21/04/2024
Las mascotas
Problemas actuales
Al parecer, la historia revela que los animales no solían vivir en el hogar, y ese sigue siendo el caso en la mayor parte del mundo. Sin embargo, a medida que la gente se ha mudado a las ciudades y su nivel económico ha mejorado, se ha vuelto más común tener mascotas en casa. Esto ha creado algunos problemas en los países industrializados.
De los 500 millones de animales que hay en los hogares de todo el mundo, un sorprendente 40% se encuentra en Estados Unidos, país que cuenta con 59.000.000 de perros y 75.000.000 de gatos domésticos. No obstante, en Londres y París hay más mascotas por vivienda que en la ciudad de Nueva York.
París contrató hace algunos años 70 equipos motorizados para aspirar los excrementos caninos de las aceras. Se calcula que los 250.000 perros de la capital francesa producen 25 toneladas diarias de desperdicios, menos de la mitad de los cuales son recogidos por las máquinas. Según se informa, cientos de personas resultan heridas y hospitalizadas cada año tras resbalar sobre dichos excrementos.
Existe además el problema del ruido. Hay quienes les toleran a sus perros comportamientos que nunca admitirían en la gente. Según The Pet Care Forum (un sitio de Internet dedicado al cuidado de las mascotas), “los dueños de perros que ladran en exceso parecen desarrollar la capacidad de no escuchar el ruido”. Algunos, por ejemplo, no hacen nada para evitar los ladridos, ni siquiera cuando resulta difícil escuchar una conversación importante.
Por otra parte, hay perros que se comportan apaciblemente mientras están con su dueño, pero cuando este se ausenta, se convierten en una pesadilla para el vecindario. Es cierto que hay personas que les tienen cariño a sus mascotas y les soportan pacientemente esos defectos, pero un vecino que trabaje por turnos o una madre que esté tratando de dormir a su hijo en la vivienda de al lado quizás no sean tan comprensivos. Además, cuando los animales se aburren, pueden desarrollar conductas destructivas, volverse intranquilos e incluso ponerse agresivos.
La rapidez con la que se reproducen los animales genera otro problema, evidente sobre todo en las ciudades. Se ha calculado que en Estados Unidos nacen anualmente 17.000.000 de perros y 30.000.000 de gatos, gran parte de los cuales acaban en centros de protección, en los que cada año, tan solo en ese país, se da muerte a entre 4.000.000 y 6.000.000 de ellos.
¿Por qué van a parar tantos animales a estos centros? A menudo se debe a que el cariño que se les tenía dura poco tiempo. El encantador perrito o el simpático gatito crece y se convierte en un animal más grande que necesita que se lo atienda. Pero quizás nadie de la casa tenga el tiempo o la paciencia necesarios para adiestrarlo o jugar con él. La doctora Jonica Newby, escritora y experta en animales, dice: “Al contrario de lo que se cree, estudios realizados en todo el mundo muestran repetidamente que la mitad de los perros que llegan a los centros de protección no han sido abandonados: sus propios dueños los llevan porque no soportan los ladridos, los destrozos que hacen o su inagotable energía”.
Una hoja informativa sobre la superpoblación de mascotas resume la situación de la siguiente manera: “Las criaturas vivas se han convertido en artículos desechables que se abrazan cuando son simpáticos y se abandonan cuando se convierten en una molestia. Esa indiferencia por la vida animal invade y erosiona nuestra cultura”.
Factores importantes que deben analizarse
Si uno vive en la ciudad, debe pensárselo bien antes de decidir tener mascotas. Los animales activos necesitan ejercicio físico a diario para su bienestar. Una encuesta nacional sobre personas y animales de compañía realizada en Australia reveló: “Las caminatas y el ejercicio son tanto una necesidad física como un estímulo mental para los perros. Cuando no hacen suficiente ejercicio, pueden volverse difíciles de controlar”. No obstante, muchos dueños están demasiado cansados después de un día de trabajo para llevar a su perro a dar un paseo a fin de que libere toda la energía acumulada.
Por ello, quienes estén pensando en traer un animal a casa hacen bien en plantearse estas preguntas: “¿Podré darle la atención adecuada? ¿O tendré que dejarlo desatendido durante la mayor parte del día debido al estilo de vida que llevo? ¿Tendré tiempo de sacarlo a pasear o de jugar con él? Si mi perro necesita adiestramiento, ¿estoy dispuesto a dárselo o llevarlo a un centro especializado? ¿Me quitará tiempo de actividades más importantes?”.
Otro factor que debe tenerse en cuenta es el alto costo implicado en su mantenimiento. Una encuesta realizada entre dueños de mascotas reveló que, como promedio, la factura anual del veterinario en Estados Unidos asciende a 196 dólares para los perros y 104 en el caso de los gatos. Eso, por supuesto, no incluía la comida ni otras necesidades diarias. Además, en algunas comunidades hay que pagar tasas de registro.