
02/10/2024
El punto GV-26 (también llamado Je Chung) es una zona de acupuntura que suele ser utilizada para estimular la respiración y la presión arterial en condiciones de shock o complicaciones quirúrgicas relacionadas con la parada cardiorespiratoria.
¿Dónde…?
Este punto se sitúa justo en el surco nasolabial del paciente (para usos prácticos: perros y gatos), con ligeras variantes entre especies.
¿Cómo…?
La manera de acceder a él es por medio de una aguja de acupuntura y si no se dispone de una, por medio de una AGUJA ESTÉRIL DE CALIBRE PEQUEÑO (25 - 27G).
- Se introduce la aguja en el surco nasolabial aproximadamente de 2-3 mm hasta tocar con el hueso y girar la aguja de manera vigorosa.
¿Cuánto tiempo…?
La respiración y/o función cardiaca suele restituirse entre los 10 - 30 segundos después de la estimulación de este punto. Y está indicada en pacientes cuyos movimientos respiratorios estés ausentes durante 5 minutos, y donde las técnicas habituales de reanimación cardiopulmonar no hayan surtido efecto.
¿Qué tan eficaz…?
Un estudio de 69 gatos y perros informó que la estimulación del punto de acupuntura GV-26 restableció la respiración a frecuencias normales o casi normales dentro de los 10 a 30 segundos posteriores a la inserción de la aguja en el 100 % de los animales si no había un paro cardíaco concurrente. Cuando se produjo un paro cardíaco y no había signos vitales, la tasa de reanimación fue del 43%.
La reanimación mediante acupuntura ha demostrado hasta un 100% de resultados en perros clínicamente sanos, mientras que en animales afectados por diferentes enfermedades el éxito de la intervención resultó ser menor (77,47%).
Pero... ¿cómo funciona esto?
Diversas teorías han sido presentadas para explicar el fundamento de esta técnica.
La estimulación del nervio trigémino y nervio vago que dirigen al bulbo raquídeo el cual alberga los centros respiratorios encargados de la regulación del ritmo y la profundidad de la respiración.
Activación del sistema colinérgico ya que está involucrado en la modulación de la actividad neuronal que controla los músculos responsables de la respiración, como el diafragma y los músculos intercostales y con la presión arterial.
Aunque realmente no hay una hipótesis que haya sido aceptada como 100% verídica, la eficacia de la técnica la ha posicionado como un recurso más en situaciones de emergencia y complicaciones relacionadas con la parada cardiorrespiratoria tanto en medicina veterinaria como en humana.