
02/03/2025
Los gatos son carnívoros puros, por este motivo el porcentaje de carne que debe contener la dieta de un gato es mucho más alta que la de un perro, las frutas y verduras no deberían exceder el 10% de la ingesta diaria del gato y esto es por motivos fisiológicos. Los gatos tienen un tracto intestinal relativamente corto, y desde luego mucho más corto que el nuestro, esto se debe a que es un carnívoro puro y la carne necesita menos longitud para que sus nutrientes sean absorbidos en el intestino, los vegetales tienen gran cantidad de fibra y son más difíciles de procesar y absorber, por eso los herbívoros tienen tractos más largos. Los gatos no son capaces de producir la vitamina D, así que por fuerza deben tomarla en su dieta.
En concreto los gatos necesitan vitamina D3 de origen animal, frente a la vitamina D2 por ejemplo, que es de origen vegetal, para los gatos la taurina es un aminoácido esencial que se encuentra en la carne, los componentes del alimento que atraviesan el intestino delgado sin ser digeridos, ni absorbidos llegan al intestino grueso donde fermentan por la acción de las enzimas microbianas.
Debido a la naturaleza carnívora del gato el intestino grueso es pequeño, en comparación con el perro, en el intestino grueso se produce la fermentación de la materia orgánica no digerida, por lo que un gato con una alimentación a base de vegetales en esta cámara de fermentación, nada o muy poco se digiere acumulándose poco a poco en un intestino grueso demasiado pequeño para soportarlo.
En la imagen se observa el colon de un paciente felino durante la necropsia el cual fue forzado a una dieta vegetariana.