender su comportamiento en profundidad es otra cosa. Y ahí es donde la diferencia se marca.
En mi enfoque, lo primero que hago es sacar al perro de su entorno, porque la casa y el entorno familiar a menudo son factores que refuerzan la agresividad. Cambiar de contexto es fundamental, porque ningún problema se resuelve en el mismo estado emocional en el que se originó. Necesito ver al perro fuera de su zona de confort para poder evaluarlo objetivamente, sin las tensiones que se acumulan en casa. Al igual que los jóvenes con problemas de delincuencia o violencia, que necesitan salir de su entorno para poder cambiar, tu perro necesita ese cambio de contexto para empezar de cero.
Una vez fuera, realizo más de 100 pruebas específicas para analizar su genética, su carácter, sus miedos, y las raíces de su agresividad. No se trata de aplicar un enfoque genérico, sino de ver qué está pasando realmente con ese perro en particular. Cada caso es único, y sin esa evaluación profunda, no se puede solucionar el problema.
Lo que diferencia mi enfoque es que trabajo directamente con el perro, tocándolo y evaluándolo con mis propias manos. Esto no es sencillo. De hecho, es peligroso. No se trata de aplicar técnicas fáciles desde lejos o de imponer comandos; se trata de entrar en contacto físico con el perro, sentir su reacción, observar cómo responde. Aquí no hay magia ni fórmulas preestablecidas. Si un perro está en una situación tan compleja, tiene que ser tocado de cerca, evaluado con la mayor precisión posible. Y eso tiene riesgos. He trabajado con perros agresivos desde niño, y esas experiencias me han enseñado a reconocer el comportamiento, las señales sutiles, y a actuar con la cautela necesaria para evitar lesiones. Las mordidas, los gruñidos, las reacciones repentinas, todo eso forma parte del proceso. Son lecciones que he aprendido en el campo, no en una teoría.
La clave es entender al perro en su totalidad, no solo en su agresividad. Cada perro tiene una historia que contar, y esa historia se puede leer a través de sus comportamientos. No se trata de un enfoque teórico, sino de un trabajo práctico y directo, donde cada paso es evaluado cuidadosamente.
Esto no es un "tratamiento rápido" ni una solución fácil, pero sí es un proceso real de transformación. Si has llegado hasta aquí, es porque tu perro y tú merecen algo más que las respuestas generales y vacías.
Si sientes que este mensaje puede resonar con alguien más, alguien que también esté pasando por lo mismo, compártelo. Puede ser el primer paso hacia un cambio real, no solo para ti, sino para otra persona que también necesita la ayuda adecuada.
Manuel Pacheco
Especialista en perros en Zona Roja