Kira es una mestiza de tipo bull que ha pasado por varios educadores y varios métodos. Tiene reactividad hacia perros y hacia algunas personas, por eso se hace difícil pasear con ella. Se llevaba bien con todos los perros hasta que empezaron los incidentes… ¿Os esperabais la reacción que ha tenido? Muchos perros emiten señales tan sutiles que pueden pasar desapercibidas y es esencial aprender a conocerlos para anticipar algunas situaciones.
Nunca es tarde para aprender a ver el mundo de una manera más saludable y no podemos olvidar que las emociones tienen repercusiones en el individuo a nivel físico. Pancho es un perro senior que está aprendiendo a vivir con más tranquilidad y menos preocupación por todo lo que le rodea, pero el trabajo con él ha sido muy progresivo, sin olvidar su edad y mirando siempre por su bienestar.
A menudo atribuimos emociones e intenciones a los perros que nos alejan de comprender la situación y esto nos impide poder ayudarles. La mayoría de perros reaccionan como lo hacen porque no conocen otra forma de hacerlo y en el momento en que les mostramos un camino que les aporta mayor bienestar, es cuando empezamos a ver grandes avances. Oreo trataba de gestionar los momentos que le superaban comiéndose todo lo que encontraba, como hojas, palos y colillas, pero a medida que fuimos trabajando lo que de verdad le preocupaba, esta conducta empezó a disminuir.
Cuando convives con un perro que gestiona algunas situaciones con agresividad hacia otras personas, el salir a pasear puede ser una experiencia muy desagradable y a menudo te sientes juzgado y avergonzado. Tener herramientas para ayudar a tu perro a comprender el mundo y a gestionarlo desde la calma, te permitirá abordar los paseos con mayor seguridad. En el caso de Vini, la familia se implicó al 100% y gracias a su esfuerzo, conseguimos grandes avances. A pesar de que todavía queda trabajo por hacer, lo importante es saber cómo llevarlo a cabo desde el respeto y la comprensión del perro.
Aunque no seamos conscientes, recibimos multitud de estímulos constantemente y lo mismo les ocurre a los perros mientras pasean por la calle. No todos sabemos cómo filtrar y gestionar estos estímulos para conseguir que no nos afecten y en el caso de Freddie, podemos observar la frustración y el estrés que le generan. Para ayudar a los perros a comprender el entorno es necesario empatizar con ellos y saber cómo perciben el mundo.