23/06/2020
LA IMPORTANCIA DEL VÍNCULO
El Vínculo podría definirse como la relación establecida entre un perro y su propietario. Es la base de la relación entre el animal y sus compañeros humanos, la cual definirá dicha relación y determinará la compenetración, confianza y obediencia del perro hacia el propietario, y viceversa.
Tanto si se adquiere un cachorro o un animal adulto, procedentes de particulares o criadores profesionales, el primer paso para comenzar con buen pie una relación con nuestra mascota es establecer un vínculo correcto.
Para ello, debemos conocer qué situaciones nos ayudarán a conseguirlo, y cómo debemos actuar con nuestro nuevo compañero para que la relación que establezcamos con él y él con nosotros sea natural y fluida.
Primer contacto. Cuando vayamos a recoger a nuestro nuevo amigo, ya sea a un particular o a un criadero, el primer contacto con nosotros será fundamental. Debemos pensar que ese momento supone una experiencia traumática para el animal, especialmente si este es cachorro. El animal es separado, de repente, de su madre, sus hermanos y su entorno, que hasta ese momento es lo único que conoce. Por ello, en caso de que el viaje a casa lo hagamos en coche, es recomendable que conduzca otra persona, y el que va a ser propietario del animal vaya con él en la parte trasera. Ello proporcionará al perro una sensación de seguridad, que asociará con la persona que tiene a su lado, estableciéndose un vínculo más fuerte con dicha persona que con el resto.
Edad de separación. La edad ideal para separar un cachorro de su madre y hermanos son las 7-8 semanas, nunca antes. Esto es así porque el cachorro necesita aprender a reaccionar frente a los nuevos estímulos y situaciones, y nadie mejor que su madre para enseñarle cómo hacerlo correctamente. Además, durante estos 2 primeros meses, el cachorro aprenderá la socialización canina, de mano de su madre y hermanos, mediante el juego y la disciplina materna.
El juego. El juego es una de las actividades más importantes para un perro, que nos ayudará a establecer un correcto vínculo con él. Mediante el juego, pasamos más tiempo con nuestra mascota a la vez que le vamos marcando los límites de hasta donde puede llegar, lo que está bien y lo que está mal, y por su parte el animal comienza a aprender y a interpretar nuestro lenguaje corporal y nuestro tono de voz, lo que será fundamental para que la relación que establezcamos con él se base en la confianza y el entendimiento mutuo durante toda la vida.
Los paseos. El momento del paseo es otra actividad lúdica para el perro, que nos permite pasar más tiempo con él. Le permite explorar nuevos ambientes, personas y congéneres, y al estar nosotros presentes, reforzamos su autoconfianza y su confianza en nosotros, reforzando así el Vínculo.
El entrenamiento y la educación. Las clases o sesiones de entrenamiento y educación son otro factor a tener en cuenta para establecer un Vínculo adecuado con nuestro compañero canino. En el caso de que sea cachorro, emplearemos únicamente refuerzos positivos, lo que ayuda no solo a mejorar nuestra relación con él, sino también a aumentar su autoconfianza y su gusto por estar con nosotros y trabajar para nosotros. El perro aprende a trabajar para nosotros, no por miedo o sumisión, sino por placer, el placer de recibir una recompensa (afecto, comida, juego,…) y porque se divierte .
El cepillado y los masajes. Esta es otra actividad que nos permitirá disfrutar de un momento particular con nuestro amigo y establecer y reforzar nuevamente nuestro Vínculo. Es importante que las primeras sesiones sean cortas, y vaya aumentando el tiempo de forma progresiva, para evitar que el perro se canse y se agobie. No debemos forcejear con él, ni obligarlo, si bien debemos mantenernos firmes y no ceder ante su desagrado a las primeras manipulaciones. Conseguir que el perro se deje manipular y esté tranquilo cuando le tocamos es algo fundamental. Para que el cepillado acabe en positivo, es recomendable premiar al perro con comida y/o juego al final de la sesión, de forma que asocie que esta actividad no es mala en absoluto para él, sino que trae consigo recompensas favorables. Lo mismo ocurrirá con los masajes. Ademas de reforzar el vínculo, estas actividades acostumbrarán al animal a ser manejado, lo que se traduce en futuras ventajas, por ejemplo cuando debamos llevarlo al veterinario y éste tenga que explorarle. Por su puesto, el cepillado y los masajes tienen otras ventajas, como mejorar la circulación, eliminar el pelo mu**to y mantener un pelaje sano y cuidado,…
Estos aspectos son solo una guía para establecer desde un principio el Vínculo correcto con nuestra mascota, pero hay que recordar que ese Vínculo debe mantenerse y reforzarse durante toda la vida que compartamos con él. Es necesario tener disciplina y enseñar al perro lo que puede y lo que no puede hacer y qué espacios debe respetar y no debe invadir, así como establecer una serie de rutinas que deberemos respetar siempre en la medida de lo posible. Si conseguimos establecer un Vínculo adecuado con nuestro perro, la relación será natural y fluida entre ambos, no será necesario forcejear ni pelear con él para que sea un «buen perro» y toda la familia disfrutará de la compañía mutua.
Cualquier momento es bueno para empezar a establecer un correcto Vínculo entre nosotros y nuestras mascotas, por lo que los animo a hacerlo para que todos disfrutemos más y mejor del que con creces se ha ganado el título de Mejor Amigo del hombre.
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