15/03/2021
La obesidad son la enfermedad nutricional más común en perros y gatos, se define como un exceso de grasa corporal suficiente como para producir enfermedad.
En perros, el sobrepeso comienza cuando el animal sobrepasa entre un 15 y un 30% el peso establecido como normal para la raza. A partir de un 30%, estaríamos hablando de obesidad.
En el caso de los gatos se considera que presentan sobrepeso cuando superan en más del 10% su peso ideal, y son obesos cuando lo supera en un 15%.
Los factores de la obesidad y el sobrepeso se debe a un desbalance entre la ingestión y el gasto de energía. Siendo estos factores de riesgo como:
- La sobrealimentación: muchos propietarios tienen tendencia a ofrecerle a su mascota lo mismo que ellos comen, aparte de su propia comida.
- Trastornos de comportamiento: la ansiedad, aburrimiento, nerviosismo y otros problemas pueden llevar al consumo exagerado de alimento.
- La genética: algunas razas son más propensas a engordar que otras:
Perros: mestizos, Labrador Retriever, Collie, Basset Hound, Rottweiler, Golden Retriever, Bullmastiff, Carlino,Pekinés, Beagle, Perro Pastor de las Shetland, Cairn Terrier, Caniche y Teckel.
Gatos: los mestizos tienden a padecer más sobrepeso que los de raza pura, aunque entre los de raza están los Maine C**n, Bosque de Noruega, Neva Masquerade y Cornish Rex.
- Patologías endocrinas: hiperinsulinemia (exceso de insulina en sangre), hipotiroidismo e hiperadrenocorticismo o síndrome de cushing.
- Edad: la probabilidad de ganar más peso del debido es mayor entre los 5 y 10 años de edad, por lo que debe tenerse especial cuidado con la alimentación de las mascotas adultas y senior. Por otro lado, los depósitos excesivos de grasa tienen efectos negativos sobre la salud y la esperanza de vida.
- S**o: la obesidad es más frecuente en hembras.
- Actividad física:, mascotas que tienen un estilo de vida poco activo.
- El tipo de alimento: dietas poco equilibradas pueden ocasionar desbalance energético.
Patologías ocasionadas por la obesidad en pacientes:
- Afecciones cardio-respiratorias.
- Trastornos cutáneos.
- Trastornos ortopédicos y articulares (ruptura de ligamentos, hernia discal o artrosis, entre otros).
- Diabetes.
- Acumulación de grasa en el hígado (lipidosis hepática).
- Afecciones de las vías urinarias.
- Distocias (en caso de gestación).
- Intolerancia al ejercicio y al calor.
- Aumento del riesgo durante la anestesia.
Prevención:
Si queremos que nuestras mascotas se mantengan en su peso ideal, lo más importante es ofrecerles una alimentación acorde con la etapa fisiológica en la que se encuentren.
Se puede llevar a cabo un protocolo de alimentación llevada por su médico veterinario para una balanceada dieta.