09/11/2022
Micronutrientes
Boro (B)
El contenido de boro en el suelo en climas húmedos varía entre 5 - 80 mg kg-1. Los suelos arenosos presentan valores menores de boro (5-20 mg kg-1) que los suelos con altos contenidos de arcillas y materia orgánica (30-80 mg kg-1). Valores extremadamente altos de boro, con un efecto fitotóxico, se pueden presentar en suelos salinos.
El boro se encuentra en la solución del suelo en forma de ácido bórico (H3BO3), y proviene de la meteorización de la mica y la turmalina. El ácido bórico se disocia a partir de un pH > 6,3. El anión producido, debido a su carga negativa, es adsorbido/fijado a las superficies positivas de los óxidos de hierro y aluminio, arcillas y sustancias orgánicas. Puesto que el boro es absorbido a través del flujo de agua inducido en la planta por la transpiración, deficiencias de boro se presentan primordialmente durante periodos de sequía en suelos de pH neutral a alcalino.
El boro se encuentra en la solución del suelo en forma de ácido bórico (H3BO3), y proviene de la meteorización de la mica y la turmalina. El ácido bórico se disocia a partir de un pH > 6,3. El anión producido, debido a su carga negativa, es adsorbido/fijado a las superficies positivas de los óxidos de hierro y aluminio, arcillas y sustancias orgánicas. Puesto que el boro es absorbido a través del flujo de agua inducido en la planta por la transpiración, deficiencias de boro se presentan primordialmente durante periodos de sequía en suelos de pH neutral a alcalino.
Cloro (Cl)
El Cloro está catalogado dentro del grupo de los microelementos u oligoelementos en la nutrición vegetal. Su símbolo es el Cl y las plantas lo absorben bajo la forma de ion cloruro (Cl–).
Si bien su función en la planta no es bien conocida, sí se considera esencial.
El Cloro presenta una gran movilidad dentro de la planta, emigrando con mucha facilidad hacia las partes de mayor actividad fisiológica.
Los problemas en la planta derivados del Cloro se presentan antes y son más graves por exceso que por defecto.
Cobalto (Co)
es un microelemento (la cantidad necesaria para un planta es hasta 12 mg/kg de masa seca), forma parte de la vitamina B12 e influye positivamente en formación de rizobios de fijación con nitrógeno en los legumbres, mejora el crecimiento y desarrollo de plantas a través de interacción de hormonas de células con el metabolismo de las auxinas, participa en las reacciones de reducción-oxidación, fotosíntesis (aumenta la cantidad de clorofila), síntesis de ácidos nucleicos, mejora la intensidad de los procesos respiratorios, formación de carbohidratos, grasas, azúcares, vitaminas (ácido ascórbico), activa las enzimas (en especial nitrato reductasas) acelera el desarrollo de los órganos vegetativos, favorece a la floración, puede ser acumulado en polen, forma resistencia a las heladas, calor (aumenta el contenido general del agua), aumenta la resistencia ante los factores de estrés, enfermedades, en los cereales (resistencia a encamado), aumenta el rendimiento, mejora la calidad de los productos cultivados, mejora la asimilación de azufre, potasio, fósforo, magnesio directamente del suelo y limita el acceso a los órganos de las plantas agrícolas de metales pesados. El Cobalto puede pasar libremente de hojas a otros órganos de plantas – es un indicador importante a la hora de fertilización fuera de raíz, interactúa con manganeso, hierro.
Cobre (Cu)
El cobre es uno de los micronutrientes necesarios para las plantas en muy pequeñas dosis. En el sustrato, el rango normal es de 0,05-0,5 ppm, mientras que en la mayor parte de los tejidos es de 3-10 ppm. En comparación, el índice ideal de hierro en el tejido es 20 veces más alto que el de cobre. Si bien la deficiencia o la toxicidad del cobre rara vez se presentan, lo mejor es evitar los extremos, pues en ambos casos el crecimiento y la calidad de los cultivos podrían verse afectados.
La función del cobre
En las plantas, el cobre activa ciertas enzimas implicadas en la síntesis de lignina y es esencial para diversos sistemas enzimáticos. También es necesario en el proceso de la fotosíntesis, esencial para la respiración de las plantas y coadyuvante de éstas en el metabolismo de carbohidratos y proteínas. Además, el cobre ayuda a intensificar el sabor, el color en las hortalizas y en las flores.
Hierro (Fe)
El hierro (Fe) es un micronutriente esencial para las plantas, ya que desempeña funciones claves en la síntesis de clorofila, mantiene la estructura de los cloroplastos y la actividad enzimática. A pesar de que el hierro es el cuarto elemento más abundante en la tierra, y el suelo generalmente contiene entre 1 a 5 % de hierro total, la mayor parte del hierro en el suelo se encuentra en minerales de silicatos u óxidos e hidróxidos de hierro, formas que no están disponibles para las plantas, lo que puede causar deficiencias en los cultivos y mermar los rendimientos. La deficiencia de hierro, comúnmente conocida como clorosis férrica es uno de los desórdenes nutricionales más importantes que afecta a cereales, hortalizas y frutales, limitando su rendimiento y causando pérdidas económicas para los productores.
Manganeso (Mn)
El manganeso (Mn) es un importante micronutriente para las plantas y, después del hierro, es el que las plantas requieren en mayor cantidad. Al igual que sucede con cualquier otro elemento, su deficiencia o su toxicidad pueden representar una limitante para el desarrollo de las plantas. En varias formas se asemeja al hierro, por lo que su deficiencia o su toxicidad suelen ser confundidas con las de éste.
Función
Respecto a las plantas, es uno de los elementos que más contribuyen al funcionamiento de varios procesos biológicos incluyendo la fotosíntesis, la respiración y la asimilación de nitrógeno. También interviene en la germinación del polen, el crecimiento del tubo polínico, el alargamiento celular en la raíz y la resistencia a patógenos de la misma.
El molibdeno (Mo)
el último de los micronutrientes requeridos, es el que las plantas necesitan en menor cantidad. El intervalo normal para la mayoría de los tejidos de las plantas está entre 0,3 y 1,5 ppm y en el sustrato, entre 0,01 y 0,20 ppm. La deficiencia o toxicidad por molibdeno no son muy comunes, pero su deficiencia se ve con más frecuencias en las flores de Pascua. Como cualquier otra deficiencia o toxicidad por un nutriente, necesita ser corregida antes de que tenga un impacto negativo en el crecimiento y calidad del cultivo.
Función del molibdeno
El molibdeno es un componente esencial en dos enzimas que convierten el nitrato a nitrito (una forma tóxica del nitrógeno) y luego a amoníaco, antes de usarlo para sintetizar aminoácidos dentro de la planta. También lo necesitan las bacterias simbióticas fijadoras de nitrógeno que se encuentran en las legumbres para fijar el nitrógeno atmosférico. Las plantas también usan molibdeno para convertir el fósforo inorgánico a formas orgánicas dentro de ellas mismas.
Zinc (Zn)
El Zn es un elemento de poca movilidad dentro de la planta, pero con numerosas funciones críticas. La estructura y funcionalidad de muchas enzimas dependen de la presencia de Zn en la planta. Aproximadamente 2,800 proteínas dependen del Zn para que puedan sintetizarse y actuar. Se requiere para la síntesis de carbohidratos durante la fotosíntesis y en la transformación de los azúcares en almidón. Participa también en el metabolismo de hormonas al regular el nivel de auxinas a través de la síntesis del aminoácido triptófano. En los procesos de maduración y producción de semillas, el Zn favorece formación y fertilidad del polen, por ello la deficiencia de Zinc tiene mayor efecto en el rendimiento del grano que en el desarrollo vegetativo. También ayuda al mantenimiento e integridad de las membranas celulares y aporta tolerancia a las plantas ante patógenos, especialmente los del suelo. Como dato curioso, en la actualidad el Zn constituye quizá el micronutrimento más deficiente en el mundo. Sumado a esto, se sabe que su deficiencia puede reducir los rendimientos de los cultivos en un 20 % sin manifestar síntomas
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