25/05/2023
Alimentación en Gatos
El gato es un carnívoro estricto, tanto desde el punto de vista zoológico como evolutivo y así lo reflejan sus hábitos alimentarios y su estructura anatómica.
Sin embargo, ello no significa que deba comer únicamente carne, sino que en su alimentación necesariamente deben incluirse materias primas de origen animal. El gato se muestra mucho más exigente que el perro al elegir sus alimentos, pudiendo ayunar largo tiempo si una comida no es de su agrado.
Con respecto a la frecuencia de alimentación, se ha observado que si tienen libre acceso a alimentos apetitosos, prefieren tomar muchas comidas ligeras, entre 10 y 20 por día, en lugar de dos o tres comidas abundantes.
Entre las diferencias notables de la alimentación felina respecto a la canina, no sólo se destaca que los gatos necesitan un nivel de proteínas más elevado, sino también que requieren cantidades relativamente altas de una sustancia esencial llamada taurina, un aminoácido inexistente en el reino vegetal, pero si abundante en las carnes y en la leche. Esta es la razón por la que es imprescindible que su dieta contenga tejidos de origen animal.
La taurina es un compuesto blanco, cristalino e insípido, que aún siendo un aminoácido, no forma parte de las proteínas como los demás aminoácidos. Las células que forman algunos tejidos excitables como el cerebro, retina, músculo cardíaco, plaquetas y glóbulos blancos, son especialmente ricas en taurina y también especialmente sensibles a su carencia. En el caso del gato se unen dos factores: Por una parte tiene unas necesidades elevadas de taurina y por otra, su organismo es incapaz de producir la cantidad necesaria a partir de otros elementos de la dieta, “necesita mucho y produce poco”, a diferencia de otros animales como el perro, que sí son capaces de sintetizar la cantidad suficiente de taurina a partir de los componentes de la dieta.
Por esta y otras consideraciones de tipo nutricional, los alimentos formulados para perros y otras especies, no son aptas para satisfacer las necesidades de los gatos.
Otro aminoácido importante en la dieta del gato es la arginina, que interviene en la síntesis de urea, que permite la eliminación de desechos nitrogenados. Su deficiencia implica que éstos se acumulen en sangre en forma de amoniaco, conduciendo a la muerte del gato en pocas horas. Esto explica la adaptación del gato a un régimen estrictamente carnívoro donde las cantidades de arginina son muy superiores a sus necesidades.
El perro en cambio tiene menores necesidades y es menos sensible a su deficiencia.
Con respecto a los ácidos grasos esenciales, en el perro y la mayoría de los mamíferos a partir del ácido Linoléico y del Linolénico, pueden sintetizar ácido Araquidónico, pero el gato tiene una capacidad muy limitada en esta conversión por lo que requiere de un aporte en la dieta de este ácido graso presente en tejidos animales. La deficiencia en ácido Araquidónico, ocasiona alteraciones en la coagulación sanguínea, alteraciones reproductivas, caída de pelo y alteraciones cutáneas.