02/02/2023
ALGUNAS CONSIDERACIONES DE ANESTESIA EN EL PERRO
🔹GALGOS, PERROS DELGADOS Y PERROS MUY JÓVENES
Nos referimos a las razas de los galgos o razas de carreras: p. ej., Whippet, Saluki, galgo afgano y galgo ruso.
• Estas razas se caracterizan por unos periodos de reanimación prolongados, así como por tener una masa muscular especialmente acentuada y poco o incluso ningún tejido graso.
• Debido a estas características, no deben emplearse anestésicos cuyo efecto dependa menos de la metabolización que de su distribución por la grasa corporal, como las fenotiacinas, la ketamina y, ante todo, los tiobarbitúricos.
🔹HIPERTERMIA E HIPERTERMIA MALIGNA
Afecta especialmente al galgo, que tiende a desarrollar una hipertermia maligna (HM) debido a un defecto genético, que puede aparecer la mayoría de las veces en el transcurso de una anestesia inhalatoria, y que si se detecta demasiado tarde tiene un desenlace fatal. Sin embargo, la hipertermia que no tiene origen genético, en principio, puede aparecer en todas las razas caninas y no resulta fácil distinguirla del cuadro clínico de la HM.
Cuadro clínico
• Jadeo, taquicardia y nerviosismo.
• A temperaturas superiores a 42ºC disminuye el nerviosismo, pero se alcanza un rigor más pronunciado.
• En caso de hipertermia maligna, los valores de ETCO2 pueden alcanzar magnitudes extremas (por encima de 80 mmHg).
Causas
La hipertermia puede producirse debido a:
• La predisposición genética (sobre todo en el galgo).
• Temperaturas ambientales elevadas.
• Lámparas sobre una mesa metálica y almohadillas térmicas defectuosas.
• Empleo de un sistema de bajo flujo.
• En general, un estado de anestesia inhalatoria.
🔹PERROS OBESOS
En los perros obesos, la grasa constituye un porcentaje elevado de la masa corporal. Dado que el riego sanguíneo de la grasa es inferior al de otros tejidos, las dosis habituales de anestésicos inyectables calculadas en función del peso del animal pueden suponer, en realidad, una sobredosis relativa, por lo que deben reducirse.
• Los perros obesos pueden presentar problemas de las funciones respiratorias, cardíacas y metabólicas cuando todavía están despiertos, o bien desarrollarlas en cuanto están sedados o bajo los efectos de la anestesia.
• Las masas grasas del abdomen y del tórax pueden limitar los movimientos torácicos normales, lo que puede provocar una taquipnea, porque se reduce el volumen inspiratorio y el volumen respiratorio minuto. A menudo, se ha observado debilidad circulatoria, y también hipertrofia de la musculatura cardíaca, debido a la acumulación masiva de grasa en el epicardio y al mayor esfuerzo circulatorio general que provoca.
• Sobre todo la grasa aislante subcutánea dificulta aún más el intercambio térmico en este tipo de animales obesos, que tienen una respiración estresada y reducida.
• No se debe olvidar que los perros obesos desarrollan a menudo un hígado graso, cuyas funciones metabólicas pueden estar limitadas, lo que puede dar lugar, p. ej. dificultades para metabolizar los anestésicos, prolongándose así la fase de reanimación.
• Los anestésicos que se redistribuyen, y aquí deben citarse de nuevo los tiobarbitúricos, durante la inducción de la anestesia tienen que administrarse en dosis más altas, puesto que una parte queda retenida en la grasa debido al riego sanguíneo proporcionalmente elevado del tejido adiposo. De esta forma, de entrada no se logra una concentración suficiente de tiobarbitúrico en el SNC para producir un efecto anestésico. Pero, si estando los depósitos de grasa saturados con el tiobarbitúrico, se aplica una nueva inyección de éste, ya no puede redistribuirse y provoca una sobredosis absoluta. Por esta razón, los tiobarbitúricos están contraindicados en los animales obesos.
• La propuesta de método anestésico para el perro obeso se corresponde bastante con la de las razas braquicéfalas.
🔹PARTICULARIDADES EN PERROS MUY JÓVENES Y MUY VIEJOS
La edad es un factor imprescindible a tener en cuenta a la hora de elegir un protocolo anestésico.
Los pacientes muy jóvenes se caracterizan por tener todos los sistemas inmaduros, por lo que, sólo unos pocos anestésicos estarán indicados en cachorros como por ejemplo. las benzodiacepinas y los anestésicos inhalatorios.
Respecto los perros geriátricos, no presentan un riesgo tan alto como los jóvenes, debido a que todos sus sistemas se encuentran desarrollados. El proceso del envejecimiento provoca la disminución del rendimiento de sus sistemas vitales, por lo que es más sensible a los anestésicos.
🔹Consideraciones en la anestesia de pacientes con enfermedad hepática.
En un perro con alteración hepática deberemos disminuir la dosis total de anestésicos que administramos, debido a que un animal que tiene una enfermedad hepática, presentará una menor concentración de proteína en sangre. Esta hipoproteinemia dejará mayor porción de anestésico libre (no unido a proteína). Este hecho tiene importantes repercusiones ya que el anestésico libre es el que actuará.
Por otro lado, los animales con esta anomalía presentan un metabolismo disminuido por lo que el anestésico actuará durante más rato.
🔹Consideraciones en la anestesia de pacientes con enfermedad renal.
Evitaremos todos aquellos productos que causen daño renal, ya sea porque causen hipotensión o sean tóxicos renales por sí mismos.
🔹Consideraciones en la anestesia de pacientes con problemas respiratorios.
Se debe evitar una sedación profunda que induzca una excesiva depresión respiratoria y realizar una buena ventilación asistida y mantenerlo todo tanto tiempo como sea posible. También se puede considerar la suplementación con oxígeno después de la anestesia.
En el caso de perros que tengan el parénquima pulmonar afectado (ej. neumonía), deberemos aplazar la cirugía, ya que aunque el perro esté con ventilación asistida no conseguirá respirar adecuadamente.
🔹Consideraciones en la anestesia de pacientes cardiópatas.
Evitaremos los anestésicos que produzcan una depresión cardiovascular importante, como por ejemplo: acepromacina, α2-agonistes y el halotano. También deberemos estresar lo mínimo al perro para evitar la liberación de catecolaminas que produce un incremento de la actividad cardiaca. Por lo tanto, la anestesia de cardiópatas se debe monitorizar intensamente.
🔹Anestesia en el perro sano
El perro sano, en comparación con otras especies como el gato, el conejo o los roedores, es un animal que se anestesia “fácilmente”. Sin embargo, no se debe olvidar que lo mismo que el hombre, todo animal anestesiado se convierte en un paciente de riesgo, porque el efecto de los anestésicos y de los elementos auxiliares para la anestesia influyen sobre las funciones corporales vitales (p. ej., sistema cardiocirculatorio, metabolismo o sistema renal), pudiendo llegar incluso a detenerlas (p. ej., la respiración) y quedando entonces el individuo en manos de los fármacos, los elementos auxiliares técnicos y la respectiva capacidad especializada del anestesista.
Autoras: Yasmina Alonso Boix, Lluvia Castro López, Inés González Fernández.