19/04/2023
Ya no podemos más con esta terrible enfermedad. PORFAVOR RECUERDEN VACUNAR A SUS MASCOTAS. ESTAMOS CON UN BROTE TERRIBLE EN TALCA
Distemper Canino
El Distemper canino es una enfermedad viral y altamente contagiosa. Es producida por un Paramixovirus del genero Morbilivirus.
Los tres elementos para su diagnóstico son el historial clínico, el examen físico y los estudios de laboratorio. Las manifestaciones clínicas de infección respiratoria o gastrointestinal son inespecíficas, y el diagnóstico no debería basarse solamente en la presentación de estos signos.
Es bastante dificultoso con los estudios actuales ante-mortem descartar categóricamente la presencia del Distemper, pues todos los métodos utilizados pueden dar algunos falsos negativos.
Formas clínicas del Distemper
La infección por el virus del distemper canino se presenta como una enfermedad multisistémica potencialmente fatal que puede involucrar al SNC. Los perros pueden desarrollar un infección clínica o subclínica. Se piensa que la mayoría de las infecciones de CDV son subclínicas o agudos leves, y que no requieren tratamiento. La infección clínica se manifiesta de tres formas: aguda, subaguda y crónica.
Aguda
Es la forma más común. El período de incubación (desde la infección hasta la aparición de signos clínicos) normalmente es de 7 a 14 días. Entre los 3 a 7 días, se presenta fiebre y leucopenia que casi siempre pasan inadvertidas. La fiebre disminuye durante algunos días hasta que se desarrolla una segunda fase febril, que normalmente va acompañada de conjuntivitis, rinitis y anorexia. Los signos gastrointestinales y respiratorios como tos, diarrea, vómitos, anorexia, deshidratación y pérdida de peso pueden seguir a continuación. Las infecciones bacterianas secundarias a menudo complican este cuadro.
Subaguda
Los signos del SNC pueden desarrollarse a partir de la enfermedad sistémica como una encéfalo mielitis aguda. La presentación neurológica incluye:
1. Contracciones bruscas involuntarias localizadas de un músculo o grupo de músculos.
2. Paresia o parálisis que comienzan a menudo en miembros posteriores (ataxia).
3. Convulsiones, sialorrea, movimientos masticatorios, pedaleo de los miembros, micción involuntaria y/o defecación.
4. Hiperestesia, vocalización, reacciones de miedo.
5. Ceguera.
Dependiendo de la severidad de la infección, todos o ninguno de los signos neurológicos pueden ser evidentes. Después de la recuperación del distemper agudo o de una presentación inaparente, los trastornos neurológicos pueden tardar en presentarse algunas semanas o hasta meses. Pueden verse hiperqueratosis en las almohadillas plantares (Hard Pad Disease) y en la nariz.
Crónica
Se han reconocido dos formas crónicas en perros adultos. La primera se presenta a consecuencia de un proceso inmunomediado que produce una encefalitis multifocal (Multi Distemper Encephalomyeltis) que progresa lentamente. Esta forma normalmente ocurre en los perros de 4 a 8 años. Se presenta con debilidad en miembros posteriores, falta de respuesta a la amenaza, parálisis y temblores de la cabeza. La recuperación de este tipo de infección CDV es posible.
La encefalitis crónica del perro viejo (Old Dog Encephalitis) es un desorden progresivo que afecta usualmente a perros mayores de 6 años. Se presenta con ataxia, movimientos en círculo, presión de la cabeza contra objetos y cambios en la personalidad (no hay respuesta a estímulos externos o no reconoce a los dueños).
La persistencia del virus en el SNC produce una reacción inflamatoria, instalándose una encefalitis crónica. Estos animales no son infecciosos.
Diagnóstico
Hematología
En casos agudos la linfopenia (común en la 1º semana) y la trombocitopenia (menos común) son anormalidades que se presentan en forma habitual. Puede presentarse además monocitosis. Otros cambios dependen de los órganos afectados y de la presencia o no, de infección bacteriana secundaria.
En casos agudos, algunas inclusiones virales intracitoplasmaticas, pueden ser vistas a veces dentro de linfocitos y eritrocitos circulantes durante el recuento del hemograma. En casos subagudos o crónicos estas pruebas pueden resultar negativas, aunque no se deberá descartar la presencia del virus.
Estudios indirectos de diagnóstico.
Serología
De todos los métodos de diagnóstico virológicos para el Distemper, el serodiagnóstico es el mas utilizado por los veterinarios, si bien las pruebas son confiables, el problema se produce al interpretar los resultados.
Inmunofluorescencia indirecta (IFI)
En base a células infectadas y la prueba de ELISA en base a virus purificados. Si bien estas dos pruebas se usan habitualmente, en la primera existe la intervención de un operador para la interpretación de los resultados, lo que hace que una misma muestra pueda dar valores diferentes, en dos laboratorios distintos.
Seroconversión
La medición de anticuerpos séricos IgM (contra las proteínas del núcleo viral NP y P) y las IgG (contra los antígenos de la cápsula H y F), pueden ayudar en el diagnóstico de Distemper, pero la prueba no diferencia los anticuerpos pasivos maternales, los anticuerpos vacunales y los anticuerpos por infecciones subclínicas, de los anticuerpos que son producto de la enfermedad en cachorros, en animales previamente inmunizados y en los que han tenido contacto previamente con el virus.
La detección de anticuerpos neutralizantes, precipitantes o citotóxicos no es suficiente para el diagnóstico. Perros no vacunados, infectados en forma aguda pueden morir sin aparición de anticuerpos neutralizantes mientras que los infectados en forma subaguda o crónica, pueden tener niveles de anticuerpos comparables con los perros vacunados.
La IgM puede ser detectada en perros infectados no vacunados, entre los 6 y 8 días post infección. La IgG aparece entre los 10 y 20 días.
La prueba de ELISA para la detección de IgM específica contra el virus de moquillo canino, es una prueba útil, ya que la IgM en perros infectados persiste por 5 semanas a 3 meses dependiendo de la cepa y la respuesta del huésped. En perros vacunados la IgM persiste por aprox. 3 semanas. Falsos negativos pueden observarse en perros que mueren en forma aguda, sin la presencia de respuesta inmunitaria, y puede darse además, en presentaciones subagudas o crónicas.
Detección de IgG - Títulos seriados de 2 muestras con 2 semanas de diferencia (los títulos únicos son de escaso valor), son de valor en perros que no han sido vacunados dentro del mes anterior, un aumento de cuatro veces o mas, entre el suero de la fase aguda y convaleciente, es señal de una enfermedad activa.
Análisis serológico del líquido cefalorraquídeo (LCR) (Encefalitis)
Los signos neurológicos suelen aparecer entre 1 y 3 semanas, luego que el perro se ha recuperado de los signos gastrointestinales y/o respiratorios.
La determinación de anticuerpos específicos contra el virus en LCR es diagnóstico de encefalitis por Distemper.
En ausencia de trauma vascular, los anticuerpos específicos no son detectados en LCR, aún en animales previamente inmunizados.
Pueden haber falsos positivos, cuando en la toma de la muestra hay contaminación con sangre. No obstante si el título de la muestra de LCR es mas alto que el del suero, se considera que esos anticuerpos se han producido localmente y demuestran una infección activa.
Puede diagnosticarse Distemper en forma presuntiva, si hay aumento de la concentración de proteínas en LCR, pleocitosis linfocitaria, y son detectados anticuerpos específicos en una muestra no contaminada con sangre periférica.
La inmunosupresión es frecuente durante la infección por Distemper, el titulo bajo de anticuerpos no puede eliminar la enfermedad y los animales mueren.
Los anticuerpos maternales pueden persistir durante 2 o 3 meses, los cuales dan resultados serológicos positivos, aunque no son indicativos de infección.
Cualquier anticuerpo anti-distemper encontrado en LCR es de gran valor para el diagnóstico definitivo de Distemper.
Patogénesis del Distemper
Deberíamos recordar que cuando el animal se presenta en nuestros consultorios con la sintomatología clínica de la fase aguda, ya han pasado entre 1 y 2 semanas como mínimo, desde que el animal ha estado expuesto por primera vez al virus, por lo tanto es imperativo de acuerdo a los síntomas predominantes, intentar ubicar el lugar en donde pueda encontrarse el virus dentro del organismo, para poder identificarlo, si es factible, con los estudios directos de diagnóstico.
Diagnóstico definitivo
El diagnóstico definitivo requiere de la demostración de cuerpos de inclusión intranucleares e intracitoplasmáticos eosinofílicos (Cuerpos de Lentz) por examen citológico (coloración de Shorr, Diff Quick), o por inmunofluorescencia directa de muestras citológicas o histopatológicas.
Los cuerpos de inclusión se pueden ver en eritrocitos y leucocitos, sin embargo estas inclusiones están presentes solo de 2 a 9 días luego de la infección, y no suelen estar presentes cuando los signos clínicos aparecen.
Los cuerpos de inclusión pueden ser mas fácilmente visualizados en muestras de la costra flogística o de aspirados de médula ósea que en preparados de sangre periférica.
Las partículas virales pueden ser detectadas por anticuerpos fluorescentes (IFA) en células de las tonsilas, ganglios linfáticos, árbol respiratorio, hisopados conjuntivales, sedimento urinario y LCR de 5 a 21 días post infección. El test es específico, si da positivo, el perro tiene Moquillo.
La partícula viral puede ser encontrada en las células del LCR, en animales con signos neurológicos, en el 80% de los casos.
En raras ocasiones la vacunación reciente puede dar falsos positivos. Más de una muestra puede ser necesaria para encontrar e identificar el virus, en casos subagudos o crónicos estas pruebas pueden resultar negativas, aunque no se descarta la presencia del virus. Da muchos falsos negativos.
Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR)
Esta prueba permite detectar la proteína (NP) del nucleocápside viral y puede resultar positiva aún cuando las pruebas de aislamiento y la Inmunocitoquímica no logren detectar al virus. Es un buen método para diagnóstico temprano en perros no vacunados recientemente.
La técnica consiste en tomar una porción clave del ARN viral y por medios enzimáticos multiplicarla de forma exponencial; si en una muestra hay una única molécula de ARN (indetectable por cualquier otro método), con esta reacción, luego de 20 pasos (en ciclos de 3 a 5 minutos cada uno), podemos obtener 1 millón de moléculas idénticas.
Comparadas con ésta tecnología, las pruebas tradicionales de identificación y detección de anticuerpos, son casi obsoletas; un resultado positivo de PCR nos indica, casi sin margen de error, que el ARN del agente está presente en el animal y si está el ARN, la infección es segura.
La sensibilidad de ésta prueba ha sido incrementada notablemente, por medio de la técnica de "nesting" (dos amplificaciones en secuencia, siendo la segunda para un segmento aún más específico de ARN del agente).
Una prueba de PCR puede detectar infecciones incluso al segundo día post-infección (no debemos esperar el tiempo necesario para que se produzca la seroconversión o respuesta inmune).
Es posible encontrar falsos positivos alrededor de 1 a 2 semanas luego de la vacunación. Un resultado positivo es un buen indicador de enfermedad, sin embargo un resultado negativo, no descarta Distemper, sobretodo si la muestra se toma en forma tardía durante el curso de la enfermedad, o sea cuando la presencia y eliminación del virus han disminuido.
Necropsia/histopatología
Se deben analizar muestras de bazo, amígdalas, ganglios linfáticos, estómago, duodeno, vejiga y cerebro, por histopatología e inmunohistoquímica, pues el Distemper puede localizarse en diferentes tejidos.
Se puede diagnosticar con seguridad con un estudio histopatológico hecho por un patólogo calificado. Si el Moquillo es un problema poblacional y el diagnóstico definitivo no puede hacerse por otros métodos, una necropsia es una inversión que vale la pena realizar en un perro mu**to sospechoso, con el objeto de establecer si el Distemper está presente o no, en dicha comunidad.
Autor: Leonardo D. Mauro MV
Profesional Independiente - Bs. As. Rep. Argentina