21/05/2024
Querida Xóchitl, tengo algo que confesarte: tienes razón, yo también tengo miedo. Mucho miedo. El enfoque que tus publicistas le han dado a tu campaña: "Tengan miedo", es certero. Lo lograron. Tengo mucho miedo de que, en tu primer día como gobernante, pegues un chicle masticado en la silla presidencial. Tengo miedo de que, cuando te coloquen la banda tricolor, te pongas a bailar como oso con pandero. Tengo miedo de que mi presidenta le bese la mano a la marquesa Cayetana y le bese los pies a cualquier monarca europeo que venga a nuestra república. Me da miedo que, en tu investidura, estén ahí sentados, en primera fila, Aznar, Fox, Calderón, Milei. Me da miedo que salga de prisión tu hermana la secuestradora, más empoderada que nunca. Me da miedo que se te vaya el telepromter y ya no sepas si estás en el Congreso o en la Feria del Mole. Me da miedo que no puedas hilar dos frases de manera coherente y que, si lo logras, sea con puro "cabrona, chingona, pendejié, huevones". (En tu nuevo spot utilizas ¡¡30!! veces la palabra chingón, ya sea como adjetivo o verbo. ¡Qué buena propuesta de gobierno! ¡) Tengo miedo de que nombres a Alito secretario de Gobernación o a Lily Téllez secretaria de Hacienda. Me da miedo que, en tu primera reunión de gabinete, propongas desmantelar Pemex, regresarle Iberdrola a los españoles, cerrar refinerías que no existen o que ordenes la construcción de una "mega cárcel", tipo Bukele, en la que querrás encerrar a puros prietos, nacos y jodidos. Como lo hace Bukele. Me da miedo que la gente que te maneja utilice su dinero y su poder para descarrilar el proceso de las elecciones. Tengo miedo de que, si pierdes, -porque las encuestas te separan hasta en 30 puntos de Claudia- no aceptes el resultado y de nuevo, los que te manejan a ti y al dinero, quieran quemar todo para gobernar desde las cenizas. Y por último, me da miedo que no aceptes lo que eres. Me explico. Decían que Barack Obama era un "coco": negro por fuera, pero blanco por dentro. Y sí, resultó ser más blanco que los más radicales. Así tú. Dices que eres indígena, pero tu espíritu, tu cerebro y tu cartera están al servicio de aquellos blancos clasistas y racistas que han devorado a México. Esos sí que dan miedo porque están enfermos de odio. Enajenados. Sí, Xóchitl, tengo miedo. Tengo miedo porque eres un cascarón vacío y no tienes más que aire y gracejadas idiotas en la cabeza. Y te crees muy chingona. Principalmente tengo miedo de que vuelvan los corruptos de siempre a terminar de saquear a nuestro querido país.
Carlos Pascual (autor)
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