16/01/2023
“Esto es lo que no ves.
Cuando me dices que la espera es demasiado larga, es porque la mascota de alguien más no es tan afortunada como la tuya. Cuando me dices que es demasiado caro, no puedo evitar tomarlo como algo personal.
Durante las últimas 10 horas me he sentado con tu cachorro, comiendo comida en el suelo. A veces yo no como nada. A veces me salto mis descansos. Comprometiendo a mis mascotas en casa con enfermedades contagiosas que, en última instancia, pueden ser mortales. Tratamientos cada hora, a la hora. Negándome a dejarte desatendido por temor a que no vuelvas. Y no es el único aquí. Multiplica esta atención por 12 pacientes y yo solo soy 1 persona.
Mi trabajo es asegurarme de que tu último adiós no esté en mi sala de emergencias o unidad de cuidados intensivos. Lloro más de lo que me gustaría admitir y créeme que los amamos tanto como tú, a veces más. Desacabamos el sufrimiento mientras estás en casa.
La culpa que viene con este trabajo puede ser demasiado a veces: las experiencias difíciles nos acompañan durante días, incluso semanas; los propietarios no lo entienden, simplemente no lo hacen.
«¿No hay nada que puedas hacer?» Hicimos todo lo que pudimos hacer. Hice hasta lo imposible sin pensar dos veces porque sabía que contabas conmigo. No hay nada que odie más que decirte que tu mascota no lo hizo. Ya me siento derrotado y devastado incluso antes de dar la noticia.
Por favor, no nos hagas sentir como si no lo intentáramos.”✨
📚Texto traducido y fotografía de Kayla Sandoval.