12/12/2024
MANERAS DE ESTIMULAR LA CAPACIDAD COGNITIVA DEL PERRO
Publicado en animalia nº 239 - Noviembre 2012
El perro es inteligente y en el perro existe, sin ninguna duda, el pensamiento. Aunque es cierto que los perros no piensan ni actúan de la misma forma que las personas, hoy en día, se sabe con seguridad que la capacidad cognitiva de los perros se asemeja en muchos aspectos a la de un niño de entre seis meses y dos años de edad. Y tal como procuramos estimular a los niños para que desarrollen su inteligencia, también es importante que nuestros perros desarrollen su mente de forma apropiada.
Los procesos cognitivos son aquellos por los cuales se procesa la información exterior: la percepción, la memoria y el pensamiento.
Antiguamente, el papel del perro en la sociedad era el de un animal de trabajo. Existían perros para la caza, perros para el pastoreo, perros guardianes, etc. Se utilizaban principalmente en tareas en las que sus instintos estaban plenamente desarrollados; vivían en un estado de más libertad con espacio donde explorar, se relacionaban asiduamente con otros miembros de su especie, hacían mucho ejercicio y sus sentidos -sobre todo el olfato y el oído-, trabajaban sin descanso gracias a los nuevos estímulos que cada día recibían del medio ambiente en que vivían.
Hoy en día nos encontramos que el papel que desempeña el perro en nuestro mundo moderno es muy distinto: la mayoría de los perros viven en ciudades como animales de compañía, y esto supone un gran cambio en su medio ambiente. La presión del nuevo entorno afecta a nuestras mascotas de manera sustancial. Los perros han cambiado de hábitos. Han tenido que adaptarse a normas sociales humanas y, por lo tanto, su comportamiento y su psiquismo se han visto alterados. Para los perros, estos cambios de hábitos resultantes de la vida en un medio al que su especie no está totalmente adaptada son los siguientes:
- El perro está continuamente confinado y su tendencia a explorar se ve muy reducida. Además, este confinamiento en un piso o una casa impide que el animal exprese sus conductas instintivas, con lo que acumula un alto grado de estrés y ansiedad.
- La relación con otros perros se limita a encuentros esporádicos en el parque y, en algunos casos, siempre cogidos por la correa.
- La mayoría de perros no tienen la oportunidad de hacer todo el ejercicio necesario para luego poder descansar tranquilamente en su hogar. Por esta razón actualmente existen muchos problemas de conducta como la hiperactividad en el hogar, el estrés o la ansiedad.
- Los perros ya no ejercitan su instinto de caza y búsqueda de alimento, ya que se alimentan casi exclusivamente de pienso y en unos horarios fijados por sus dueños.
- Los sentidos más utilizados por los perros en la naturaleza son el olfato y el oído. Pero actualmente, en el hogar humano, la mayoría del tiempo los perros están confinados entre cuatro paredes y conocen perfectamente todos los olores y sonidos de la casa. Además, cuando se quedan solos y no hay nada en movimiento dentro del hogar, el aburrimiento y la ansiedad pueden derivar en problemas de conducta como ladridos excesivos o destrucción de objetos.
- La gran mayoría de los perros no tienen la oportunidad de expresar sus conductas instintivas y esto repercute en su capacidad cognitiva, su inteligencia y su memoria.
La estimulación de la mente del cachorro
Es muy importante socializar adecuadamente al perro desde que es cachorro y que conozca diferentes ambientes y situaciones, como la ciudad y el campo; diferentes tipos de personas: niños, gente mayor; conocer otros perros, otros animales; escuchar diferentes ruidos, olfatear rincones distintos, etc.
Debemos evitar sobrecargas de información y aunque es importante exponerle a una gran variedad de estímulos, hay que hacerlo de forma medida y gradual. Es muy conveniente pasearlo con frecuencia y por distintos lugares, permitir que desarrolle su conducta exploratoria, y procurar que se empape de la máxima cantidad de estímulos visuales, auditivos y olorosos.
En el periodo en que aún no puede pisar la calle por no haber recibido todas las vacunas, es importante, a ser posible, bajarlo a la calle aunque sea en brazos para que se habitúe a los sonidos y olores del entorno. Si lo hacemos así, la mente del cachorro, justo en su etapa más receptiva se impregnará de estímulos que le ayudarán para una futura mejor calidad de vida.
Estimular la mente del perro joven
Debemos entrenar la mente del animal dando salida a sus instintos, darle una ocupación y así, eliminar el estrés que acumulan los perros de las ciudades por no poder desarrollar las tareas para las que están genéticamente preparados.
Los perros poseen los procesos internos de toma de decisiones, solución de problemas, y la capacidad de entender conceptos concretos. Por lo tanto, podemos aprovechar algo tan sencillo como el juego, ya que durante éste, la mayoría de las veces están incluidos estos procesos cognitivos.
Jugar es un comportamiento innato en todos los perros. La tendencia que tienen todos los perros de jugar desarrollando sus conductas instintivas: cazar, buscar, rastrear, esconder, perseguir, acechar..., puede convertirse en una herramienta muy útil para fomentar la capacidad cognitiva del animal. Para ello, podemos ayudarnos de varios juegos que, además de divertir al perro, potenciarán su inteligencia:
Jugar al escondite
Esconderemos un juguete o una de sus galletas favoritas detrás de algún mueble mientras el perro mira. Luego lo sacaremos de la habitación durante un rato y al cabo de un breve espacio de tiempo, le dejaremos entrar. El perro deberá recordar el lugar en el que hemos escondido el juguete o buscarlo con su olfato. Con esta actividad fomentaremos la memoria del perro y daremos salida a su instinto de búsqueda y rastreo.
Salvar obstáculos
Pondremos una serie de obstáculos delante de uno de los juguetes favoritos del perro. Éste deberá salvarlos de forma adecuada para llegar hasta el premio. Podemos poner los obstáculos de forma que el perro tenga que pasar por un lado, por debajo, o saltándolos. Se trata de aumentar su capacidad para solucionar problemas.
Los juguetes interactivos y “juegos de inteligencia”
En un estudio reciente se descubrió que los perros tienen preferencia por los objetos nuevos. Cuando a un perro se le pide que traiga un juguete sin especificar cual, el 75% escoge uno nuevo. Si además el animal puede interactuar con él se convierte en uno de sus favoritos.
Actualmente, en el mercado existen diversos tipos de juguetes que permiten ejercitar la capacidad intelectual del perro: los juguetes interactivos y los llamados “juegos de inteligencia”. Estos juguetes son unas de las mejores herramientas para ejercitar la mente canina. Aprovechando la innata curiosidad de nuestras mascotas, con este tipo de artilugios, los perros pueden entretenerse y desarrollar su ingenio. La diferencia principal con otros juguetes es que con la mayoría, el perro se puede entretener por si mismo, sin que tengamos que estar presentes.
Uno de los llamados juguetes interactivos es el famoso “Kong”: de goma muy resistente a los mordiscos que tiene uno o más compartimentos en los que podemos colocar golosinas que al perro le cuesta atrapar.
Otro tipo de juguetes, más sofisticados son los “juegos de inteligencia”: se trata de juguetes de varias clases especiales para ejercitar la toma de decisiones y la solución de problemas. Un ejemplo de estos sería el “juego de casillas corredizas”, donde se esconden golosinas y el perro tiene que empujar para abrir las casillas y conseguir el premio. En otro, la consecución del premio se consigue tirando de un trozo de cuerda determinado; o también juegos dónde los premios están debajo de unos cubiletes, que el perro ha de tirar para encontrar la recompensa.
El perro anciano y la memoria
Los perros tienen una memoria a corto plazo que funciona tal como lo hace la memoria humana. Desde hace tiempo, los perros se han utilizado como modelo para el estudio del cerebro humano. Mucho de lo que conocemos sobre la disminución de la memoria con la edad es resultado de pruebas realizadas sobre el deterioro de la memoria en el perro con el paso de los años.
El llamado síndrome de disfunción cognitiva del perro es uno de los problemas que puede padecer nuestra mascota en edad avanzada. Los síntomas más comunes son la disminución de la conducta exploratoria y una alteración en el aprendizaje y en la memoria.
Para evitar que el perro sufra esté trastorno, es importante que, aunque el animal esté más tranquilo y no solicite tanto nuestra atención para salir de paseo, lo saquemos frecuentemente, con paseos no demasiado largos para que haga ejercicio y siga explorando el entorno.
Para un perro mayor, igual que para uno joven, es muy importante tener la mente ocupada. Pero debemos tener en cuenta que los perros viejos están muy afirmados en sus hábitos y todo cambio les puede producir confusión.
Aunque mantener a un perro en un buen estado físico es importante, también lo es activar y desarrollar la inteligencia de nuestras mascotas. Su buena salud mental y física repercutirá en obtener una satisfactorio vínculo con nuestro perro y mejorará su calidad de vida durante la vejez.