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26/01/2025
ALTERACIONES CLÍNICAS RELACIONADAS CON LA INMADUREZ FISIOLÓGICA Y FÍSICA DEL NEONATO
Los cachorros recién nacidos dependen principalmente de los cuidados de su madre para sobrevivir las primeras semanas, son particularmente vulnerables debido a características fisiológicas que los anteponen a riesgos que los cachorros de más edad no enfrentan, es por esto que se debe entender los cambios fisiológicos durante esta fase, para facilitar la adaptación del recién nacido al nuevo entorno.
Es importante tener en cuenta que los cachorros son extremadamente susceptibles de padecer hipoglucemia, debido a que poseen una alta tasa metabólica, existe glucosuria de manera normal las primeras semanas y presentan inmadurez hepática, la cual no solo los limita al momento de metabolizar los medicamentos, sino que también representa limitadas reservas de glucógeno hepático y ante un estado de hipoglicemia, una gluconeogénesis insuficiente.
Generalmente pasadas doce horas del nacimiento, el recién nacido depende de la ingesta nutricional para mantener valores normales en sangre, ya que la mayoría del glucógeno hepático se ha sometido a glucogenólisis, estas reservas pueden ser bajas al nacer debido a la desnutrición intrauterina asociada con gestación múltiple excesiva o con la desnutrición materna, lo que termina resultando en un rápido agotamiento de la reserva hepática de glucógeno y desarrollo de hipoglucemia para el segundo día.
De acuerdo con lo anterior es fundamental monitorear la alimentación de los cachorros en la primera noche; además, evaluar la concentración de glucosa en el primer día de vida es esencial, 92 mg/dl es un resultado óptimo, por lo cual la obtención de valores por debajo de este podría suponer que conllevan al agotamiento rápido de la reserva hepática.
La vía de administración del aporte calórico dependerá del estado del paciente y del grado de hipoglucemia. Si es necesario la administración de sustitutos de leche materna, hay que tener en cuenta que la capacidad estomacal de un neonato es de aproximadamente 50 ml/kg, evitando usar la capacitad total del estómago para prevenir una neumonía por aspiración. La mucosa oral también puede reabsorber la solución de glucosa fácilmente y algunas gotas aplicadas a las encías aumentarán la concentración de glucosa en suero.
Para estados más graves se reporta eficaz el uso de una solución de dextrosa al 50% diluida 1: 3 en agua estéril para obtener una solución de dextrosa al 12,5%, se puede administrar 1 a 3 ml de esta solución por vía intravenosa o intraósea, reevaluando los valores de la glucosa posteriormente. Cabe mencionar que cualquier solución indiferentemente de la vía de administración debe ser previamente llevada a una temperatura de 35 °C para evitar enfriamiento en el neonato.
Otro factor crítico para la supervivencia neonatal es la deshidratación; uno de los puntos a evaluar en el sistema APGAR es el aspecto de las mucosas, en donde se clasifican según su color, pero es importante también apreciar la humedad de estas para identificar si el neonato presenta deshidratación, unas mucosas secas junto con anuria representan una deshidratación aproximada del 10 %, no se recomienda la turgencia cutánea para su evaluación a causa del mayor contenido de agua y a la menor cantidad de contenido graso en la piel.
Claramente los neonatos son más propensos a deshidratarse rápidamente debido a tres factores, primero, su piel es mucho más permeable y tienen un mayor compartimiento de agua extracelular, el 82 % del peso corporal del neonato es agua y ante una humedad ambiental baja (