05/04/2022
INFLUENZA CANINA
🟧Etiología
La mayoría de los perros son propensos a esta infección, con independencia de su edad, su difusión es rápida entre perros que están en contacto entre sí, en especial los que habitan en un mismo lugar. El virus se transmite a través de las secreciones respiratorias, por aerosol, o por contacto con objetos contaminados, como manos, prendas de vestir, comederos y casetas para perros.
Se cree que los perros diseminan el virus hasta 10 días después de la primera aparición de los signos clínicos, y que la propagación se da también a partir de animales infectados que no llegan nunca a desarrollar signos clínicos.
🟧Signos Clínicos
Los signos clínicos de la influenza canina son similares a los de la traqueo bronquitis infecciosa canina. Esta forma leve de la enfermedad produce tos, que puede ser áspera y ruidosa, parecida a la de la traqueo bronquitis, aunque tiende a ser más suave y húmeda. Algunos animales presentan secreción nasal concomitante, un hallazgo menos habitual en la traqueobronquitis.
Los perros con formas graves de la enfermedad desarrollan neumonía clínica, de forma hiperaguda o tras padecer tos durante un periodo de hasta 10 días. Es frecuente que se produzca infección bacteriana secundaria. Los signos de presentación incluyen fiebre, aumento de la frecuencia respiratoria, que puede evolucionar a dificultad respiratoria, y crepitaciones auscultables.
🟧Diagnóstico
Mientras no se demuestre otra posible etiología, el diagnóstico de influenza canina ha de tomarse en consideración en todos los perros con tos aguda, ya que la enfermedad es muy fácilmente transmisible a perros propensos a la misma. El diagnóstico de neumonía se establece a partir de la detección de un patrón broncointersticial, broncoalveolar, o ambos, en perros que presentan signos clínicos. Se recomienda hacer un lavado traqueal para determinar los tipos de bacterias implicados y su sensibilidad antibiótica.
La confirmación del diagnóstico de influenza se puede hacer a partir de varios métodos: serología, detección del antígeno por ELISA, y prueba de ARN viral por reacción en cadena de la polimerasa (PCR). La serología tiene varias ventajas con respecto al resto de los procedimientos, ya que la sangre es fácil de obtener, el suero resultante es estable, y la infección puede detectarse una vez que ha cesado la dispersión del virus. No obstante, los medios serológicos no permiten confirmar de forma rápida el diagnóstico, ya que para ello son necesarios títulos de anticuerpos crecientes.
Se pueden obtener resultados más rápidos si se procede a la detección del antígeno (Directigen Flu A) y a PCR.
Los resultados de cualquier tipo de prueba de detección viral pueden dar lugar a falsos negativos, debido al relativamente corto periodo de dispersión del virus una vez que los signos comienzan a manifestarse. Para obtener mejores resultados, la toma de muestras debe hacerse en perros febriles durante la fase de la enfermedad más temprana que sea posible.
🟧Tratamiento
En el caso de perros que presentan la forma leve de la enfermedad, la tos suele persistir durante varias semanas, incluso cuando se instaura un tratamiento con antibióticos y supresores de la tos.
La secreción nasal mucopurulenta puede ser consecuencia de una infección bacteriana secundaria y suele responder a los antibióticos.
Los perros con neumonía requieren unos cuidados de apoyo agresivos, con fluidoterapia intravenosa si es necesaria para mantener la hidratación sistémica (y, en consecuencia, respiratoria).
En perros infectados se han aislado múltiples bacterias, entre las que cabe mencionar Streptococcus equi subsp. zooepidemicus y organismos gramnegativos, que normalmente son resistentes a los antibióticos habituales. Al principio, deben prescribirse antibióticos de amplio espectro, que pueden modificarse más tarde en función de los resultados del cultivo y de las pruebas de sensibilidad, así como en función de la respuesta al tratamiento.
La mayoría de los perros expuestos al virus de la influenza resultan infectados. Los que padecen la forma leve de la enfermedad se recuperan por completo, aunque la tos puede persistir durante un mes. El pronóstico es más reservado en perros que desarrollan la forma grave de la enfermedad.
📖Fuente Bibliográfica: Medicina Interna de Pequeños Animales. Richard W. Nelson, C. Guillermo Couto.
Imagen: Veterinaria Portal Mayor.