18/10/2023
En una tranquila noche de Halloween, en un pequeño pueblo, apareció un perro diferente a cualquier otro. Era un perro fantasma, con un pelaje blanco y etéreo que brillaba bajo la luz de la luna. Este perro, llamado Don Bigotes , había sido el fiel compañero de una familia durante generaciones, y ahora, en la noche de los espíritus, regresaba como un espíritu amigable.
Don Bigotes no asustaba a nadie, al contrario, se convirtió en una adición encantadora a la festividad de Halloween. Los niños del pueblo lo rodeaban con risas y cariño, y él respondía con saltos juguetones.
Acompañó a los vecinos en su búsqueda de golosinas y, cuando llegó el momento de contar historias de fantasmas alrededor de la fogata, don Bigotes se sentó con ellos, como un invitado especial.
Desde entonces, en cada Halloween, don Bigotes el perro fantasma regresaba para esparcir alegría y recordar a todos que incluso en la noche más espeluznante, la amistad y la diversión siempre pueden encontrarse en los lugares más inesperados.