19/01/2023
PATOGÉNESIS DE LA ENFERMEDAD PERIODONTAL
Enfermedad periodontal es un término general que engloba una variedad de lesiones inflamatorias causadas por la placa y las bacterias que se acumulan en ella. Los primeros signos se relacionan con la gingivitis y pueden evolucionar hasta la periodontitis cuando las reacciones inflamatorias llegan a afectar el ligamento periodontal y el hueso alveolar.
El resultado final de la periodontitis es la pérdida del diente a causa de la destrucción progresiva del periodonto.
El periodonto incluye el cemento de la raíz del diente, el hueso alveolar, el ligamento periodontal, el epitelio de unión, el margen gingival y el surco gingival.
Causa primaria:
Acumulación de placa dental
La formación de una película biológica compuesta por microorganismos orales y glicoproteínas salivales (denominada placa) es la causa principal tanto de la gingivitis como de la periodontitis.
-Placa:
Un material blando, pegajoso y blanco se adhiere en forma de película (membrana acelular) y cubre la superficie del diente. Se compone principalmente de bacterias, glicoproteínas salivales, glucanos y fructanos extracelulares similares a los polisacáridos, y células epiteliales exfoliadas. Los subproductos metabólicos se diseminan por el epitelio del margen gingival causando la inflamación de la encía (gingivitis) y estimulando el movimiento de leucocitos hacia el epitelio.
Las bacterias cubren todas las estructuras orales –lengua, encías, mucosa oral y dientes– pero se acumulan en superficies específicas, especialmente en el margen gingival de los dientes. Forman la placa dental un tipo de bacterias específicas con propiedades de adhesión.
La placa primero se compone de bacterias gram-positivas principalmente aeróbicas.
Estas consumen grandes cantidades de oxígeno y disminuyen el potencial redox que favorece la colonización y crecimiento de las bacterias anaerobias. Esto es especialmente así en las zonas caracterizadas por grandes acumulaciones de bacterias: las bolsas periodontales, en el margen gingival.
-Cálculo dental (sarro):
Si la placa se deja evolucionar en las superficies dentales coronales, mineraliza con diversos minerales presentes en la saliva hasta convertirse en cálculo dental (sarro). Se forma una sustancia dura, parda, sobre la placa, causada por la mineralización de la placa, la calcificación de microorganismos necróticos y el crecimiento continuado a través de más deposición de placa y mineralización. Se trata de un círculo vicioso. La mineralización sucede a través de la precipitación del fosfato cálcico y del carbonato de calcio.
Normalmente se halla supragingivalmente y principalmente cerca de los conductos salivales, es decir, en las superficies linguales de los dientes frontales inferiores y en las superficies bucales de los cuartos premolares y primeros molares superiores. No obstante, cabe destacar que la cantidad de cálculo en los dientes no está necesariamente relacionada con el grado de enfermedad periodontal.
A menudo pueden encontrarse grandes cantidades de cálculo dental con una gingivitis mínima. El sarro en sí no es muy destructivo, pero continuamente se infecta con nuevas capas de placa cargada de bacterias y sus toxinas agresivas que pueden provocar la extensión de la infección a todo el periodonto.
Fluido del surco gingival:
En peligro ante el sarro.
La producción y excreción de fluido del surco gingival, que es un suero exudado y un importante factor de la defensa inmune y del mecanismo de autolimpieza del surco, se halla amenazado por la presencia de sarro, que es capaz de impedir mecánicamente la excreción del fluido. Las concreciones se acumulan si se bloquea la excreción del fluido del surco gingival y los minerales empiezan a formar cálculo subgingival. Es mucho más duro que el sarro, se desarrolla más lentamente y se adhiere con mayor fuerza al cemento que el sarro al esmalte. Suele ser de color marrón oscuro a verdoso, debido a los pigmentos de las células de la sangre, y se forma a causa de la mineralización del fluido del surco gingival, a diferencia del sarro que incorpora saliva. Se compone en un 80 por ciento de material inorgánico, fosfato cálcico, carbonato de calcio y fosfato de magnesio integrados en una malla de hidroxiapatita. El 20 por ciento restante de material orgánico incluye queratina, mucopolisacáridos, aminoácidos y mucina.
El sistema inmune oral es muy potente en individuos sanos y la boca no suele presentar signos de inflamación durante largos períodos de tiempo. Incluso cuando es posible que se observe una acumulación masiva de placa y sarro, las encías acostumbran a seguir sanas o solo levemente inflamadas. Pero si el sistema inmune se halla temporalmente comprometido por la razón que sea (por ejemplo, la presencia de otras enfermedades infecciosas) este equilibrio oral se ve perturbado y las encías presentarán los signos típicos de infección, como inflamación e hiperemia.
La inflamación pone en riesgo el mecanismo de autolimpieza del ligamento periodontal, dado que se acumulan restos de alimentos, bacterias y suciedad en el surco gingival (fisiológico), que se convierte en una bolsa gingival (patológica).
Peter Fahrenkrug Dentista, Veterinario y Odontólogo Veterinario Certificado Dipl. EVDC