
20/02/2025
Huesos peligrosos
Los graves riesgos que implica ofrecer huesos a nuestros perros.
Aunque dar huesos a los perros puede parecer natural e incluso tradicional, los veterinarios y expertos en salud animal advierten constantemente sobre los graves riesgos que esta práctica representa para nuestros compañeros caninos. Es importante entender por qué el consumo de huesos puede ser extremadamente peligroso.
Los principales riesgos son:
Asfixia y atragantamiento. Los huesos o sus fragmentos pueden quedarse atascados en la garganta del perro, bloqueando sus vías respiratorias. Esta es una emergencia que puede ser fatal si no se atiende inmediatamente.
Lesiones en boca, encías y dientes. Los huesos pueden astillarse creando bordes afilados que pueden: Cortar la lengua y el interior de la boca, dañar las encías, provocar sangrados y heridas dolorosas. Fracturar o astillar los dientes, causar desgaste dental excesivo y provocar infecciones en la raíz dental.
Problemas digestivos graves. El consumo de huesos puede ocasionar: Obstrucción intestinal que requiere cirugía, perforación del estómago o intestinos, peritonitis (infección abdominal grave), constipación severa, sangrado re**al y pancreatitis.
Si nuestro perro ha consumido huesos, debemos estar atentos a estos síntomas: Vómitos o arcadas, dificultad para defecar, pérdida de apetito, dolor abdominal, letargia o depresión, sangrado en las heces e inquietud inusual.
En lugar de huesos podemos considerar opciones más seguras como: Juguetes específicamente diseñados para perros, huesos de nylon o goma especiales para masticar; snacks dentales aprobados por veterinarios y juguetes interactivos rellenos de premios.
Si sospechamos que nuestro perro tiene complicaciones por haber consumido huesos, debemos:
- Mantener la calma, pero actuar con rapidez.
- No intentar extraer el hueso por nuestra cuenta, ni inducir el vómito sin consultar antes con un profesional especialista en atención animal.
- Contactar inmediatamente a nuestro veterinario o a un centro de emergencias veterinarias.
Aunque histórica y tradicionalmente, durante siglos, algunas personas han ofrecido huesos a los perros para su consumo, los riesgos asociados a dicha práctica son significativos y potencialmente mortales. Con las numerosas alternativas seguras disponibles actualmente, no hay razón para poner en peligro la salud de nuestros compañeros caninos. La prevención es siempre la mejor estrategia. Mantengamos los huesos fuera del alcance de nuestros perros y optemos por opciones de masticación más seguras recomendadas por profesionales veterinarios.