03/01/2023
LO QUE NOS DEJAN LAS ESTERILIZACIONES A BAJO COSTO.
Cuando se realiza una campaña de esterilización de bajo costo en nuestro propio consultorio destinada al público en general y a nuestros propios clientes, se logran varias cosas:
En el propietario:
1. Quitar la responsabilidad de asumir los gastos reales de su mascota.
2. Hacerlo creer que es un propietario responsable aunque jamás lleve a consulta a su mascota para otros asuntos y lo mantenga en condiciones deplorables.
3. Lograr un cliente aprovechado que aunque tenga los recursos, espera pacientemente este tipo de campañas.
4. Creer que la obligación del veterinario es ayudar sin cobrar y confundirlo con vocación.
5. Exigir cualquier otro tipo de servicio en las mismas condiciones de bajo costo o gratuidad.
6. Creer que el veterinario tiene la obligación de absorber los gastos que genera una cirugía.
7. Dejar creer que una esterilización es una cirugía fácil, barata o que cualquiera la puede hacer.
En el veterinario:
1. Creer que la responsabilidad de esterilizar a los animales con dueño es del veterinario y no de quien tomó la decisión de adquirirlo
2. Una campaña de bajo costo es la mejor muestra de falta de conocimientos sobre marketing y publicidad.
3. Muestra la desesperación por atraer clientes y trabajo.
4. Genera clientes de pésima calidad ya que después quieren todo a precio de bajo costo y de todos modos no son constantes.
5. Generar una pérdida en el valor de lo aprendido. Se les olvida el tiempo, el esfuerzo, los gastos y todo lo que implica aprender a hacer cirugía.
6. El veterinario se adapta a que una cirugía se puede realizar con escasos materiales, de pésima calidad, caducos, robados, re usados; en espacios improvisados, incluso que se puede hacer sobre una mesa de madera o tablón de fiestas.
7. Quita el derecho de cobrar adecuadamente el trabajo.
8. Limita a hacer siempre cirugías de esterilización, sin tiempo ni recursos para capacitarse en algo más complejo.
9. Crea una mentalidad de pobreza y escasez ya que un quirófano bien equipado y un cobro adecuado se convierten en un sueño inalcanzable.
Organizar o participar en una campaña de bajo costo no está mal pero debe estar encausada a los que de verdad la necesitan, en poblaciones que de verdad lo necesitan y no con clientes oportunistas, mañosos y tacaños. Debe estar patrocinada por alguien con capacidad económica para que el veterinario cobre adecuadamente por su trabajo y debe realizarse en instalaciones adecuadas.
Una campaña de este tipo nos perjudica a todos los veterinarios más de lo que se imaginan.
Hacer cirugía de forma seria y adecuada genera gastos y requiere un importante inversión académica, de materiales, mobiliario e instrumental.
Para hacer algo así es necesario primero antes que nada, que muchos colegas se crean el ser veterinarios. Que dejen de creer que la clínica entra por la peluquería y que ellos mismos las tienen que hacer para aprovechar y revisar al “paciente”, que dejen de creer que la nutrición es vender croquetas por kilo, que sus establecimientos parezcan de todo menos un consultorio.
Y repito, la responsabilidad de abatir las poblaciones de animales callejeros no son solo responsabilidad del veterinario, son una responsabilidad conjunta
¿Quieren ser tratados como médicos? Dedíquense a serlo.
Créditos del texto:
MVZ. Dipl. Daniel Anaya