
02/02/2025
El medio Mongabay publicó un informe sobre el tráfico ilegal de loros del género Amazona, una de las especies más comercializadas en Colombia. Estos loros, rescatados del comercio ilegal, enfrentan un reto en su rehabilitación, ya que identificar su origen es complejo debido a que habitan diversas regiones del país.
Esta dificultad complica el cumplimiento de la exigencia legal de liberar a los animales lo más cerca posible de su hábitat natural. Además, soltarlos en lugares inapropiados puede poner en riesgo la diversidad genética y la capacidad de adaptación de la especie.
Para abordar este problema, un equipo de científicos colombianos, liderado por el biólogo Luis Alejandro Arias, desarrolló una base de datos genética utilizando información de loros con procedencia conocida. Al comparar el ADN de los ejemplares rescatados con esta base, lograron identificar el origen más probable de 156 loros incautados en Bogotá.
La secuenciación genética es una tecnología que permite descifrar el código genético de los seres vivos. Gracias a ella, los científicos pueden analizar la composición del ADN, detectar posibles mutaciones y comprender mejor la herencia de ciertas características o enfermedades.
El tráfico ilegal de loros es uno de los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad en Sudamérica. Entre 2010 y 2019, Colombia registró 90.000 incautaciones de animales o sus partes, con los loros representando entre el 74 % y el 91 % de las aves rescatadas. Los loros del género Amazona constituyen el 41 % de todos los loros decomisados. Estas aves provienen de la Amazonía, la costa Atlántica y Pacífica, así como de la zona andina, y son comercializadas en ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali.